Los representantes del Gobierno y el FMI llegaron a un acuerdo en cuanto a las metas por cumplir, el cual se confirmó con un desembolso de USD 4.700 millones. Lo llamativo de la negociación se centra en el sobrecumplimiento que realizaría el Gobierno en cuanto a materia fiscal. En este aspecto, Canal E dialogó con el ex representante de Argentina en el FMI, Héctor Torres.
“Lo más importante es que se haya optado por una salida pragmática, que era la única posible en el corto tiempo que tenemos para recibir esos fondos que estaban retenidos porque no se aprobó la última revisión”, comentó Héctor Torres. “Los programas con el Fondo, en realidad son de los gobiernos y necesitan financiamiento, entonces, tiene que recurrir al Fondo Monetario”, agregó.
El Gobierno está yendo más allá de lo que pide el FMI
Posteriormente, Torres planteó: “No creo que el Gobierno esté haciendo nada de lo que está haciendo porque se lo pide el Fondo, más bien, está yendo mucho más allá de lo que le puede pedir el Fondo”. Luego, manifestó que, “en algún momento, este Gobierno lo razonable sería que tuviera un nuevo programa. El Fondo está teniendo una experiencia nueva con este Gobierno”.
El FMI no está convencido con el crawling peg del 2%
“Es evidente que un crawling del 2%, con una inflación del 25%, va a atrasar el tipo de cambio”, sostuvo el entrevistado. “Todavía tiene un espacio, pero cuánto tiempo va a durar no se sabe y esa es una de las apuestas más importantes del Gobierno junto con la de tener una tasa de interés real relativa que permite la licuación de los pasivos del Banco Central y de todos los depósitos”, completó.
Por otro lado, el ex representante de Argentina en el FMI señaló: “Está claro que hay que rehacer el balance del Banco Central y que el Gobierno no quiere romper contratos”. Sobre la misma línea, remarcó que, “hace falta repartir las cargas de ajuste, entonces, poner una tasa de interés negativa es hacer que los depositantes paguen una parte del ajuste también. Es una apuesta osada pero socialmente razonable como para distribuir las cargas del ajuste”.
La necesidad de pragmatismo
“La ideología es un lujo que nosotros no podemos darnos, no tenemos espalda para darnos un lujo de esos ni en política económica ni en política exterior”, expresó Torres. A modo de cierre, dijo que, “la situación en la que estamos implica la necesidad de pragmatismo y, a su vez, la necesidad de que el Gobierno contemple políticas heterodoxas que acompañen un plan que fundamentalmente es ortodoxo”.
