El economista, Luis Palma Cané, dialogó con Canal E y realizó un análisis sobre el rumbo del programa económico del Gobierno, advirtió sobre los riesgos de la recesión, criticó el modelo de reformas vía facultades delegadas y enfatizó que, sin una transformación profunda del sistema laboral y sindical, el país no podrá crecer de manera sostenida.
Con respecto al impacto del tipo de cambio, Luis Palma Cané comentó: “Discutir hoy si está atrasado o no es una discusión abstracta, van a mantener a rajatabla este esquema de ancla cambiaria para lograr llegar a la elección de medio término con este logro que es muy importante”.
Las consecuencias de ejecutar un plan de estabilización
En otra instancia, reconoció que el plan de estabilización tiene costos: “Como todo plan de estabilización que baja fuertemente la suba de precios, es evidente que va a resentir el nivel de actividad”. Y diferenció entre desaceleración y recesión: “Que el nivel de actividad baje y se convierta en recesión es otra cosa distinta, si fuera recesión, sería una caída del producto bruto, lo cual sería muy malo”.
Además, Cané advirtió sobre el frente social: “Hay mucha gente que sus ingresos no le alcanzan, por lo cual, puede suceder un desequilibrio social”. Por otro lado, subrayó que la política económica debe equilibrar orden fiscal con dinamismo productivo: “Es necesario darle prioridad al crecimiento, porque es la única manera de salir de esta galimatía que tenemos, que es inflación versus crecimiento”.
La urgencia de tratar los problemas estructurales de Argentina
Sobre la misma línea, explicó cómo ve el camino para salir de la estanflación: “¿Cómo logramos salir de este nivel de actividad bajo? Hay que solucionar de una vez por todas los problemas estructurales que tiene la Argentina”. El foco, insistió, debe estar en el mercado laboral: “Mientras no solucionemos el tema laboral y sindical y no abramos más la economía, bueno, el crecimiento no sale de un melón”.
Sobre el plan de reformas que impulsa el ministro Federico Sturzenegger, el economista afirmó: “Estas reformas no son muy convenientes políticamente antes de una elección de medio término”. En este sentido, cuestionó la estrategia institucional del Gobierno: “Siempre estuve en contra de la ley de las bases, ese engendro de no sé cuántas disposiciones que al final nadie sabía dónde estaba parado”.