La tensión entre Israel e Irán escala peligrosamente en Medio Oriente y suma cada vez más actores globales. En diálogo con Canal E, el analista internacional Alberto Ruskolekier explicó los últimos movimientos estratégicos y diplomáticos en la región, con Estados Unidos jugando un rol cada vez más directo.
“Mientras estamos hablando, están partiendo naves norteamericanas desde la base naval de Bahréin hacia el Golfo Pérsico”, advirtió Ruskolekier, y citó declaraciones recientes del expresidente Donald Trump: “Pidió la rendición incondicional de Irán y sostuvo que Estados Unidos no va a permitir un Irán con energía nuclear”.
Según el especialista, Trump fue aún más lejos al afirmar que “sabemos dónde está el Ayatollah Ali Khamenei y podríamos eliminarlo cuando quisiéramos”. La declaración, de alto voltaje, fue recogida por medios como CNN, que sugieren que el expresidente preferiría sumarse directamente a Israel en el conflicto, ante la imposibilidad de una negociación.
El G7 también endurece su posición
En paralelo, el Grupo de los 7 (G7) emitió un comunicado tras una cumbre en Canadá, en el que se expresaron tres puntos centrales: buscar un alto al fuego en Gaza, garantizar la seguridad de Israel y bloquear el acceso de Irán a tecnología nuclear. “Todo se está alineando en una misma dirección: frenar el avance nuclear de Irán”, señaló Ruskolekier.
Además, reveló que el embajador israelí en Estados Unidos anticipó una operación militar “de inteligencia tan potente que hará parecer la eliminación del jefe de Hezbollah como un juego de niños”.
Capacidad nuclear iraní y el rol de Rafael Grossi
Respecto al nivel de desarrollo nuclear de Irán, Ruskolekier citó al director del OIEA, Rafael Grossi, quien afirmó que “Irán ya tiene suficiente uranio enriquecido para fabricar entre 8 y 10 bombas”. Si bien el paso del 60% al 90% de pureza es complejo, Grossi indicó que el país persa está “a un paso” de conseguirlo.
Ante esta amenaza, se menciona la posibilidad del uso de la bomba MOAB (Massive Ordnance Air Blast), un artefacto de 13.600 kilos capaz de destruir objetivos a más de 100 metros de profundidad, como las instalaciones subterráneas de Natanz o Fordow. “Solo puede ser transportada por el B-2 Spirit, que ya está repostando en la base de Diego García”, agregó.
Irán, debilitado por dentro y aislado por fuera
Ruskolekier explicó que el régimen iraní atraviesa una crisis interna sin precedentes. “En las últimas horas fue asesinado el nuevo jefe del Estado Mayor, designado hace apenas 48 horas”, informó. También recordó que el nuevo jefe de la Guardia Revolucionaria, Bahiri, está requerido por la justicia argentina por el atentado a la AMIA.
“El régimen está cercado. Incluso el príncipe heredero Reza Pahlavi llamó al pueblo iraní a manifestarse, diciendo que los ayatollahs están acabados”, destacó.
¿Un escenario similar al de Irak?
Consultado sobre la posibilidad de una invasión terrestre como la que ocurrió en Irak en 2003, el analista fue claro: “No creo que haya tropas de asalto. El objetivo es destruir las instalaciones nucleares”. Según indicó, Irán ya perdió capacidad antiaérea y sus lanzadores de misiles fueron en gran parte destruidos. “Israel tiene un corredor casi libre hasta Teherán”, agregó.
Además, señaló que el presidente Trump llamó a los ciudadanos iraníes a abandonar Teherán, en una advertencia que refuerza la idea de un posible ataque inminente.
Un conflicto que redefine la geopolítica regional
Finalmente, Ruskolekier subrayó que Irán también ha perdido influencia en Siria y en el Líbano, donde Hezbollah fue duramente golpeado. “Gaza también está militarmente diezmada. Irán enfrenta un frente debilitado en todos los flancos”, afirmó. Y concluyó: “El mundo está tomando posición: o apoyás un Irán sin capacidad nuclear o enfrentás una guerra devastadora”.