El microsatélite argentino Atenea finalizó su integración y está listo para ser parte de la histórica misión Artemis II de la NASA, el primer vuelo tripulado hacia la Luna desde 1972. Este CubeSat permitirá medir radiación en órbitas altas y recopilar datos esenciales para futuras exploraciones espaciales, colocando a Argentina en un rol destacado en la carrera espacial internacional.
Entre el 1 y el 12 de septiembre de 2025, Atenea completó la fase final de integración en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de Córdoba, donde fue sometido a pruebas de vibración, termovacío y compatibilidad electromagnética exigidas por los estándares de la NASA. Tras superar con éxito estas pruebas, el satélite fue trasladado a Estados Unidos este viernes 26 de septiembre para su integración al cohete SLS que lanzará el primer vuelo de prueba de Artemis II.
“El hecho de que un desarrollo argentino forme parte de esta misión demuestra que nuestro país posee capacidades científicas y tecnológicas de nivel mundial”, destacó Darío Genua, vocero del proyecto. Atenea permanecerá acoplado a la nave Orion hasta su despliegue en las etapas iniciales de la misión lunar.
El satélite argentino se sumará a otros CubeSats internacionales de Alemania, Corea del Sur y Arabia Saudita, reforzando la dimensión global y científica de Artemis II. Su función principal será validar tecnologías críticas, incluyendo la medición de radiación, la recolección de datos GPS y la prueba de enlaces de comunicación de largo alcance.
El lanzamiento de Artemis II está previsto para abril de 2026, y será el primer vuelo tripulado del programa Artemis, que busca establecer una presencia humana sostenible en la Luna como paso previo a futuras misiones a Marte. Esta participación histórica coloca a la Argentina en un selecto grupo de países con desarrollos satelitales integrados a una misión tripulada de alto perfil internacional.
Tecnología nacional rumbo al espacio
Atenea un CubeSat de 12 unidades (12U), con dimensiones de aproximadamente 30x20x20 centímetros y un peso de 11 kilos. Su misión principal consiste en medir la radiación en órbitas altas, evaluar componentes para uso espacial, recopilar datos GPS y validar enlaces de comunicación de largo alcance, aportando información clave para futuras misiones de exploración.

El desarrollo del satélite se realizó bajo el programa SARE (Sistema Argentino de Alta Revisita), con la participación de la CONAE, la UNLP, la UNSAM, la FIUBA, el IAR, la CNEA y la empresa VENG S.A. Profesionales y estudiantes del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) y del Departamento de Ingeniería Aeroespacial lideraron la ingeniería de sistemas, el control térmico y la fabricación de piezas, mientras que el grupo SENyT desarrolló subsistemas de comunicación, computadora de a bordo y receptor de GNSS.
Durante la integración final en el CETT, el equipo realizó ensayos funcionales y ambientales, asegurando que el satélite cumpliera con los estrictos estándares de la NASA. “En el CETT se hicieron pruebas de vibraciones, radiofrecuencia y termovacío. Salió todo muy bien”, afirmó Joaquín Brohme, coordinador del proyecto por el CTA.
El CubeSat será integrado al lanzador en el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, durante los próximos días. Sin embargo, no llegará hasta la Luna, ya que su despliegue se realizará en las etapas iniciales de la misión.
El nombre Atenea, inspirado en la diosa griega de la sabiduría y la estrategia, simboliza la planificación, el conocimiento y la cooperación detrás de este desarrollo tecnológico. La misión no solo validará subsistemas críticos, sino que también posiciona a Argentina como actor clave en la exploración espacial internacional, con satélites de bajo costo y alto rendimiento.
Además del desarrollo tecnológico, el proyecto busca contribuir al fortalecimiento del ecosistema espacial nacional, potenciando la colaboración entre universidades, empresas y organismos científicos en proyectos de gran complejidad internacional.
La Argentina en una misión histórica
La participación de Atenea en Artemis II es resultado del acuerdo firmado en mayo de 2025 entre CONAE y la NASA, y permitirá que Argentina forme parte de un selecto grupo de países con satélites integrados en misiones tripuladas de alto perfil internacional. El CubeSat será desplegado antes del acercamiento a la Luna, junto a satélites de Alemania, Corea del Sur y Arabia Saudita.

“El programa Artemis requiere estándares de calidad y confiabilidad muy exigentes. Haber sido seleccionados demuestra que nuestras capacidades técnicas y operativas están al más alto nivel internacional”, resaltó Raúl Kulichevsky, director ejecutivo de la CONAE. Por su parte, Marcos Actis, decano de la FIUBA y director del CTA, destacó que Atenea es el hermano mayor del satélite USAT 1, consolidando la colaboración entre la NASA y Argentina iniciada con la serie de satélites SAC.
El equipo argentino viajó a Estados Unidos para la entrega y revisión final del satélite, asegurando que cumpla con todos los requerimientos de la NASA. La estudiante Aldana Guilera detalló que deberán responder consultas sobre la documentación técnica elaborada durante el desarrollo.