En una nueva edición de Efecto Mariposa, la especialista en relaciones internacionales, Andrea Oelsner, analizó el nuevo orden global y advirtió sobre los riesgos de alinearse ciegamente con potencias en declive. En un contexto donde las dinámicas de poder se reconfiguran, planteó una reflexión sobre el rol que deben asumir los países medios en un escenario internacional cada vez más fragmentado.
“Pegarse de alguna manera al que está, en términos relativos, perdiendo poder, es peligroso”, sostuvo Andrea Oelsner, al explicar cómo Estados Unidos, aunque sigue siendo una superpotencia, enfrenta una competencia creciente.
La disolución de la repartija de poder
“Estados Unidos sigue siendo una potencia, una superpotencia, y sigue siendo muy poderosa. No es que se volvió más débil, pero frente al ascenso de otros países, como China, como la India, incluso como Brasil, como estos países del BRICS, la repartija de poder, ese poder relativo se hizo menos contundente”, analizó.
Asimismo, subrayó que el poder mundial hoy se distribuye de forma más amplia, con nuevos actores que disputan influencia económica y política. “Hay otros países que también tienen mucho poder, menos que Estados Unidos, menos que China y menos que Rusia, pero que fueron aumentando su poder mientras que Estados Unidos lo mantuvo”, remarcó.
Para Oelsner, este cambio obliga a repensar las estrategias de inserción internacional. “Alejarse de países que pueden estar dando una voz alternativa, una mirada alternativa, y pegarse de alguna manera al que está, en términos relativos, perdiendo poder, es peligroso o por lo menos no es lo más sabio”, insistió.
Preocupación por la presencia de un orden global más violento
También citó a referentes internacionales para entender el contexto actual. “Otros autores, como Ian Bremer, dicen, vivimos en un mundo G0, está el G7, el G20, pero en realidad estamos en un mundo G0 donde no hay un hegemón, donde no hay un líder que pueda poner un orden, que pueda liberar un orden, y eso lo vuelve para Bremer un mundo mucho más conflictivo, mucho más violento”, explicó.
La especialista comentó que el planteo de Bremer y su equipo no es nuevo, pero ahora cobra especial relevancia. “De alguna manera, Bremer y su think tank lo vienen anticipando ya desde hace muchísimos años, y de pronto, en estos últimos dos años, lo que ven es, ah, I told you so, se les venimos diciendo esto”, destacó.