CIENCIA
a la playa con tablets y celulares

Tecnodependencia: desconectarse en vacaciones puede provocar ansiedad

Describen un nuevo trastorno que se conoce como FoMO, el miedo a estar offline y no saber qué pasa en las redes sociales. Aconsejan no parar la actividad en seco sino dejar de a poco.

Espaldas al mar. La mayoría de los turistas busca poder acceder a internet desde la playa. Expertos aconsejan aprovechar el verano para repensar el uso de la tecnología.
| Marcelo F. Aballay

Irse de vacaciones al mar o a las sierras para desconectarse de todo, hasta de lo que pasa en las redes sociales, puede ser para muchos un deseo a cumplir este verano. Pero para otros, pasar de estar hiperconectados a vivir sin internet, sin ver las fotos que subieron los amigos a Facebook y sin leer el último tuit, puede generar estrés o ansiedad, y convertirse en una patología.

El nuevo trastorno ligado a la tecnología y las redes sociales se denomina FoMO, por la sigla en inglés de Fear of Missing Out (miedo a quedarse afuera), y los especialistas lo definen como una preocupación irracional por estar desconectado, por perderse el último tuit, post o foto publicada y estar “out” de lo que pasa en las redes sociales.

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“En los consultorios especializados en temáticas de ansiedad se está encontrando la sintomatología hoy definida como FoMO en forma cada vez más frecuente”, le dijo a PERFIL Juan Manuel Bulacio, psiquiatra y jefe de la Sección de Ansiedad y Estrés del Hospital César Milstein. Y agregó: “Si bien es algo todavía reciente y que está siendo estudiado, se lo considera un componente más de otras patologías ligadas a cuadros relacionados con el llamado ‘tecnoestrés’ o la ‘tecnoansiedad’”.

Para Gabriela Martínez Castro, directora del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de la Ansiedad, esta sintomatología es muy reciente y comenzó a identificarse en los consultorios especializados en los últimos dos años. “Lo que estamos viendo es que afecta en mayor medida a mujeres de hasta 50 años y a adolescentes desde los 12 años, a partir de que tienen acceso a su primer celular”.

Para esta especialista, los que padecen este síntoma con mucha intensidad pueden ver alterada su calidad de vida, ya que consultar las redes en forma constante y sentir miedo a estar offline puede llegar a ser inhabilitante para su quehacer cotidiano. Los pacientes que la padecen pueden, incluso,  tener molestias físicas y hasta sufrir ataques de pánico.

Desenchufarse. Para los especialistas, el miedo a perderse lo que pasa en las redes sociales puede salir a la superficie en momentos que demandan una desconexión como, por ejemplo, las vacaciones de verano. Es que para los usuarios que durante todo el año están hiperconectados es difícil llegar al lugar elegido para vacacionar y tener que guardar el smartphone en el bolso a la fuerza porque no hay señal de internet. Hasta lograr entregarse a una tarde de juegos en la arena, deportes acuáticos y rondas de mate con amigos sin revisar el celular a cada rato puede volverse un desafío.

En las playas de Mar del Plata conseguir señal es un caos y se puede ver a varios turistas que deciden tomar o comer algo en alguno de los paradores que ofrecen wi-fi sólo para bajar e-mails o revisar las últimas actualizaciones de Facebook. “En las playas públicas va y viene la señal, prefiero estar en un parador, almorzar y tener wi-fi. Estoy de vacaciones pero por temas de trabajo puede ser que necesiten mandarme algo por email”, le contó Jorge D’Iorio a PERFIL. “La gente pide la clave de internet casi al mismo tiempo que solicita algo para tomar en el bar. Está naturalizado. Todos estamos con el celular en la mano todo el tiempo. Y pensar que está el mar para mirar...”, dice, nostálgico, Carlos, mesero del parador del balneario marplatense Mariano.

Aunque las vacaciones son un desafío para este nuevo trastorno, también pueden ser una oportunidad. Los expertos coinciden en que esta época del año es la más adecuada para “repensar el uso que hacemos de la tecnología y para incorporar hábitos que nos ayuden a reequilibrar nuestra vida”. Y aconsejan desactivar las notificaciones de redes sociales en el smartphone antes de salir de viaje y aprovechar el tiempo libre para reunirse cara  a cara con amigos en lugar de sólo chatear online.

En el caso de que ya se haya desarrollado un trastorno obsesivo compulsivo, controlar esa situación. “Todo depende del grado de ansiedad u obsesión que el FoMO exprese. Si es muy alto, posiblemente haya que recetar alguna medicación específica. Y combinarla con diversas terapias cognitivas y corporales que incluyen técnicas de relajación y respiración”, concluyó Bulacio.