CICLO DE ENTREVISTAS
Perfil Educación

Waldo Wolf: "Yo espero que gane el lado bueno de Milei"

El futuro funcionario de la Ciudad participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación. Su relación con Javier Milei. Su rol al frente de Seguridad. Y qué pasará con los piquetes en la 9 de Julio.

Waldo Wolf en el Ciclo de Entrevista 1
Waldo Wolf en el Ciclo de Entrevista 1 | Valentina Bustos

Waldo Wolf participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de la Escuela de Comunicación del Grupo Perfil. En este marco, el actual Secretario de Asuntos Públicos de la Ciudad de Buenos Aires se refirió a la presidencia de Javier Milei. “Me parece que él ya entró en la historia, esperemos que no sea solamente entrar, sino poder transformar la Argentina, y esto lo podía hacer un outsider y él usufructo muy bien su condición de outsider”, afirmó.

El diputado también habló sobre su posible rol como Ministro de seguridad. “Yo donde me toque estar, estoy dispuesto a jugarme políticamente, de manera muy fuerte”, agregó Wolf en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

—¿Qué tipo de presidente va a ser Javier Milei?

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—La palabra líder no me gusta en términos absolutos. No creo en los personalismos, creo que todos tienen virtudes y defectos, y no creo en los liderazgos vitalicios.Yo conozco a Javier y tengo una relación personal con él. Lo conozco desde que empezó, porque yo también iba mucho a los medios, ha venido a mi casa. Siempre tuve una relación personal con él. Me parece un buen tipo con buenas intenciones, donde le he criticado, en algún momento, ciertos modos. Yo espero que gane el lado bueno de Milei. Porque todos tenemos un lado bueno y otro lado más complicado, por eso espero que gane su lado bueno. Yo creo que la Argentina como está no puede continuar, y le respeto mucho que haya dado la batalla cultural cuando nadie creía en él. Hace dos años era impensado que la palabra liberal tuviera la acepción o la aceptación que tiene hoy, que debutó con el 55% de la Argentina, ganó lugares donde era impensado que él pudiese ganar. Así que me parece que él ya entró en la historia, esperemos que no sea solamente entrar, sino poder transformar la Argentina, y esto lo podía hacer un outsider y él sufructó muy bien su condición de outsider. Esperemos que, así como le sirvió para entrar la parte más disruptiva, ahora pueda matizarse, tamizarse un poco, bajar un poco y hacer esos cambios que necesita la Argentina.

—¿Cuál es el lado malo de Milei que le preocupa?

—Todos tenemos un lado malo, no soy ni creyente ni místico, pero es una definición bíblica. Todos tenemos dos lados, a veces nos gana la ira o la envidia. La verdad que lo noto más tranquilo estos días. Me parece una buena persona Javi me parece que tiene buenas intenciones. Hay que estar en la piel de una persona que hace dos años estaba en la casa y hoy te vote el 55% de los argentinos y te llame Lacalle Pou, Biden y Macron, cuando hace un rato te trataban de loco. No soy de su partido tampoco, pero en todo lo que pueda voy a acompañarlo. Lo hice con Alberto.Para mi generación es la última oportunidad de hacer cambios estructurales, así que espero que pueda hacerlo. Espero que todos los planetas se alineen y la Argentina se identifique con el eslogan de “Make Argentina Great Again”.

—¿Cómo cree que va a comenzar el gobierno de Milei?

—Con menos fantasmas de los que se crearon antes. Los primeros indicios de comunicados y de salutaciones de ciertos sectores de la política que se manifestaban mucho más refractarios me dan una esperanza de madurez política. Yo no soy de los que crean que la democracia está en riesgo, ni nada de esas cosas, no lo creo. Con los sectores más ultras, el caso del FIT con Miriam Bregman, que salió a decir que ya va a salir a la calle, o sea, eso sí me parece poco democrático porque por lo menos a quien ha ganado y ha ganado democráticamente se le debe dar el beneficio del comienzo. En lo personal, me tocó serlo, fui oposición en el 2019 como diputado, y le votamos el presupuesto y todas las leyes, te diría casi hasta la expropiación de Vicentín. Nosotros como posición acompañamos bastante a Alberto Fernández, así que lo veo como que va a venir una Argentina difícil. Es un problema estructural, pero el comienzo lo veo bastante más tranquilo de lo que muchos avizoran.

