La agroexportación es uno de los principales ingresos en dólares que tiene la Argentina. Ingreso que se vio afectado por la histórica sequía que golpeó a todos los campos del país. La llegada del fenómeno climático, el Niño, es la principal esperanza para reavivar las cosechas y por decantación: las exportaciones. Teniendo en cuenta esta temática, este medio contactó a Paulina Lescano, ingeniera agrónoma y especialista en mercados del Agro.
“El impacto que tuvimos a nivel ingreso de divisas, se vio principalmente en todo lo que son los communities en soja, maíz y trigo”, disparó Paulina Lescano. Quien luego completó: “El impacto en las economías regionales es mucho más significativo y más fuerte porque afecta más de lleno a cada una de estas producciones específicas. Tienen un impacto local que hace que veamos el efecto negativo, no solo en el corto plazo, sino que hasta todo un año de aquí en adelante”.
La sequía, el principal causante del efecto negativo
Según Lescano, la sequía “no ayuda a ninguna cosecha, todo lo que es producción, desde ganadería hasta fruticultura o granos, es decir, todo lo que sea biológico tiene un gran requerimiento de agua o de humedad”. “A todos los seres vivos les afecta muchísimo que no tengan la disponibilidad de agua o humedad en el momento crítico para su desarrollo”, explicó.
Frente a las las pérdidas que se han visto en este último ciclo, la ingeniera agrónoma manifestó que, “han sido tan grandes que podemos decir que gran parte de las necesidades financieras de aquí en adelante van a tener que ser cubiertas con acceso al crédito”. Esto viene de la mano con la “gran necesidad de financiamiento para poder encarar todas las nuevas campañas de cosecha”.
La sequía histórica también afecto el mercado del agro
La especialista en mercados del Agro retomó el tema de la sequía en Argentina y afirmó que “fue histórica”. Fue mucho peor que las que debieron afrontar los campos argentinos allá por el 2012/2013 y hubo “un 70% de pérdida respecto a las proyecciones iniciales. En algunos casos ni siquiera se pudo cosechar”.
Por último, la entrevistada mencionó que, “los efectos terribles de esta sequía los vamos a seguir viendo durante un año entero”. Y que uno de esos efectos es la pérdida del fuerte renombre que había desarrollado la Argentina en el mercado agroexportador. “Al no poder cubrir con determinados negocios que se habían estipulado anteriormente, dejamos la puerta abierta para que competidores ocupen ese lugar. Entonces el daño es doble, por un lado la producción y por el otro la potencial pérdida de mercados frente a competidores”, concluyó.