CIENCIA
referentes cientificos de cambiemos

“Vamos a duplicar el presupuesto; queremos generar más confianza de los investigadores”

Agustín Campero, Jorge Aguado y Carlos Melo son parte del equipo que asesora en CyT a Mauricio Macri. Su plan incluye mejorar la vinculación entre tecnología y sector productivo y las remuneraciones a los especialistas.

Agustín Campero. Economista (UBA). Es secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Facultad Regional Buenos Aires de la UTN. n Jorge Aguado. Ingeniero industrial (ITBA). Director ge
| Pablo Cuarterolo

Mauricio Macri aún no definió quién estará al frente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva en caso de ser elegido presidente el próximo domingo, por lo que PERFIL entrevistó a sus referentes en la materia: Carlos Melo, director de Ciencia y Tecnología de la Ciudad de Buenos Aires; Jorge Aguado, director de Tecnología Educativa del Ministerio de Educación porteño y el radical Agustín Campero, secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de  la UTN- Buenos Aires.
En una semana marcada por manifestaciones en distintas ciudades del país de un grupo de investigadores y becarios del Conicet en apoyo a Daniel Scioli –hasta hubo una “lavada de platos” simbólica en las escalinatas de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA–, el equipo de ciencia de Macri aseguró que “asimilar Cambiemos con la década del 90 no tiene ni pies ni cabeza” y prometió duplicar la inversión en investigación y desarrollo, y actualizar los sueldos de los investigadores. “Vamos a generar la confianza de los científicos”, aseguró el ingeniero Jorge Aguado.
—¿Cómo evalúan la gestión del actual ministro Lino  Barañao?
CAMPERO: Creo que la gestión fue buena; fue un gran acierto llevar al rango de ministerio el área de ciencia y tecnología, que se haya subido el presupuesto que hoy está en 0,65% del PBI, que haya más investigadores y becarios, y que se considere a la ciencia y la tecnología como estratégicas para el desarrollo del país. Lo que vemos es que esto no se correspondió con otras áreas de gobierno que no llevaron el conocimiento ni a científicos para que diseñen políticas públicas y las evalúen. Creo que el gran aporte que nosotros podemos hacer es duplicar el presupuesto al 1,5% del PBI.
AGUADO: Encontramos todos esos puntos positivos, pero también muchos otros en los que no trabajó la gestión del gobierno actual. Tanto la inversión como los sueldos de los becarios e investigadores, si se miden frente a la inflación, son menores que los de 2008. Hay que mejorar los sueldos y la inversión en infraestructura y equipamiento.
—En caso de ganar las elecciones ¿cómo harán para aumentar el porcentaje de inversión privada destinado a CyT?  
MELO: Un punto importante es la macroeconomía, que hace que las empresas piensen tres veces antes de hacer una inversión a largo plazo. Pero con una macroeconomía equilibrada, habrá más inversión privada. Otro punto es apoyar la ciencia aplicada sin desmedro de la otra. Si no existe ciencia básica de calidad, no hay nada que aplicar.
—¿Cómo se puede vincular la ciencia con el sector productivo?
A: El plan es focalizar en los principales sectores: en energía, salud, desarrollo social, todo lo que tenga que ver con infraestructura productiva y de base. En cada uno de estos sectores el trabajo debe estar alineado con los objetivos que planteamos.  Proponemos un trabajo más de integración y consenso de todos los actores que tienen que ver con la ciencia, la innovación y la tecnología a lo largo del gobierno. En ese sentido, queremos replicar la visión que se tuvo en el gobierno de la Ciudad, en donde todos los ministerios participan de una mesa de innovación en que trabajamos de manera conjunta.
—Hablando de la Ciudad, ¿por qué la ciencia y la Dirección de Ciencia y Tecnología tienen poca visibilidad?
 M: Porque la ciencia en la Ciudad está distribuida en todos los ministerios y no en la Dirección en sí misma. En casi todas las áreas hay una cantidad de inversiones en ciencia y tecnología  e investigaciones que se hacen en conjunto entre todos los ministerios y no dentro de un lugar cerrado. Esa es la razón por la que la Dirección aparentemente es pequeña dentro de lo que es la Ciudad.
—¿Qué presupuesto está destinado a ciencia en la Ciudad?
M: Es complicado porque debería sacarlo de cada uno de los diferentes ministerios.
C: La crítica de estas semanas es muy injusta porque tratan de asimilar lo que es el Ministerio de Ciencia con la Dirección de Ciencia y Tecnología en la Ciudad y son entidades distintas.
A: En la Ciudad hay una ley de inversión en investigación y desarrollo que  establece que hay que llegar al 1% del presupuesto,  básicamente eso sería $ 860 millones. Sólo para tener una idea, en mi Dirección, lo que invertimos en tecnología aplicada a la educación son más de $ 500 millones por año, con lo cual sumando todo lo que invierten los distintos ministerios en tecnología aplicada más lo que viene de ciencia y lo que se invierte en salud, seguro que pasamos el 1%.
—En una carta varios becarios y  científicos de renombre dijeron que “el triunfo de Macri significaría un retroceso y que deberán volver a lavar los platos”. ¿Qué les responden?
 C: Que nosotros vamos a duplicar la inversión, que se van a actualizar los sueldos de los investigadores, que se invertirá muchísima plata en infraestructura, en investigación básica y aplicada, en la mejor relación entre investigación y producción para que Argentina sea más competitiva. Asimilar Cambiemos con la década del 90 no tiene ni pies ni cabeza, pero es parte de la campaña.
A: En Cambiemos tenemos una postura en la que trabajamos en base al consenso. Este plan está abierto para recibir cualquier tipo de propuesta y mejora. Nuestra respuesta son las propuestas. Para nosotros, la ciencia, la tecnología y la innovación son necesarias para que la Argentina pueda ser más competitiva y para que los 14 millones de argentinos que hoy viven en la pobreza puedan salir.  
—¿Cómo evaluarían a los científicos?
C: Depende lo que hagan; los sistemas de evaluación son distintos en función del organismo científico al que pertenecen y a cuál es su área de conocimiento. La forma más tradicional es mediante la cantidad de publicaciones en revistas con referato. También está la cuestión de patentes y de desarrollos tecnológicos concretos; en ese sentido en estos años no se avanzó mucho.
—¿Cuando fue el lanzamiento del Arsat-1 Macri criticó ese proyecto, ¿qué opinan de la política espacial argentina?
  C: Estamos totalmente a favor del desarrollo de esas áreas estratégicas. Me siento muy orgulloso del proyecto Arsat y de los proyectos satelitales que tienen que ver con la política aeroespacial argentina que comenzó y se le dio impulso con el gobierno de Raúl Alfonsín, y eso cuando el  gobierno relata la historia no lo cuenta.
A: Estamos de acuerdo con Arsat y con el resto de las políticas que tienen que ver con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales. Hay que seguir trabajando y potenciar lo que se ha hecho bien hasta hoy