—Y en caso de que no sea tan pacífica la transición de un gobierno al otro, ¿Qué supone usted qué piensan hacer desde el Ministerio de Seguridad para combatir los piquetes y movilizaciones?

—Bueno, dentro de la ley y todo fuera de la ley nada, no lo digo yo, lo dijo Juan Domingo Perón. No se le puede pedir a la policía que solucione los conflictos de la política y sociales. Un ejemplo que yo siempre doy, Massa sacaba a la policía para perseguir a los arbolitos y las cuevas, y el dólar subía igual, o sea, el problema no es la cueva. La cueva es la consecuencia de que vos tengas desdoblamiento cambiario, que no haya dólares en el país, de que la gente tenga plata negra, así que me parece que va a haber que hacer un trabajo integral donde van a tener que participar todos. No se resuelve de una sola manera la seguridad, la acción policial es una de las patas, pero no es la única.

Waldo Wolf en el Ciclo de Entrevista
Waldo Wolf en el Ciclo de Entrevista con estudiantes de la Escuela de Comunicación

—En caso de que no pueda negociarse políticamente los piquetes en la 9 de julio y en caso de que sea usted parte del equipo de seguridad de Jorge Macri, ¿Cómo se piensa accionar frente a estas situaciones?

—Yo todavía no fui confirmado, yo trabajo con Jorge Macri hace muchos años, soy parte de su equipo y voy a estar donde él decida. Lo que te voy a decir tiene que ver con concepciones políticas, no con alguna decisión operativa. Nosotros le tenemos que buscar una solución a eso y vamos a interactuar con el gobierno nacional. Jorge Macri ya ha dado algunos adelantos sobre que va a trabajar para denunciar aquellas movilizaciones que tengan niños. No es lógico que un niño esté al sol cortando, un niño no tiene absolutamente nada que ver con un reclamo político, estamos hablando de cuestiones que vulneran tratados internacionales como los Derechos del Niño, la obligación de que esté en el colegio. También entiendo que hay momentos donde, si la política no actúa, es sumamente peligroso porque lo que va a terminar pasando un día es que la gente se va a cansar y va a acelerar ante una movilización. Soy de la idea de que primero hay que agotar todas las este instancias integrales. Yo donde me toca estar, estoy dispuesto a jugarme políticamente, de manera muy fuerte, creo que es la última posibilidad, por lo menos de mi generación, de hacer un gran cambio. Junto a el equipo de Jorge vamos a hacer todo lo que haya que hacer para resolver este tema claro, pero si la negociación política no avanza o si hay un niño en una manifestación, vamos a hacer las denuncias que correspondan, vamos a denunciar a quien corresponda.

—¿Existe la decisión de "piquetes cero" en la Ciudad de Buenos Aires?

—Hay decisión de resolver el problema, me preguntas a partir del 10 de diciembre pero este tema no se resuelven en un día, pero si hay decisión de resolver puede llevar más o menos tiempo puede incluir distintas alternativas dentro de la ley, pero hay una decisión política de que la sociedad de dar el debate de utilizar las herramientas para resolver este tema de una vez bien más.

—¿Usted cree que la represión es una forma de disolver los piquetes?

—La represión en sí misma es una palabra en abstracto. Si vos atacas un policía y este policía te reprime, es la consecuencia de una acción, toda acción genera una reacción. Yo creo en la represión como última instancia, después de todas las que se tienen que dar. Vos veías en algún momento grupos de quebracho, parados en la calle, con las caras tapadas y con un palo, y yo te tengo que cuidar de alguien que está con un palo. No es el mismo caso de un dirigente social, que está dispuesto a tener una conversación. No es una opinión mía la represión a una acción delictiva, después de un proceso donde se agotan todas las instancias en defensa del interés de la ciudadanía, es parte de un proceso establecido en la Constitución Nacional.

—Luego de los polémicos comentarios sobre la dictadura, que no impactó en la elección presidencial. ¿El votante de Milei se olvidó de la historia?

