La situación sanitaria cada vez se complica más en cuanto a la obtención de insumos, sobre todo en lo que tiene que ver con las importaciones y los materiales necesarios que vienen desde el exterior. En esta ocasión, peligran las colocaciones de stents debido a que los recursos se están terminando. Con el fin de ampliar este panorama, este medio se puso en comunicación con Alfredo Bravo, vicepresidente del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI).
“Se van dando una serie de circunstancias que vamos, a mediano y largo plazo, a una situación medio perfecta de que la actividad se encuentre paralizada”, comentó Alfredo Bravo. “Entre todos vamos a tener que buscar alguna manera de solucionar para que la gente pueda tratarse y atenderse de esto que no es una enfermedad frecuente y es de las que más mortalidad tiene”, agregó.
Comienzan a escasear los insumos utilizados para cardiología
Posteriormente, Bravo planteó: “Todavía se sigue atendiendo a la gente y los insumos empiezan a escasear pero tenemos”. Luego, manifestó que, “lo que nosotros estamos visualizando es que a futuro, dadas las circunstancias, va a empezar a faltar”.
“El material de contraste, que es la pintura que usamos para ver las arterias, necesita un elemento esencial que es el yodo y los países que los producen son justamente los que están en guerra en este momento”, sostuvo el entrevistado. “Eso ha disminuido la producción mundial de material de contraste y como no hay tanto material de contraste, los primeros que tienen contraste son los países ricos porque tienen recursos”, complementó.
El mercado argentino no resulta atractivo para las multinacionales por su baja población
Por otro lado, el vicepresidente del Colegio de Cardioangiólogos señaló: “Al no tener recursos, para nosotros es mucho más difícil conseguir el material de contraste. Independientemente del dinero, somos un país con una población muy baja, entonces, tampoco somos atractivos para las multinacionales donde venden muchos insumos”. Sobre la misma línea, remarcó que, “el mercado no les interesa, les es poco atractivo, tienen muchas trabas y regulaciones para importar a la Argentina”.
“El Colegio de Cardiología tiene algunas herramientas o sugerencias que se le puede hacer a la gestión pública o a los que gestionan la salud en Argentina”, expresó Bravo. A modo de cierre, dijo que, “ya hemos sido recepcionados pero terminamos siempre en el fondo de lo mismo, sobre todo cuando tenés poco dinero”.