Con el fin de analizar el último Índice FADA, que volvió a poner en el centro del debate la presión fiscal sobre el agro y, de acuerdo con la medición correspondiente a diciembre, la participación del Estado en la renta agrícola bajó a 56,3%, este medio se comunicó con Antonella Semadeni, economista de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
Para comprender el alcance del indicador, Antonella Semadeni aclaró que, “cuando un productor siembra una hectárea de maíz, de trigo, de girasol o de soja, va a tener ingresos por la venta de ese cultivo, pero también va a incurrir en gastos”. Y precisó: “La diferencia entre ingresos menos gastos es lo que nosotros llamamos resultado económico o renta agrícola”.
Con cuánto se queda el Estado de lo que produce el sector agropecuario
Sobre esa renta, explicó cómo se reparte: “Una parte va a ir al pago del alquiler, otra parte va a ir al pago de impuestos, que es el porcentaje que llamamos índice FADA, y después, cuál es el resultado económico del productor”. En el promedio nacional de diciembre, el reparto fue: “El 56,3% del resultado económico se va al Estado versus el productor que invierte, arriesga y se termina llevando únicamente el 16%”.
Semadeni remarcó que el índice mostró una baja frente al trimestre anterior y explicó los motivos: “Esto se debe a dos cuestiones. La primera es la mejora en el precio del maíz y de la soja y después, el segundo punto es la baja de retenciones que tuvimos el 9 de diciembre”. En ese sentido, recordó que, “se bajó dos puntos en el caso de la soja y el trigo y un punto en el caso del maíz y el girasol”.
Variación de precios en los distintos cultivos
Al analizar el impacto en los precios, detalló el panorama en función del cultivo. En maíz, señaló que, “no hubo una mejora significativa, o sea, más o menos tuvo la misma suba que tuvo el maíz a nivel internacional, que es muy poco, es alrededor del 4%”. En soja, en cambio, explicó un fenómeno puntual del mercado interno: “Lo que se ve es que el mercado está pagando por demás de lo que debería estar pagando”.
Según describió la entrevistada, “los productores lo que están haciendo es negociar un precio por encima de esa capacidad teórica de pago”, aunque advirtió que, “no es que es una suba puntual que va a durar un montón”.
Para el trigo, el escenario fue inverso. “Como estamos con una cosecha récord, está pagando bien por debajo de lo que debería ser”, comentó, producto de un exceso de oferta en el mercado local.