Se ha lanzado una ofensiva de medios destinada a enaltecer la gestión en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) de Horacio Rodríguez Larreta, también conocido como “mi amigo Horacio”, y atacar sin pausa, con prisa y sagrada furia la gestión de Gildo Insfrán –también bautizado como “Él no sabe cuánto lo valoro, cuanto lo respeto y lo quiero”– en la provincia de Formosa.
¿Por qué sucede esta alquimia maravillosa capaz de transformar metales comunes en oro y viceversa? Sencillamente por la pauta publicitaria asimétrica que recorre la trama de medios nacionales, opositores u oficialistas.
Una cosa es Formosa liquidando vituallas, otra muy distinta es CABA poseedora de un gran bordereaux destinado a la repartija vil.
En materia estrictamente sanitaria, Formosa tal vez tenga el sistema integrado de salud más importante del Norte Grande y en competencia –ventajosa– con el resto del país.
¡Hay que viajar y ver antes de opinar! También se puede consultar acá: https://www.formosa.gob.ar/planacer/hospitalesycentros.
CABA, por el contrario, posee un sistema de salud muy deficitario, con sus hospitales públicos estructuralmente desatendidos, en crisis de infraestructura sistemática, con escasa provisión de medicamentos, especialidades faltantes, bajos salarios a profesionales, en fin, el paisaje habitual del deterioro del sistema de salud pública porteño que todos los que habitamos la Reina del Plata sufrimos en silencio sin la más mínima repercusión mediática.
Ahora bien, en materia de gestión de la pandemia, nunca se observaron tantos contrastes entre un distrito y otro. Paradojalmente o no, el más castigado por los medios tiene la mejor performance de muertos por covid cada millón de habitantes, en tanto el distrito de los sueños exhibe la peor performance de la pandemia medida por un indicador relevante y objetivo como es el de muertes por covid cada millón de habitantes.
Como se observa en el gráfico, mientras CABA muestra 1.833 muertos por covid por cada millón de habitantes, por sobre el promedio nacional, la provincia de Formosa acumula solo diez muertos; en otras palabras, por cada muerto por covid en Formosa, en CABA mueren 183.
Récord nacional que, como bien señala la Agencia Paco Urondo, “casi duplica el promedio del país, que es de 1.029 muertes por millón. Solo la protección mediática fenomenal de Horacio Rodríguez Larreta hace que no sea un escándalo lo que ocurre en Ciudad de Buenos Aires, donde la vacunación avanza muy lentamente y no hay ningún tipo de controles para restringir los contagios”.
Para colmo de males, ahora impulsan desde el gobierno de CABA la apertura indiscriminada de escuelas para dar forma al operativo marketinero de la educación primero, desconociendo lo explícitamente señalado por Eduardo López, docente en actividad, secretario general de la CTA de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, secretario gremial de CTERA y secretario general Adjunto de UTE: “El semáforo epidemiológico en la Ciudad de Buenos Aires está en rojo y los maestros no enseñamos a nuestros hijos a cruzar los semáforos en rojo. Con la cantidad de contagios que tiene la Ciudad de Buenos Aires las clases tienen que ser a distancia y en contexto de pandemia”.
Estos datos objetivos y decisivos bastarían para poner en suspenso todo lo escrito, visto y oído en los medios –metropolitanos especialmente– sobre la excelencia de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, adjetivación excelsa impulsada por la pauta publicitaria y, a contrario sensu, repensar todo lo visto, leído o escuchado sobre la dictadura formoseña y su califa Gildo.
Tal milagro no sucederá, seguirán los medios exaltando la figura de “mi amigo Horacio” y menoscabando al gobernador Insfrán, desconociendo (¡ay!) “todo lo que lo valoro, lo respeto y lo quiero”.
¿Será posible semejante injusticia, estimados lectores de PERFIL? Sí, será posible.
*Director de Consultora Equis.