En diálogo con Canal E, el economista Julio Gambina analizó el impacto económico de la derrota del oficialismo y advirtió sobre las consecuencias que ya se sienten en el mercado.
Un resultado electoral que sacudió la economía
La derrota del oficialismo en las elecciones primarias no solo fue contundente en lo político, sino también en lo económico. “Supera todas las expectativas de cualquier análisis de consultoría internacional o local”, expresó Gambina, destacando la magnitud del resultado: más de 13 puntos de diferencia a nivel nacional.
El economista advirtió que el golpe electoral compromete la hoja de ruta del gobierno: “El gobierno que imaginaba consolidar una imagen de control político de la gestión económica... se desmorona”, señaló.
A raíz de esto, se aceleraron los interrogantes sobre una posible devaluación. “¿Cuándo devalúa el gobierno?”, planteó Gambina, y explicó que la gran incógnita es si se tomará la decisión antes de octubre o si se intentará sostener el tipo de cambio con asistencia externa.
Entre los actores clave para contener la crisis, Gambina mencionó: “Uno de los interrogantes es si el Tesoro de Estados Unidos va a poner los dólares que el gobierno necesita”. Mientras tanto, las tasas de interés suben, el dólar se dispara y el mercado de futuros fue cerrado abruptamente. “La excusa fue problemas técnicos, pero la verdad es que la oferta y la demanda estaban concentradas en un solo lugar: todos querían comprar”, detalló.
Ajustes, presión social y un horizonte incierto
A pesar de las señales de crisis, desde el oficialismo se ratificó el rumbo económico. Gambina fue claro: “El ministro de Economía salió a decir: no hay cambio en la política fiscal, monetaria, cambiaria, seguimos igual”. Y agregó: “El presidente dijo lo mismo, no vamos a cambiar nada”
Sin embargo, los efectos sociales no se harán esperar. “Este miércoles volverán a estar los jubilados en la calle”, anticipó Gambina, quien también advirtió sobre presiones de estatales, despedidos y cámaras empresarias. La tensión social podría escalar si los ingresos siguen retraídos y la inflación no cede.
Respecto a los anuncios de más ajustes, el economista explicó que el gobierno se enfrenta a una disyuntiva con impacto directo en áreas sensibles: “Si no judicializa la ley de discapacidad, lo que está anunciando es un mayor ajuste”.
Finalmente, dejó una reflexión lapidaria sobre el momento actual: “Está todo atado con alambre”, expresó, aludiendo a la fragilidad del modelo económico, y cerró: “Hay una expectativa de cambios, aunque ya se dijo que no habrá cambios”.