El economista, Iván Cachanosky, habló con Canal E y analizó el proyecto de presupuesto 2026 presentado por Javier Milei y destacó los desafíos que enfrenta el Gobierno en materia fiscal, comercial y política, de cara a las elecciones de octubre y a la necesidad de sostener la estabilidad.
Iván Cachanosky subrayó que, “claramente es el principal desafío, digamos, el presupuesto, como todo presupuesto, es ambicioso. Vemos muchas cifras que cuesta creer que se puedan cumplir, especialmente, por ahí, la de tipo de cambio”.
El Gobierno mantiene su objetivo de bajar la inflación
Aunque consideró que la meta inflacionaria es exigente, destacó avances: “Nos ha sorprendido ya este Gobierno para bien, con la velocidad de la desinflación. Si bien suena ambicioso un 10% para el año que viene, bueno, es un Gobierno que ha sido eficiente en bajar la inflación”.
En materia fiscal, Cachanosky planteó: “Está claro que acá el Gobierno, y lo expresa muy claramente Milei, es el equilibrio fiscal tiene que seguir, por lo menos el primario. Llevamos casi dos años y de alguna manera se ha logrado”.
Cambios en el financiamiento de la obra pública
Incluso destacó la innovación en obra pública: “Hay un punto muy interesante y creativo en el presupuesto y es que el superávit primario financie obra pública que hagan los privados o proyectos de inversiones privadas. En muchos países desarrollados funciona la participación pública-privada y esto sería algo similar, con un enfoque un poco distinto”.
El presupuesto contempla déficit en la balanza comercial hasta 2028. Sobre esto, el economista señaló: “Cuando uno analiza los planes de estabilización que hubo en América Latina, los duraderos tenían déficit en la balanza comercial. La pregunta es cuánto déficit, lo que no te puede ocurrir es que ese déficit empiece a crecer y se vaya al 3,4%”.
En este sentido, agregó: “Lo que sí me preocupa es que vos necesitás que el riesgo país baje. Y ahora, con todo lo que sucedió, sube. Si no lográs que el riesgo país baje a 500, 400 puntos, podés financiarte afuera, que obviamente no es lo ideal, pero no vas a arreglar a Argentina en cuatro años, es de largo plazo. Pero bueno, dejás de depender del FMI”.