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Medio Oriente

Gambina: “Estamos en los prolegómenos de la Tercera Guerra Mundial”

El economista citó la declaración del canciller ruso para alertar sobre la escalada bélica y su potencial impacto en el orden internacional.

Israel
Israel | AFP

En diálogo con Canal E, el economista Julio Gambina analizó el delicado contexto internacional y local, marcado por la incertidumbre política, militar y económica, con efectos potenciales en los mercados globales.

Incertidumbre global y política local: una combinación explosiva

Hoy es un momento de incertidumbre por el contexto internacional, pero también por el contexto nacional. Y te diría más por la política que por la economía”, sostuvo el entrevistado, al trazar un panorama sombrío sobre la coyuntura actual. Según el economista, lo más preocupante no es sólo el frente económico, sino el deterioro del orden político y la falta de claridad en el rumbo global.

El especialista relacionó los últimos acontecimientos militares entre Estados Unidos e Irán con el aumento del riesgo geopolítico. “Hace un par de semanas veníamos diciendo que escalaba el conflicto global”, apuntó. Lo que parecía circunscripto a Ucrania y Medio Oriente, ahora involucra directamente a las principales potencias del mundo.

El rol del petróleo como factor geoestratégico

El conflicto militar tiene efectos inmediatos en los mercados energéticos. “Estados Unidos se anticipó y dijo: vamos a incrementar la producción de petróleo para evitar que suba”, explicó Gambina. Esta jugada buscó frenar una posible disparada de precios ante los ataques cruzados en Medio Oriente.

A pesar de la tensión, la cotización del crudo ha mostrado una baja reciente. “Hoy tenemos una baja del 6% del petróleo”, reconoció el economista, señalando que esta caída está relacionada con un arbitraje entre los intereses de la OPEP y la producción estadounidense.

China entra en juego: advertencias por el Estrecho de Hormuz

Para Gambina, otro actor clave en este tablero es China, que ha comenzado a emitir señales de advertencia. “China salió también muy fuerte a decir cuidado con cerrar el Estrecho de Hormuz porque por ahí sale el 50% del petróleo que importa”, alertó. Este estrecho es un punto estratégico, ya que cualquier bloqueo podría desatar una crisis energética de escala global.

El posicionamiento chino, aunque no abiertamente militar, sugiere un respaldo a Irán ante la ofensiva de Estados Unidos. En ese marco, la multipolaridad se hace evidente, y las tensiones se agudizan con cada nuevo movimiento.

Escalada de tensiones: ¿el preludio de una guerra mayor?

Las señales no son alentadoras. “Estamos en los prolegómenos de la Tercera Guerra Mundial”, citó Gambina al canciller ruso, reflejando el tono con que Moscú e Irán están interpretando la situación actual. Para el economista, no se puede descartar un conflicto más amplio, con consecuencias imprevisibles.

Pareciera que Irán no ha sido fuertemente afectado por el ataque estadounidense”, observó, lo que sugiere que la respuesta militar del país persa podría intensificarse en las próximas semanas. La falta de rendición o de diálogo sólo incrementa la inestabilidad.

Mercados volátiles ante una crisis que no se disipa

Frente a este escenario, Gambina concluye que la incertidumbre domina el presente. “Pese a la abundante información, no está claro lo que pasa”, resumió. La reacción de los mercados a este panorama es inmediata: volatilidad, temor y ajustes preventivos.

En este contexto, cualquier previsión se vuelve frágil. El futuro inmediato depende no sólo de las decisiones económicas, sino sobre todo de las acciones geopolíticas que tomen las potencias involucradas.