El presidente Ricardo Lagos cuestionó la decisión de la Convención Constituyente de caracterizar a la Nación chilena como Plurinacional causando un importante revuelo político. En el mismo programa, sostuvo que Chile fue en sus orígenes plurinacional pero que fue conformándose como una Nación con una sola bandera y un himno. También recordó que la Constitución de 1980 fue modificada en innumerables oportunidades y que se introdujeron cambios substanciales durante los 30 años de la Concertación y en especial durante su gobierno que implicaron arduas negociaciones para tener un texto que representara a toda la sociedad.
La intervención de Ricardo Lagos tuvo lugar en momentos en que los sectores mayoritarios que integran la Convención están haciendo uso de su poder para imponer los textos que será sometido a votación el 4 de setiembre. La Convención partió del principio de plurinacionalidad como reconocimiento a los pueblos aborígenes que representan el 12% de la población otorgándoles derechos de reclamación de territorios, autonomía, cupos en las instituciones y un sistema judicial independiente.
La caracterización de la problemática de los pueblos aborígenes en América parte del principio de admitir la ocupación originaria de territorios de los cuales fueron expulsados o expropiados por los conquistadores europeos que llegaron al continente a partir de su incorporación en los mapas de la época. Muy poco se conoce de la historia de esos pueblos por la ausencia de registros; habrían llegado desde Asia hace 10.000 años y se distribuyeron por América permaneciendo aislados de otras regiones del mundo hasta la llegada de los primeros europeos en 1492.
Estos procesos de conquista tuvieron también lugar en otras partes del planeta con guerras, limpiezas étnicas, desplazamientos de poblaciones y desapariciones de civilizaciones reemplazadas por otras más fuertes que parecieran formar parte necesaria de la psiquis humana. Todos esos hechos pueden rastrearse en textos porque a diferencia de América, en Asia, Europa y partes de África existía la escritura. Incluso en países como Japón o Vietnam que aparecen como más homogéneos existieron ocupantes primerizos que fueron desplazados o aniquilados por otros más posteriores.
No cabrían en varios tomos las idas y vueltas de las guerras que envolvieron el extenso continente hasta que se produjo la disolución de los imperios, dando lugar a la delimitación de las fronteras para conformar las Naciones. Solo baste mencionar los 20 millones de musulmanes que huyeron de la India al momento de la división del país en 1948, la partición de Pakistán en 1971, la reciente expulsión de los Rohingya por el régimen militar de Myanmar o la asimilación forzosa de los uigures en China.
A diferencia de América Latina, en Asia no se plantea la necesidad de disgregación por grupos étnicos para que puedan conservar sus cosmovisiones e idiomas. Los esfuerzos están abocados a robustecer la idea de pertenencia a una Nación reconociendo el derecho a la libertad cultural como parte integrante de un proceso de enriquecimiento y aprendizaje de convivencia. No es una tarea fácil conjurar todas las diferencias porque se suman como en otras partes desigualdades, resentimientos y creencias religiosas que siempre serán aprovechadas por grupos intransigentes para promover la violencia y el caos. La promoción de la segregación o la formación de guetos nunca fueron buenas políticas.
El Presidente Lagos decidió intervenir en el debate sobre el futuro de Chile ante las recientes definiciones de la Convención Constituyente; su crítica se dirigió a un tema sensible pero también están apareciendo cuestionamientos sobre las intenciones de convertir el texto constitucional en un programa que dejaría sin margen de acción a los gobiernos. La discusión en el país vecino pareciera aun lejana pero su influencia será decisiva porque sus temas representan una tendencia irreversible en América Latina.
*Diplomático.