En conversación con Canal E, el analista político, Gustavo Damián González, evaluó el futuro del PRO, las negociaciones entre Mauricio Macri y Javier Milei, y los desafíos políticos que enfrenta el Gobierno ante los gobernadores y el Congreso.
El PRO entre la autonomía y la disolución
Para González, el PRO atraviesa un momento definitorio en su historia. “El PRO está definiendo sus horas cruciales”, afirmó, al recordar que el partido “nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, creció, se nacionalizó y llegó a ocupar los principales cargos del país, pero hoy su poder parece desvanecerse en el aire”.
El analista explicó que “Mauricio Macri quiere preservar la identidad del PRO y, al mismo tiempo, jugar en coalición con La Libertad Avanza”, aunque reconoció que la fuerza fundada por Macri enfrenta un dilema: “Si se mantiene independiente, puede quedar fuera del mapa electoral; si se alinea con Milei, pierde identidad”.
En esa línea, González señaló que el partido enfrenta una pérdida de espacio político ante la irrupción libertaria: “El mismo electorado que vota a La Libertad Avanza es el que vota al PRO, por lo tanto, le queda poco margen para sobrevivir como fuerza autónoma”.
Consultado sobre la reciente reunión entre Macri y el presidente Javier Milei, el analista consideró que el vínculo entre ambos líderes “no atraviesa su mejor momento”. Recordó que, tras el encuentro, “Macri ironizó sobre los líderes que no pueden debatir con miradas distintas”, un gesto que, según González, “marcó el distanciamiento político entre ambos”.
Gobernabilidad, diálogo y la foto que no alcanza
Respecto de la gobernabilidad, el analista advirtió que “el Gobierno no tiene quórum propio y no lo tendrá, porque le faltan diputados y muchos más senadores”. En ese contexto, sostuvo que “pecar de soberbia sería el peor error del Gobierno Nacional, porque cada vez que se enfrentó con todos, las leyes no salieron o se trabaron”.
González subrayó que Milei deberá abrir canales de negociación más amplios: “La etapa del Presidente es dialogar, no sólo con el PRO, sino también con gobernadores del peronismo e incluso con el kirchnerismo, si quiere avanzar con leyes clave como la designación de miembros de la Corte Suprema”.
Sobre la relación con los mandatarios provinciales, el entrevistado diferenció tres grupos: “Los negros, con los que no habrá diálogo, como Buenos Aires y La Rioja; los grises, que pueden acordar; y los blancos, que ya están alineados al Gobierno”. En ese sentido, destacó el rol de Diego Santilli: “Su tarea será lograr acuerdos con los gobernadores para aprobar leyes sensibles como el Presupuesto o la reforma impositiva”.
Consultado sobre la reciente “foto” del Gobierno con 20 gobernadores, González reflexionó: “La política no es una foto, es una película”. Explicó que “mientras la economía funcione, los gobernadores estarán más afines; pero cuando se acerque la carrera presidencial, los alineamientos se volverán más difíciles”.
Finalmente, al analizar el debate por el Presupuesto 2026, sostuvo que “será aprobado, aunque las leyes impositivas y laborales serán mucho más complejas”, destacando que el Gobierno “ya no tiene margen para gobernar sin consensos”.