Un grupo inusual de asteroides conocidos como co-orbitales de Venus y, cuyo tamaño ronda entre los 300 y 400 metros de diámetro, llamó la atención de los astrónomos de la NASA. De acuerdo a un estudio publicado en la revista de divulgación científica Icarus, pueden llegar a experimentar una inestabilidad orbital después de aproximadamente 12 mil años y sostienen que la imprevisibilidad de sus movimientos puede afectar a la Tierra en el futuro.
Los científicos coinciden en la importancia de su monitoreo continuo como parte de los esfuerzos de defensa planetaria. Las perturbaciones gravitacionales, especialmente provocadas por la interacción con otros planetas, pueden alterar significativamente su recorrido.
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En palabras de los investigadores citados por Icarus, el análisis de estos asteroides ocultos, no sólo es relevante por su posible impacto, sino también porque amplía nuestro entendimiento del entorno dinámico que rodea a nuestro planeta.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio ha detectado 20 planetoides, de los cuales tres de ellos podrían adoptar trayectorias que los lleve eventualmente a cruzar la órbita terrestre.
Aunque no hay una amenaza inminente, los astrofísicos subrayaron que “la cooperación internacional y la inversión en tecnología son elementos clave para salvaguardar nuestro planeta ante cualquier eventualidad”.
Aunque estos asteroides escondidos cerca de Venus no representan un peligro inmediato, su existencia refuerza la urgencia de contar con un sistema de monitoreo sólido, capaz de reaccionar ante los escenarios del cosmos.
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No obstante, los expertos indicaron que, incluso en los peores contextos simulados, cualquier posible acercamiento ocurriría en miles de años.
La NASA con la mira en los asteroides co-orbitales, lanzará el telescopio infrarrojo NEO Surveyor
La NASA planea lanzar el telescopio infrarrojo NEO Surveyor, un instrumento espacial que evitará las distorsiones atmosféricas y proporcionará una imagen mucho más clara del entorno cercano al Sol. Además, permitirá afinar los modelos orbitales y mejorar la detección temprana de asteroides “potencialmente peligrosos”.

El telescopio de solo 50 centímetro de diámetro tendrá un alcance de hasta 48 millones de kilómetros. Utilizando tecnología infrarroja y aprovechando su posición fuera de la atmósfera de la Tierra, el NEO Surveyor detectará los cuerpos mayores a 140 metros de diámetro a semanas de que lleguen al planeta.
A través de los sensores infrarrojos, los científicos se aseguran de identificar a los objetos cósmicos que no reflejen la luz del sol y estén “ocultos” ante los instrumentos convencionales.
Fuente: con información de es.wired.com
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