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Dos libros dos

Según se lee en la solapa de apertura, es sociólogo por la UBA. Más que un currículum, esos datos se parecen a los de un prontuario para un escritor.

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| Cedoc

Continuando con la promoción 2x1, versaré este domingo de invierno sobre dos libros de narrativa argentina recientemente publicados, escritos por autores de la misma generación. 

El primero es Trieste. Un cuento, de Pedro B. Rey (Buenos Aires, 1967), publicado por la editorial Leteo, de la que me entero, por la solapa trasera, que este es el noveno libro que publican. Habiendo leído seis de ellos, ese dato ya informa sobre el interés que me despierta su catálogo. Trieste vuelve a demostrar, como si fuera necesario, cierta vetustez en la taxonomía de los géneros: cuento largo, novela breve, relato ampliado, sus 149 páginas atraviesan los géneros y las clasificaciones (salvo aquella, definida por el autor, al afirmar que integra un ciclo por él mismo llamado La Lira Argentina) hasta desembocar en un sistema de proliferaciones o, mejor dicho, de bifurcaciones que incluyen tanto anclajes histórico social realistas (la trama transcurre en Buenos Aires, en el opresivo 1977) como llamados al género fantástico (habitantes que, a través de microimplantes, devienen zombis) y toques de roman à clef, bajo el modo de novela epistolar entre escritores. 

Se trata de una desmesura controlada: allí reside el talento de Rey, en dejar que el texto se le escape de las manos, pero poco. En dejar que la trama se expanda, pero no tanto. En permitir que la sintaxis se multiplique, pero no mucho. Trieste encarna, como un logro, y como pocos relatos en la literatura argentina reciente, la tensión entre control y descontrol, entre la utopía de narrarlo todo y el deseo de concentrarse en un solo punto desde el que se pueda pensar el universo.

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Gerardo Adrogué (Buenos Aires, 1966) publicó en estos días En lo que te has convertido, en la siempre querida editorial Paradiso. Según se lee en la solapa de apertura, es sociólogo por la UBA, con un máster en algún lugar y autor de artículos de referencia en esa disciplina. Más que un currículum, esos datos se parecen a los de un prontuario para un escritor. No obstante, Adrogué sale airoso de esos pesares y entrega un primer libro de relatos que, no me caben dudas, dará que hablar (positivamente). 

Compuesto por seis cuentos, o mejor dicho cuatro cuentos, una especie de artículo polémico y una pequeña pieza teatral, estamos en presencia de otro libro que cruza los géneros. Pero de una u otra manera, los relatos retoman la urgencia del debate político argentino de los últimos años –marcados por un saludable antimacrismo–, cruzado con situaciones personales de los personajes –rupturas amorosas, suicidios– intersectado a su vez por menciones a autores de las ciencias sociales y a situaciones socio-históricas reconocibles, en el que el peronismo aparece como telón de fondo siempre presente. 

Pero En lo que te has convertido no es un libro peronista. Desde la ficción, intenta pensar su opuesto: el odio al peronismo. Es justamente en esa peripecia –la de internarse en el terreno de su enemigo– que En lo que te has convertido agrega una marca propia a la larga tradición narrativa sobre esos asuntos. Parado con holgura en la hipercoyuntura, ese nerviosismo de la urgencia curiosamente le juega a favor al libro. Digo curiosamente porque esa posición tiene todo para fracasar, para llevar a la literatura al desastre. Por suerte no es el caso, más bien todo lo contrario.