Hace 50 años, la misión Apollo XI se posó sobre la Luna ante la mirada atónita de 650 millones de espectadores de todo el mundo que no podían creer lo que veían. El hombre no solo fue capaz de llegar a este satélite natural de la Tierra, sino además transmitir este hito a nivel mundial cuando la tecnología aún era muy incipiente en muchos sentidos.
Si bien en el envío de la señal satelital desde Estados Unidos no estaba considerado ningún país de Sudamérica, un grupo de ingenieros de la Estación Terrena de Balcarce -que estaba en plena etapa de instalación- lograron ajustar y mover la antena para recibir y transmitir la señal del satélite Intelsat III.
Así, el 20 de julio de 1969 a las 22:55 la figura borrosa del primer hombre que pisa la superficie lunar llegó a los hogares argentinos. Se logró la primera transmisión vía satélite del país.
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“La industria espacial con estos objetivos tan ambiciosos empujó a distintos países a tratar de estar ahí, como con la transmisión satelital que podría haber aparecido cinco o siete años después. Pero la llegada a la Luna generó la motivación de estar presente. El espíritu que transmite estos grandes emprendimientos espaciales también se vio reflejado en Argentina, en la que era en ese entonces Entel, para tratar de tener lista la estación terrena de Balcarce y poder transmitir a toda Argentina eso que sucedía y conmovía a todo el planeta”, explicó Raúl Kulichevsky, director ejecutivo de la Conae.
Inaugurada oficialmente por Entel el 20 de septiembre de 1969, la primera Estación Terrena en el país está ubicada en el kilómetro 48 de la Ruta Nacional 226, que une las localidades de Mar del Plata y Balcarce, sobre un amplio valle rodeado de sierras. “Se eligió ese lugar porque las sierras La Vigilancia y El Volcán actúan como escudo antes interferencias atmosféricas para que las comunicaciones fueran lo mejor posible”, le explicó a PERFIL Marcelo Blanco, a cargo de la Estación Terrena de Balcarce que en la actualidad opera Telefónica.
Su construcción comenzó en 1967 cuando se llamó a licitación internacional por una estación terrena para la Argentina. De la misma resultó ganadora una empresa italiana (Consorzio per Sistemi di Telecomunicazioni Vía Satellite Societa per azioni) quien se encargó de la construcción, puesta en servicio y entrenamiento del personal argentino que iba a operar la nueva estación terrena.
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“Cuando se estaba construyendo la estación con la primera antena Balcarce I – de 30 metros de diámetro- surgió el tema de la misión Apolo XI. Lamentablemente, como la estación estaba bajo prueba no se llegó a transmitir el lanzamiento de la misión. Pero el 20 de julio de 1969 mis compañeros pudieron lograr ajustar y mover la antena de tal manera que se logró recibir la señal de Intelsat y de ahí retransmitirla a los canales de aire”, detalló Blanco.
De acuerdo a datos de la época, 650 millones de personas pudieron ver en vivo y en directo la llegada del hombre a la Luna. Una cámara colocada en el módulo lunar envió las imágenes a tres antenas puestas de forma equidistante alrededor de la Tierra en Goldstone (California); Honeysuckle Creek (Australia); y Fresnedillas de la Oliva (España). Si bien las tres fueron imprescindibles para el éxito de la misión, la estación de Australia fue la que proveyó de las imágenes televisadas que recorrieron el mundo. Curiosamente, la NASA no posee las filmaciones originales del acontecimiento: las perdió hace algunos años cuando borró unas 200 mil cintas para poder reutilizarlas.