El pronóstico del índice UV para este jueves 11 de diciembre de 2025 en la ciudad de Buenos Aires (CABA) y la provincia de Buenos Aires (PBA) alcanzará un valor de 11, lo que se considera un nivel Extremo. Esta previsión implica un riesgo muy alto de quemaduras solares y daños en la piel si no se toman medidas de protección adecuadas, especialmente durante las horas centrales del día.
A nivel nacional, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y otras fuentes indican que la situación será de riesgo importante en gran parte del país. En el centro y norte de Argentina, el índice UV se mantendrá en rangos de Muy Alto a Extremo (valores entre 8 y 11+). Por ejemplo, Buenos Aires espera un pico Extremo (11), mientras otras zonas como el Litoral y el Noroeste podrían reportar valores similares, requiriendo protección extrema en todas las actividades al aire libre.
Qué es el índice UV y por qué es importante para la salud
El Índice Ultravioleta Solar Mundial (UVI) es una medida estandarizada internacionalmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras entidades, que indica la intensidad de la radiación ultravioleta (UV) solar que alcanza la superficie terrestre en un lugar y momento determinados. Se mide en una escala que va desde el valor mínimo de 0 (Bajo) y asciende a niveles como Moderado (3-5), Alto (6-7), Muy Alto (8-10) y Extremo (11+). Cuanto mayor es el número del índice, mayor es el potencial de daño para la piel y los ojos, y menos tiempo tarda en producirse.

Saber el Índice UV es crucial porque la radiación ultravioleta no se puede ver ni sentir, pero tiene efectos biológicos directos. Es una herramienta esencial de salud pública que informa a la población sobre la necesidad de tomar precauciones. Cuando el índice es igual o superior a 3, se recomienda activamente el uso de protección. Este valor ayuda a planificar actividades al aire libre, recordando que, incluso en días nublados o frescos, el índice puede ser alto y el riesgo de daño sigue presente.
El peligro de los rayos ultravioletas del sol para la salud
La exposición excesiva a la radiación UV es el principal factor de riesgo ambiental para el desarrollo de cáncer de piel, incluyendo el melanoma (el tipo más grave) y los carcinomas basocelular y escamoso. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS, la exposición a estos rayos provoca cambios degenerativos en las células y el tejido conectivo, llevando al fotoenvejecimiento prematuro de la piel, manifestado en arrugas y pérdida de elasticidad.

Además de los riesgos cutáneos, los rayos UV representan una seria amenaza para la salud ocular. La exposición prolongada está asociada al desarrollo de cataratas, una de las principales causas de ceguera evitable a nivel mundial, así como a otras afecciones como el pterigión (crecimiento anormal de la conjuntiva) y la fotoqueratitis (una especie de "quemadura solar" de la córnea). Protegerse es vital, ya que, aunque la radiación es esencial en pequeñas dosis para la síntesis de vitamina D.
Ante niveles de riesgo Alto o superiores, la OMS/OPS recomiendan enfáticamente la protección personal. Es fundamental evitar la exposición solar entre las 10 a.m. y las 4 p.m., el período de máxima intensidad de la radiación UV. En caso de no poder evitarlo, se debe buscar la sombra y utilizar una combinación de medidas.
Las medidas de protección incluyen el uso de ropa de manga larga y pantalones que cubran la mayor superficie de piel posible, un sombrero de ala ancha para resguardar el rostro, las orejas y el cuello, y gafas de sol envolventes que garanticen un 99% a 100% de protección contra los rayos UVA y UVB. Finalmente, es imprescindible aplicar generosamente un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) 30 o superior en todas las áreas de piel expuesta, y reaplicarlo cada dos horas, o después de nadar o transpirar excesivamente.