Científicos del Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona descubrieron debajo de las llanuras de Marte una enorme columna de roca fundida de 2500 millas (aproximadamente 4000 kilómetros). La particularidad del hallazgo es que esta zona podría contener los elementos necesarios para que prosperen "bichos alienígenas".
Según los investigadores, las rocas descubiertas parecerían generar metano e hidrógeno. A partir de las características de los microbios terrestres, los cuales utilizan estos gases como fuente de energía y prosperan en ambientes similares al detectado, consideran que es posible que estos microorganismos se desarrollen en el planeta rojo.
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"Los microbios en la Tierra prosperan en entornos como este, y eso también podría ser cierto en Marte", indicó al respecto Jeffrey Andrews-Hanna, geofísico planetario de la Universidad de Arizona.
El Servicio Metereológico Espacial (SWS por sus siglas en inglés) del Centro Australiano de Pronóstico del Clima Espacial explicó que si bien Marte es visto como un páramo frío y estéril que ha estado "muerto" durante millones de años, esta investigación demuestra que el planeta rojo está "muy vivo".
Respecto a la forma en que podría prosperar la vida subterránea en el planeta, los investigadores detallaron que la región presentó recientemente inundaciones de agua líquida. Sin embargo, la causa de este evento sigue siendo un misterio. Al respectó, Andrews-Hanna brindó una posible explicación: "El mismo calor de la columna que alimenta la actividad volcánica y sísmica en curso también podría derretir el hielo para provocar inundaciones y generar reacciones químicas que podrían sustentar la vida en las profundidades del subsuelo".
Además de ser un refugio para la vida, los científicos sostuvieron que la presencia de roca fundida explica la presencia los martemotos (terremotos en la superficie de Marte) cerca de esta región conocida como Cerberus Fossae, que alberga el complejo volcánico Elysium Planitia.
Asimismo, debajo de la superficie ocurren terremotos y erupciones volcánicas. "Nuestros resultados demuestran que el interior de Marte es geodinámicamente activo en la actualidad", describieron Andrews-Hanna y su colega Adrien Broquet.
Para realizar este descubrimiento, el equipo de científicos utilizó datos datos del rover Insight de la NASA, que aterrizó por primera vez en Marte en 2018. Además, combinó observaciones orbitales y modelos informáticos geofísicos del sistema de fisuras Cerberus Fossae.