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“El deterioro de la clase media se sostiene en el tiempo y en parte también explica la tolerancia al ajuste”, indicó una politóloga

La politóloga, Mara Pegoraro, se refirió a los cambios en el consumo que ejerce la clase media y destacó que, “el 60% va destinado a servicios y el 40% a bienes de consumo”.

Clase media
Mara Pegoraro: “El deterioro de la clase media se sostiene en el tiempo y en parte también explica la tolerancia al ajuste” | Cedoc Perfil

En función de analizar el impacto económico del ajuste sobre la clase media en el marco del programa del presidente Javier Milei y cómo la pérdida del poder adquisitivo está reconfigurando los patrones de consumo y el sentido de identidad de este sector social clave, este medio se comunicó con la politóloga, Mara Pegoraro.

“El deterioro de la clase media se sostiene en el tiempo y en parte también explica la tolerancia al ajuste”, afirmó Mara Pegoraro, quien subrayó que el cambio no es solo económico, sino también cultural. “La noción de clase media no es solo una noción definida por términos de ingresos económicos, también es una construcción social vinculada a un consumo aspiracional y además identitaria de nuestra sociedad o de la ilusión que tenemos respecto a lo que la Argentina supo ser”.

Cambio de hábitos en el consumo de la clase media

Luego, manifestó que el ajuste obligó a redireccionar el gasto familiar: “En el último año, lo que nosotros vemos es una transformación, donde antes el 40% del gasto iba destinado a servicios y el 60% a bienes de consumo, y en el último año cambia esa relación, 60% destinado a servicios y 40% a bienes de consumo”. A su vez, resaltó que este cambio revela una presión creciente sobre los ingresos fijos: “Vos no podés dejar de pagar ni la luz, ni el gas, ni los servicios, ni dejar de pagar el transporte”. Sobre la misma línea, recalcó que, “entonces, reorientás tu ingreso en función de lo que sí o sí tenés que pagar”.

En este contexto, Pegoraro remarcó que algunos rubros fueron especialmente golpeados: “Cuando uno ve el nivel de consumo en ropa, por ejemplo, encuentra una caída cercana al 37 puntos”.

La influencia de los aumentos salariales

Aunque la inflación mostró una fuerte desaceleración, relativizó su efecto positivo en el poder de compra: “Aun cuando hay un incremento nominal del salario que puede acompañar en algún punto la baja de la inflación, no necesariamente ese incremento nominal acompaña el incremento de gastos de servicios”.

En este sentido, la politóloga detalló: “La diferencia que nosotros estimamos es de cerca de seis puntos entre lo que se necesita”. En particular, apuntó al impacto de los ajustes tarifarios: “La gente vio incrementar el gasto en transporte en 700%. Eso es muchísimo”.

También reconoció que había un rezago tarifario: “Por supuesto había que hacer un ajuste de tarifa. Nosotros no estamos hablando de que haya sido un error repensar el cuadro tarifario en la Argentina”. Sin embargo, advirtió que sin una mejora salarial, “los sectores medios son los principales perjudicados de ese efecto”.