En diálogo con Canal E, el economista Michael Bru sostuvo que el crecimiento proyectado para este año impulsará un uso cada vez mayor de dólares debido a la escasez de pesos en el sistema financiero.
Un sistema con pocos pesos y una economía en aspiradora
“El uso de dólares va a ser casi endógeno”, explicó Bru, en referencia a las últimas medidas del Gobierno. Según el economista, la gran retracción de pesos responde a dos objetivos clave: “Capitalizar al Banco Central quitándole las letras transferibles, algo que hicieron con ingresos del FMI, y reducir la base monetaria”.
La política monetaria restrictiva es evidente: “La tesorería fue una gran aspiradora. Hoy hay muy pocos pesos circulando”, agregó.
Letras y utilidades: decisiones de impacto fiscal controlado
Bru avaló el traspaso de letras del Banco Central al Tesoro como una decisión acertada. “Es la única forma de no generar emisión pura, es decir, contra nada. El Banco Central debe tener sus utilidades, pero deben estar en el Tesoro”, señaló.
A su vez, defendió que se avance hacia una economía más transparente: “Los dólares de exportación deberían llegar al bolsillo de cada uno. Si la tesorería los necesita, que los compre en el mercado”.
Sin pesos, el crecimiento necesitará dólares
El panorama de crecimiento económico estimado por el Gobierno también fue abordado por Bru: “Caputo dijo que Argentina crecerá un 6%, yo calculo 5,5%, el FMI prevé 5,2% y J.P. Morgan 5,3%”. Sin embargo, advirtió que este repunte económico implicará mayores exigencias: “Ese crecimiento va a demandar dinero para generar riqueza. Y pesos no hay”.
En este escenario, la solución será recurrir a ahorros privados en moneda extranjera: “Los empresarios que quieran seguir creciendo van a tener que usar dólares. Van a estar, entre comillas, forzados a usar dólares. A eso se refiere el Gobierno”.
Flotación administrada y acumulación de reservas
Consultado sobre el esquema cambiario actual, Bru explicó que se trata de una flotación administrada con bandas, donde la prioridad está en la inferior: “El gobierno puso bandas más por abajo que por arriba, para que el Banco Central pueda comprar dólares baratos y acumular reservas”.
En ese sentido, valoró la entrada de financiamiento externo: “Van a ingresar 6.000 millones de dólares del BID y el Banco Mundial, más 2.000 millones de las RIPO. Se logró financiamiento con bancos privados, cuando antes era impensado”.
Además, aseguró que la acumulación de reservas mejorará la capacidad operativa del Banco Central: “Todo lo que se acumule le va a dar una capacidad de acción muy importante”.
Una cultura económica por aprender
Para Bru, uno de los desafíos más grandes será adaptarse a una nueva lógica financiera: “Argentina no tiene experiencia en flotar. Hay que aprender a flotar y dejar que los precios se acomoden naturalmente”.
Para finalizar, el economista insistió en que las nuevas condiciones obligarán a un uso más intensivo de dólares: “Si no hay pesos, se van a tener que usar dólares. No es tan complicado, es una cuestión lógica”.