—Yo creo que hay un uso desproporcionado de ciertas frases que entiendo que a ciertos sectores le quedan mal porque no se condice con una realidad posible. No coincido en los que te dicen que volvió la dictadura. La verdad que me parece una ridiculez absoluta, pero porque la Argentina no está preparada para eso, ni lo va a tolerar y la sociedad no lo va a tolerar, pero me parece que no tiene, no tiene correlato con la realidad. Ese tema tiene que encontrar un equilibrio y un cauce, me parece que, si bien la dictadura la sufrió toda la sociedad, hay ciertos sectores que lo sufrieron en primera persona, pero dentro de esos sectores hay sectores que hicieron un uso político por demás y hasta lo banalizaron, y después de tanto hay otro sector que pega un banquinazo y se va para el otro lado, este tema tiene que encontrar un equilibrio. Yo entiendo que el símbolo los 30.000, que es un símbolo clarísimo que tuvo que ver con la reivindicación de poner en el mapa un tema. Creo que no está en duda, que en la Argentina hubo una dictadura, que hubo militares dictadores, que hubo desaparecidos, que hubo una desaparición sistemática por parte del Estado. Ahora tampoco está en duda de que hubo ciertos sectores que hicieron un uso político personal de esto, que lo utilizaron para esconder que también que así como existió eso, también hubo una triple A, existio el el decreto 1272, donde Isabel Martínez de Perón firmó un decreto donde dijo la palabra aniquilar a subversión, y que del ‘74 al ‘76 también hubo desaparecidos entonces es cierto que hubo militares que desaparecieron gente.

—¿El impacto de Mauricio Macri fue fundamental para el triunfo en el balotaje de Milei?

—Me parece que no es monocausal, yo creo que Javier Milei es presidente por un montón de motivos, y que también es muy argentino que algunos analistas, algunos periodistas o algún político, venga y explique porque creo que es muy arrogante y muy soberbio. Creo que uno entiende porque me parece que hay un montón de cosas. Yo tiendo a pensar de que cuando vos ves la composición social del voto de Javier Milei, que es absolutamente transversal, desde los hijos de casa muy bien hasta gente de lo más humilde. Hoy la sociedad argentina pidió un disruptivo que venga y rompa el sistema. Creo que lo de Mauricio contribuyó, yo fui el primer político que públicamente se expresó a favor de Milei, pero creo que lo de Mauricio tuvo que ver, pero tengo la humilde sensación de que Javier hubiese sido presidente igual, sacó mucha diferencia.

—¿Cree que va a ser el fin del kirchnerismo? ¿O que en estos cuatro años van a hacer campaña para volver al poder?

—Yo espero que sea el fin del modelo político. Mi espacio también es imperfecto, y nos tocó ser el gobierno del que el kirchnerismo se siente orgulloso. Se vanaglorian del clientelismo y te reivindican a un feudo como Formosa, que lo conozco muy bien y es donde el 70% de la gente depende de un señor que reparte un plan, un contrato o un subsidio. Se abraza con Cuba, Nicaragua, Venezuela e Irán, y para que catalogue a Hamás de grupo terrorista medio que tienen que ponerlos contra la pared. Nos han hecho reivindicar a países donde realmente se violan los derechos humanos, como Venezuela. Definitivamente las ideas del kirchnerismo no han funcionado, hago autocríticas de mi gobierno que no funcionaron y deberían hacer lo mismo, y no seguir casado con esa idea del fracaso. Algunas personas habrán hecho bien, pero espero que las cosas en las que han fracasado terminen porque nos han postergado.

—Agradecemos su participación nuevamente en el Ciclo de Entrevistas con estudiantes de Periodismo de Perfil Educación y le damos la posibilidad de hacer un comentario final.

—Creo humildemente que ya a mi edad, después de haber pasado por un montón de cargos en la vida, tanto cívicos como privados, sociedades civiles y ONGs, entiendo que hay que empezar a buscar un poco más nuestros puntos intermedios, no tanto blanco o negro. No creo que el kirchnerismo sea demencial ni que el liberalismo venga a terminar con la democracia, hay puntos intermedios. Los invito a que a que exploren esto. Como dice la famosa canción de “Sting” en plena Guerra Fría: “Los rusos también aman a sus hijos”. Así que a buscar estos puntos intermedios. Y si los encontramos, por ahí, podes manifestarte en una vereda o en una plaza o pedir un momento para cortar la calle, y no necesitamos ni que un ciudadano argentino, que también cobra un sueldo, reprima para que pase una ambulancia ni tampoco mandarte a tu casa para que no puedas expresarte.

Por Brenda Martinez García, Marcos Pintos y Melody Blanco
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación

Escuela de Comunicación del Grupo Perfil