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Intrigas en el macrismo por hipoxia electoral

Las inquietudes, por llamarlas de un modo diplomático, surgieron el año pasado en lo peor de la crisis financiera, cuando el mejor equipo de los últimos cincuenta años no daba pie con bola.

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En baja. El Presidente pierde fuerza electoral y su tropa empieza a dudar. | Cedoc perfil

“Ya me dijo que si se mete es para más quilombo. Y ya hay suficiente”. El funcionario, con un dejo de enojo resignado, revela la respuesta que recibió de quien fue el hombre más cercano a Mauricio Macri durante lustros, su “hermano del alma”, Nicolás “Nicky” Caputo. Apelar al empresario es un síntoma de que están cerrados otros canales para que el Presidente rectifique un rumbo que cada día parece alejarlo de la reelección.
Ya no se trata de un fantasma que agita el peronismo, en sus variadas vertientes y con su eterno instinto para oler sangre, en especial cuando se trata de la posibilidad de reconquistar el poder. Las dudas y los temores sobre si Macri será competitivo en las elecciones se esparcieron en los últimos días entre la tropa PROpia, más allá de las chicanas públicas y privadas de los socios radicales en la coalición.

Las inquietudes, por llamarlas de un modo diplomático, surgieron el año pasado en lo peor de la crisis financiera, cuando el mejor equipo de los últimos cincuenta años no daba pie con bola. La mesa política del oficialismo pedía cambios que no tuvieron la recepción que esperaban en el Presidente y su jefe de Gabinete, Marcos Peña. Tomemos lista a aquellas voces: María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó. E informalmente, claro, Nicky Caputo.

De la mano de una crisis que no cede, extendida a un proceso inflacionario y recesivo sin control, a solo tres meses del cierre de las candidaturas nacionales, esas voces interiores resurgen ante la caída de la imagen presidencial y el reflejo en sus propios estudios de opinión pública de que “pegarse” a Macri reduce las chances de cualquier candidato. Exactamente el efecto inverso a la llamada “ola amarilla” de 2015 y 2017. Lo amarillo ahora parece ser la luz del semáforo electoral.

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Más allá de las encuestas, hubo días atrás una comprobación práctica: la derrota del macrista Mac Allister en las PASO de La Pampa a manos del radical Kroneberger. Otra señal provendrá del comicio que define quién gobernará Neuquén, donde la Casa Rosada pareció haber dejado librado a su suerte al radical Quiroga (cómodo tercero en todos los sondeos y que en los últimos metros de campaña dejó de enarbolar la bandera de Cambiemos para intentar recuperar terreno), en pos de que el MPN vuelva a triunfar y relegue al postulante que se abrazó a Cristina.

Los socios del frente oficialista han sido más tajantes en la toma de distancia, como lo demuestran los desdoblamientos del voto en Mendoza, Jujuy y Corrientes, la inflexibilidad de Mestre en Córdoba (envalentonado porque sus números mejoran si muestra independencia del poder nacional) y el desafío de abrir la primaria presidencial.

Esta soltura no la tienen o no la pueden tener Vidal ni Larreta, quienes aspiran en sus distritos a sumarle votos a Macri en vez de que él se los reste a ellos. La Ciudad luce blindada ante el descenso macrista, no así la Provincia. No pocos vidalistas alertan a la jefa de que las adhesiones que cosecha el peronismo en general y CFK en especial en territorio bonaerense hasta ponen en riesgo su reelección.

Como prueba de la probabilidad de semejante escenario circula de manera muy reservada un estudio que se atribuye a la consultora Poliarquía. Las malas lenguas sostienen que ese sería el verdadero mar de fondo para explicar el inédito cruce público entre el asesor presidencial Jaime Duran Barba y el poliarquiano Eduardo Fidanza, que escala en esta edición de PERFIL.

Algunos funcionarios bonaerenses y nacionales de peso demandan que se debata esta problemática riesgosa para las chances electorales del oficialismo. Visto que Caputo no quiere insistir en discutir con Macri (como ocurrió en 2018 y terminó distanciándolos en términos políticos pero no personales), una opción es que todo esto se trate este lunes 11, en las reuniones de la Mesa Nacional de Cambiemos y del Consejo Nacional del PRO.
Sin embargo, se presume que allí Peña mantendrá su estilo “nopasanadista” para que todo siga como está. Mal no le ha ido en comicios anteriores, aunque debería anoticiarse de que nada es eterno. Sobre todo cuando la postulación de Macri denota falta de oxígeno. En medicina se llama hipoxia. En política, derrota.