Es tiempo de balances, como cada año. La situación de los periodistas y los medios durante 2023 en buena parte del mundo es muy dramática, trágica en algunos casos, y nos permite sentirnos satisfechos por lo que sucede con este oficio en la Argentina.
Comenzaré con una cifra que define las condiciones de seguridad en las que se desenvuelven los medios y los periodistas en este país. El número es cero: no hubo durante 2000 casos de prisión para quienes ejercen esta profesión y, aunque no se pueden ignorar ciertos ataques por parte de sectores del poder, ha habido libertad de expresión ponderable.
Reporteros sin Fronteras (RSF), organización no gubernamental que defiende la labor periodística independiente en todo el mundo, publicó el pasado domingo un balance de lo registrado en distintas regiones en relación con la labor periodística y las acciones punitivas ejercidas por gobiernos sobre periodistas disidentes.
China encabeza el oscuro raking de periodistas privados de libertad durante el año pasado: de 779 en prisión en todo el mundo, China mantiene entre rejas a 121. El segundo puesto es de Birmania, con 84 encarcelados a lo largo de 2023 y 69 presos actualmente.
En Bielorrusia, el poder detuvo a 55 periodistas en el año, y de ellos siguen tras las rejas 39. Tres mujeres de prensa han sido condenadas entre 10 y 12 años de prisión por el régimen de Aleksandr Lukashenko: Maryna Zolatava, Liudmila Chekina y Valeriya Kastsiuhova.
En Rusia, la libertad de los periodstas está en situación de riesgo permanente desde la invasión a Ucrania: RSF destacan el “clima hostil hacia los medios independientes” con 34 periodistas encarcelados en los últimos 12 meses, y con 29 que permanecen en prisión. Entre estos hay dos estadounidenses: el corresponsal del Wall Street Journal Evan Gershkovich, acusado de espionaje, y Alsu Kurmasheva, de Radio Free Europe/Radio Liberty (que tiene igualmente nacionalidad rusa), a la que se reprocha ser “agente del extranjero”.
La dramática situación que se vive en la Franja de Gaza y el territorio israelí fronterizo tras el brutal ataque terrorista consumado por Hamas el 7 de octubre también afecta a los periodistas. RSF señala que hay al menos 34 periodistas palestinos detenidos, en su mayoría sin acusación formal, en particular en Cisjordania. En la Franja de Gaza es peor: al menos 76 periodistas murieron por los ataques de Israel. 16 de ellos estaban cumpliendo tareas del oficio.
Según a Federación Internacional de Periodistas (FIP), el 68 por ciento de los periodistas asesinados en todo el mundo lo fueron por el conflicto de Gaza.
El informe de RSF contabiliza que en la región de Asia y el Pacífico fueron asesinados doce periodistas: tres en India, dos en Afganistán, dos en Filipinas, dos en Bangladesh dos en Pakistán y uno en China. En América del Norte y del Sur el balance fatal ascendió a diez profesionales: tres mexicanos, un paraguayo, tres guatemaltecos, un colombiano, un hondureño y un estadounidense.
En África, la FIP contabilizó ocho asesinatos de periodistas: en Camerún (dos), Sudán (uno), Lesoto (uno), Mali (uno), Somalia (uno), Mozambique (uno) y Nigeria (uno) “que no han sido investigados completamente hasta la fecha”.
Por último, tres periodistas fueron asesinados en 2023 en Europa: un francés, un ucraniano y un ruso en la Guerra de Ucrania, a los que se suma un cuarto profesional albanés de los medios de comunicación.
En un comunicado, la FIP llamó a los gobiernos del mundo a “adoptar rápidamente una convención internacional vinculante para proteger la seguridad y la independencia de los periodistas.
