Aquel objeto de extraña forma que pasó más allá del Sol y la Tierra en 2017 en una trayectoria desde fuera de nuestro Sistema Solar provocó una especulación en el mundo científico.
Muchos pensaron que ese objeto de 1 km de extensión era un asteroide, pero un nutrido grupo de académicos se alineó detrás del astrofísico teórico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, quien sorprendió al mundo al decir que ese objeto, bautizado ‘Oumuamua, era un un objeto creado por una civilización extraterrestre: una sonda, una antena o incluso una nave espacial.
"Probablemente no estemos solos", aseguró Loeb. "Debemos tener la mente abierta y buscar evidencia en lugar de asumir que todo lo que vemos en el cielo deben ser rocas", aseguró entonces.
Asteroide Oumuamua: profesor de Harvard cree que tiene origen alienígena
Impulsado por lo revolucionario de su afirmación, el destacado astrónomo de Harvard reunió a un equipo internacional de científicos para crear el “Proyecto Galileo”, que se propone buscar evidencia de tecnología construida por civilizaciones extraterrestres. Se tratará de una red global de telescopios, cámaras y computadoras que, manejados por las mejores mentes del mundo, investigarán los objetos voladores no identificados que hay en el Universo.
Dada la investigación reciente que muestra la existencia de planetas similares a la Tierra en toda la galaxia, “ya no podemos ignorar la posibilidad de que civilizaciones tecnológicas nos precedieran”, dijo el profesor Loeb, director del proyecto. “El impacto de cualquier descubrimiento de tecnología extraterrestre en la ciencia, en nuestra tecnología y en toda nuestra visión del mundo sería enorme”, agregó.
“Lo que vemos en nuestro cielo no es algo que los políticos o el personal militar deban interpretar, porque no fueron preparados como científicos, es para que la comunidad científica lo averigüe”, dijo Loeb.
Loeb, un israelí-estadounidense de 59 años, está en desacuerdo con muchos colegas de la comunidad astronómica, lo que explica el nombre del nuevo proyecto, el del astrónomo italiano Galileo Galilei, quien fue denostado cuando proporcionó evidencia clave de que la Tierra no estaba en el centro del Universo. Y desató una polémica al sugerir que bautizado ‘Oumuamua, que pasó brevemente por nuestro sistema en 2017, podría haber sido obra de otras civilizaciones impulsada por vientos solares.
"Sabemos que la mitad de las estrellas similares al sol tienen un planeta del tamaño de la Tierra aproximadamente a la misma distancia de la estrella, por lo que pueden tener agua líquida en la superficie, esa es la química de la vida", dijo. "Eso significa que si tiras los dados miles de millones de veces en la Vía Láctea, probablemente no estemos solos..."
Sobre ‘Oumuamua, Loeb dijo: "Es posible que haya mucha basura espacial o sea una sonda. No lo sabemos porque no recopilamos suficientes datos, suficiente evidencia y solo estoy alertando a todos para que busquen objetos como ese para que la próxima vez que venga uno lo examinemos con más cuidado".
Después de que Loeb publicara un libro, Extraterrestrial: The First Sign of Intelligent Life Beyond Earth, en el que argumentaba que ‘Oumuamua era una especie de tecnología alienígena, muchos hombres adinerados se pusieron en contacto con él para ofrecer fondos para su investigación. Cuatro de ellos finalmente donaron 1,75 millones de dólares, suficiente para que Loeb pudiera poner en marcha el Proyecto Galileo.
El misterio de Oumuamua: proponen nueva hipótesis sobre el objeto interestelar
El Proyecto tendrá como principal objetivo obtener imágenes de alta calidad de fenómenos aéreos no identificados (UAP, por sus siglas en inglés) para descubrir su naturaleza. Varios observatorios astronómicos ya existentes y nuevos, como el Observatorio Vera C. Rubin actualmente en construcción en Chile, se sumarán al Proyecto Galileo, que además de estudiar ovnis pretende investigar los objetos que visitan nuestro sistema solar desde el espacio interestelar y buscar satélites extraterrestres que puedan estar sondeando la Tierra.
El proyecto, que cuenta con investigadores de Harvard, Princeton, Cambridge, Caltech y la Universidad de Estocolmo, quiere realizar lo que Loeb llama “arqueología espacial”, destinada a complementar el campo de la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI), que busca principalmente señales de radio extraterrestres.
“La comunidad científica debe tener la mente abierta. Así es como progresamos”, dijo Loeb, que recibió el apoyo de muchos investigadores involucrados en la SETI. “Todo el mundo estaría encantado de ver de cerca” algo como ‘Oumuamua, dice el astrónomo Jason Wright, director del Centro de Inteligencia Extraterrestre de Penn State. “Definitivamente deberíamos estar listos para el próximo 'Oumuamua”, dijo el astrofísico Adam Frank de la Universidad de Rochester. “Aprenderemos mucho sobre estas cosas, sean las que sean”.
ds