COLUMNISTAS
Defensor de los Lectores

El difícil arte de equilibrar convicciones y opinión

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Polémica. El genocidio turco sobre los armenios se mantiene vivo. Cómo lo trata PERFIL. | cedoc

En una columna que titulé “La libertad de expresión es la madre de la verdad”, publicada el 2 de agosto de 2020, expuse las razones por las cuales ese diario dio espacio a los embajadores de Turquía y Azerbaiyán para replicar conceptos de su colega armenia en relación con el genocidio consumado por los turcos entre 1915 y 1923 y los actuales conflictos por Nagorno-Karabaj. Decía entonces: “Lo interesante de este tema es que reproducir las opiniones divergentes acerca de una cuestión desarrollada por un medio y por sus periodistas no compromete ni modifica necesariamente la postura que ese medio tiene respecto de la cuestión central, en este caso particular la tragedia de los armenios en 1915. Respecto del conflicto por la región de Nagorno-Karabaj, es un tema muy espinoso, y la mirada geopolítica de hoy puede resultar sesgada porque se juegan allí intereses no solo nacionales, históricos y territoriales sino también económicos y estratégicos de gran envergadura”. Citaba en ese texto al Nobel de la Paz 2010, Liu Xiaobo: “La libertad de expresión es la base de los derechos humanos, la raíz de la naturaleza humana y la madre de la verdad. Matar la libertad de expresión es insultar los derechos humanos, es reprimir la naturaleza humana y suprimir la verdad”.

En las últimas semanas se repite la situación, que las tres embajadas han trasladado a las páginas de este diario mediante cartas, réplicas y contrarréplicas. En el Correo de hoy se publica, además, una carta del presidente del Centro Armenio, Carlos M. Manoukian, quien critica con dureza la postura del diario al dar espacio a ambas posiciones, sin analizar algunos matices que confirman cuál es la postura de PERFIL, de este ombudsman y del editor de Internacionales coincidentes en calificar los hechos de 1915 como un genocidio. Los dichos del señor Manoukian son, cuanto menos, injustos para con este diario y sus periodistas. La cuestión de la persecución turca sobre los armenios a comienzos del siglo XX fue abordada, también, en la columna de este Defensor de los Lectores una semana después de la citada más arriba .

El editor de Internacionales, El Observador e Ideas, Santiago Farrell, fijó su posición en respuesta a los dichos del señor Manoukian: “El Diario PERFIL ha dado sobradas muestras de que considera a las masacres en cuestión un genocidio. Pero, personalmente, creo que es importante conocer los argumentos que esgrimen quienes minimizan ese crimen contra la humanidad, porque esa es la mejor manera de rechazarlos. El artículo en cuestión lleva un título explícito: “El genocidio armenio y la historia”. No es un artículo sobre una polémica –si fue o no un genocidio– sino de uno que da a conocer qué afirma la Turquía moderna para seguir negando el genocidio. No se trata de la opinión de un ‘loco’ o de un ‘extremista’, sino de un estado nacional”. Farrell dirigió además una carta al presidente del Centro Armenio. Uno de sus párrafos: “Creo que PERFIL debe ser uno de los diarios de circulación nacional que más espacio da al genocidio armenio y el que sin dudas cubrió con más profundidad la reciente guerra en Nagorno Karabaj, por ejemplo. Seguramente sabrá que éstas y otras decisiones editoriales me valieron haber sido sumado a la lista negra elaborada por el gobierno de Azerbaiyán y, también, haber tenido el honor de recibir en 2018 el premio Hrant Dink, otorgado por el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica”.

Hacer buen periodismo es exponer posturas, ideas e informaciones diversas sin dejar de lado lo que el medio y sus periodistas piensan y sienten. Este es un caso extremo que nos compromete –al diario y a este ombudsman– a mantener estos conceptos con vigencia plena.