Unos 50 ultrasonidos portátiles Butterfly iQ, producidos en Estados Unidos y aprobados por la FDA, llegaron al país la semana pasada para ponerse a punto e incorporarse a los protocolos de diagnóstico de Covid-19.
El dispositivo tecnológico puede facilitarle a los médicos el acceso inmediato a imágenes de diagnóstico, algo que permitiría acelerar el inicio de los tratamientos: se trata de un ecógrafo portátil, que pesa 300 gramos, cabe en un bolsillo y muestra las imágenes en la pantalla de cualquier smartphone.
“Este ecógrafo tiene una forma y tamaño similar al de una afeitadora eléctrica. El médico lo conecta a su celular y ve en su pantalla, en el momento, imágenes de una calidad prácticamente similar a las de los ecógrafos tradicionales. También puede transmitirlas a un centro médico o a un colega para tener otra opinión”, explicó a PERFIL Laurent Faracci, CEO de Butterfly Network, la compañía que desarrolló y puso a punto esta tecnología durante su presentación en el país.
Unitec Blue, una empresa de Corporación América dedicada a la tecnología, junto con el Ministerio de Salud de la Nación, Telecom Argentina y Samsung Argentina; la estadounidense Butterfly iQ, la Facultad de Medicina de la UBA, el infectólogo Daniel Stamboulian y los médicos Aldo Basanti y Jorge Carrascosa se encargaron de coordinar la llegada al país de los 50 equipos portátiles de ultrasonido para diagnóstico, que ya están entregados y esperando ser puestos en uso.
“Lo bautizamos Butterfly iQ y es –básicamente– un ecógrafo personal que cualquier profesional de la salud puede llevar en su bolsillo y utilizar en forma cotidiana, como si fuera un estetoscopio”.
