Inmerso en una dinámica casi autodestructiva que lo puede hundir al piso más bajo de votos de su historia, el peronismo empieza a ensayar en su laboratorio electoral fórmulas que lucen sin medias tintas, a matar o morir.
Acaso en esa lógica se explique el reciente protagonismo que Cristina Fernández de Kirchner ha decidido darle a Javier Milei, sin necesidad de nombrarlo. Cerca de la Vicepresidenta creen que no será la última vez que lo haga.
Inicialmente, sectores peronistas vieron con simpatía la aparición del líder libertario como forma de restarle votos a JxC y tener chances de llegar a un ballotage definitorio. En ciertos casos, esa gracia se tradujo en aportes que exceden lo espiritual, gracias a la opacidad con la que La Libertad Avanza se financia.
En despachos de al menos dos provincias gobernadas por peronistas, que votan entre los domingos 7 y 14 de mayo, circula la presunción de que hay apoyos oficialistas subterráneos a las candidaturas libertarias. Serían no muy complicados para “arreglar”, según las fuentes oficiales. Ay esta casta.
En el peronismo hay quienes apuestan por un triunfo de Milei, para volver rápido
Los escándalos sobre pedidos de dinero en LLA excedieron las denuncias públicas de exmilitantes. Al punto que la agrupación se vio obligada días atrás a emitir un comunicado en el que anunciaba que prohibía que en las campañas provinciales se usara el logo de la fuerza o la imagen de Milei. Cuentan que hubo llamados de candidatos que bramaron ante el hecho que ellos habían “aportado” para tener esa suerte de sello IRAM libertario. Horas después, salió un tuit de LLA aclarando que hay aliados autorizados. La nueva política.
Amén de esas peleas en el barro, Cristina sube al ring a Milei –y lo seguirá haciendo– al compás de que todas las encuestadoras le asignan una intención de voto en ascenso, cercano a un panorama general de tres tercios. Eso implica que le saca respaldos a JxC pero también al FdT.
Las críticas cristinistas exceden la condición formal del exabrupto. Hay quienes en el kirchnerismo especulan con que polarizar con Milei corre de escena a JxC y haría más competitivo al oficialismo para llegar a la segunda vuelta. En ese escenario, según los números que circulan en el Instituto Patria, al único que le ganaría cualquier candidato del FdT es al líder libertario.
Con un peronismo en una ebullición electoral exasperada hay igual una especulación más extrema. Y peligrosa. En los últimos días han empezado a hacer circular la idea de que tal vez sea mejor que el FdT haga lo que tenga que hacer para que Milei termine siendo presidente, con la arriesgada expectativa de que el país se incendie rápidamente y los peronistas vuelvan a ser tenidos en cuenta para apagar el fuego.
Semejante hipótesis se parece demasiado a la ruleta rusa. Puede ser un juego entretenido en la ficción. Pero cuando se lo intenta aplicar en lo político e institucional, y ante una elección presidencial, puede resultar más que mortal socialmente. Salga o no la bala.
