Cada año, a cientos de personas se les diagnostican enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplásica, linfoma o mieloma. Alguien que no responde óptimamente a la quimioterapia, o que presenta alguna condición que pronostica mucha gravedad, puede salvar su vida a través de un trasplante de células de médula ósea.
Las CPH, o Células Progenitoras Hematopoyéticas, son también conocidas como “células madres sanguíneas”. Se trata de aquellas células inmaduras que se pueden transformar en plaquetas (indispensables para la coagulación), glóbulos blancos (organizan las defensas contra virus, bacterias y parásitos) o rojos (llevan el oxígeno a todos los tejidos del cuerpo).
Hay dos clases de trasplante de CPH: el autólogo -un autotrasplante mediante el cual se infunden células propias- y el alotrasplante, en el que se implantan células extraídas de otra persona genéticamente compatible. En estos casos, sólo el 25 por ciento de los pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante compatible en su grupo familiar, por lo que deben recurrir a alguien no emparentado.
Por eso existen en el mundo diversas vías para hacerlo. En Argentina, hay que donar sangre e inscribirse en el Registro Nacional de Donantes Voluntarios de CPH. Este viernes 1 de abril es el Día Nacional del Donante de Médula Ósea. Ese día, en 2003, el Ministerio de Salud nacional puso en funcionamiento el Registro Nacional de CPH en el ámbito del INCUCAI.
Para recordar la importancia de este acto “solidario, voluntario y altruista”, se están haciendo colectas de donación de sangre en los Servicios de Hemoterapia de más de 200 centros de todo el país. Al momento de donar sangre, se da el consentimiento para ingresar en el Registro.
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Para ello, es necesario gozar de buen estado de salud, tener entre 18 y 40 años y pesar más de 50 kilos. Cuanto más joven es la persona, más tiempo puede permanecer activa en el registro. Cuando no se donan con un procedimiento quirúrgico, desde la misma médula, las CPH se “pescan” desde la sangre mediante unos aparatos que se conocen como separadores celulares. Es la forma más común y tiene un riesgo muy bajo de complicaciones, precisa Gustavo Kusminsky, jefe del servicio de Trasplante de Médula Ósea del Hospital Austral. Los especialistas hacen foco en que donar médula ósea es como donar sangre, ya que se reproduce constantemente.
Desde hace 19 años, 1.376 pacientes pudieron acceder a un trasplante de médula ósea con donantes provenientes de los Registros, gracias al aporte de 352 personas. El año pasado se alcanzó un récord de donantes, al lograrse 71 procesos de donación. Los centros de donación se pueden consultar en www.argentina.gob.ar/salud/mapamedula . La información sobre colectas, en www.argentina.gob.ar/donar-medula/colectas.