A la definición minimalista de la democracia de Schumpeter, que refiere a la lucha competitiva para lograr el voto de la gente, se contrapone la de poliarquía de Dahl, que plantea que la democracia también requiere de libertades para asegurar que las políticas del gobierno respondan a las preferencias de los ciudadanos.
Hace tiempo la observación electoral ha ampliado su mirada más allá de la transparencia del día de la elección, procurando monitorear las libertades políticas y civiles necesarias para el debate político y la participación ciudadana.
Sin embargo, y siendo conscientes de sus limitaciones en la consolidación de la democracia, las elecciones son imprescindibles para el ejercicio democrático y este año el 50,2% de la población mundial irá a las urnas.
En Latinoamérica, El Salvador, Panamá, República Dominicana, México, Uruguay y Venezuela tendrán elecciones presidenciales; mientras que en Costa Rica, Perú, Chile, Brasil serán subnacionales. Junto a las elecciones de los Estados Unidos, Puerto Rico elegirá autoridades.
El 4 de febrero, y luego de que la Sala Constitucional reinterpretara la Carta Magna para avalar la voluntad de Bukele de reelegirse, los salvadoreños tendrán elecciones presidenciales y legislativas. Quienes viven en el exterior ya iniciaron la votación con un sistema de voto remoto por internet. Esta elección despierta sumo interés en la región a partir de la guerra contra las maras del mandatario salvadoreño. Son varios los gobiernos que, frente a la preocupación ciudadana por la seguridad, analizan endurecer sus políticas. Sin embargo, estas también despiertan preocupación de organismos internacionales por las faltas de garantías en el marco de un estado de excepción extendido en el país.
En un país las elecciones son imprescindibles para el ejercicio democrático
El resultado de las elecciones que, según las encuestas, representaría un triunfo para Bukele y un camino inevitable hacia la constitución de un partido hegemónico (Nuevas Ideas puede lograr 57 de las 60 bancas en el Congreso), generará una tensión a la comunidad internacional entre discutir la legalidad del proceso frente a la legitimidad obtenida por el voto popular. Los precedentes de ello para la región pueden ser muy preocupantes.
Otro de los escenarios será la competencia entre expresidentes. En el caso de Panamá, y frente al descontento popular con el gobierno de Cortizo, se posicionan los expresidentes Martinelli y Torrijos. El primero aparece como el favorito, pese a haber sido condenado a 11 años de cárcel por blanqueo de capitales. De no prosperar sus recursos judiciales para continuar en la carrera electoral, quien lo sigue en las encuestas es Torrijos, quien ya alejado del partido de gobierno (PRD) logró articular una propuesta multisectorial progresista que acercó a referentes de centroizquierda, sectores empresariales y de la sociedad civil.
En República Dominicana, al actual presidente, Abinader, que va por su reelección lo desafía el exmandatario Fernández, en un contexto de fragmentación del sistema político dadas las divisiones internas de los partidos tradicionales.
Casi 100 millones de mexicanos elegirán a una presidenta por primera vez en su historia. La alianza oficialista Morena lleva de candidata a la exjefa de Gobierno Claudia Sheinbaum; mientras que la coalición opositora del PRI, PAN y PRD intentará desafiar el liderazgo de López Obrador con la exsenadora Xóchitl Gálvez. Ambas son ingenieras de la UNAM, en física y computación respectivamente.
Finalmente, Uruguay elegirá al sucesor de Lacalle Pou y, sin fecha específica y con condiciones por definir en el marco de las negociaciones entre gobierno y oposición, Venezuela irá a elecciones en el segundo semestre.
La clausura del superciclo electoral latinoamericano 2021-2024, como lo define Zovatto, parece augurar más continuidades que en los años previos, cuando los oficialismos fueron castigados. No obstante, la polarización, el malestar social y el fenómeno creciente de la desinformación hacen difícil hacer predicciones.
*Miembro de la Red de Politólogas y directora del Observatorio Electoral de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal).
