Los hackeos a organismos nacionales se vuelven cada vez más habituales. Hace un tiempo Chile se mostró conmovido por el robo de datos de instalaciones militares y ahora Colombia, quien en la madrugada del martes se vio sacudido por el robo masivo de información de millones de personas por parte de ciberdelincuentes.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Alan Mai, especialista en ciberseguridad quien expresó que, “no se trata de un hackeo a una empresa cualquiera, sino a una que almacena información de entidades estatales sumamente críticas de privados, tanto en Colombia Panamá y Chile, pero que también para poder restablecer su capacidad operativa terminan afectando al resto de sus clientes en el resto de los países como Argentina”.
Cuánto afecta el hackeo
Según Mai, un montón de empresas argentinas se han visto afectadas por este hackeo y la afectación no tiene que ver únicamente con el secuestro de los datos de esas organizaciones, sino con el impacto en la operación de esa organización.
“En este caso, el proveedor tuvo que generarse a sí mismo una especie de apagón digital para poder restaurar sus capacidades operativas y de los activos que sí se habían visto afectados hacia otras empresas y otros clientes de la compañía”, explicó el especialista en ciberseguridad.
Según el entrevistado, es importante destacar que se trata de una proveedora de otras muchas organizaciones que almacenan información de esas empresas “donde hay organizaciones estatales en Colombia que tuvieron que volver a atender en sus centros a lápiz y papel con las demoras que esto implica en un quirófano y en la atención médica”.
Los ciberdelincuentes y la restauración de los sistemas
Para Mai, hay un par de características de la organización cibercriminal que se llama Ranson House que hicieron cosas bastante nocivas con un impacto muy grande. Y agregó: “Se espera que esta información se empieza a distribuir en forma en forma temprana”.
Al ser consultado sobre la complejidad de la restauración de los sistemas, Mai aseguró que, “no es menor” porque para hacer iniciar un proceso de este nivel hay que interrumpir la operación en general.
“La situación es realmente crítica”, sostuvo Mai. Y para finalizar agregó: “Es comparable con lo que sucedió en Costa Rica el año pasado, donde se declaró emergencia nacional porque el nivel de afectación fue inmenso, en donde los puertos no podían cargar o descargar mercaderías, los jubilados estaban imposibilitados de cobrar y la recaudación del Estado se paralizó”.
