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Significante Morena

Que el caso de Morena tenga una repercusión distinta transforma a la víctima en un significante que la trasciende y está altamente connotado con la discusión electoral. El sociólogo Luis Costa recordaba a Durkheim sentenciar que “la unidad de los efectos demuestra la unidad de la causa” para explicar por qué Morena se convertía en un caso también político. 

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El grito de los vecinos de la niña de 11 asesinada en Lanús para robarle un celular. Un caso icónico. | emmanuel fernández / clarín

Hugo Domínguez, el padre de Morena, la nena de 11 años asesinada en Lanús durante el robo de su celular, trabaja en una cooperativa de reciclado del Movimiento de Trabajadores Excluidos, la organización que lidera Juan Grabois. El hermano de Morena, Bruno, jugador de fútbol, se formó en el Club 16 de Agosto, uno de los clubes que también fundaron los integrantes de la agrupación de Grabois. En febrero, el hermano menor de los acusados del asesinato de Morena fue defendido de mal trato por parte de la Policía de Lanús por la diputada Natalia Zaracho, también del Movimiento de Trabajadores Excluidos de Juan Grabois.

El hilo de Ariadna que a través del Movimiento de Trabajadores excluidos une las historias de los Domínguez, hoy víctimas, y de los Madariaga, hoy victimarios, quizá no sirva para indicar el camino de salida del laberinto de pobreza y violencia de los deciles socioeconómicos más bajos de nuestro país. No habrá un Teseo en esta historia que entre a la cueva del minotauro, lo mate y logre salir siguiendo el hilo de oro que le tejió Ariadna. 

Que el caso de Morena tenga una repercusión distinta transforma a la víctima en un significante que la trasciende y está altamente connotado con la discusión electoral.

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No parece haber salida del laberinto de marginalidad para los dos acusados del asesinato: Miguel Ángel Madariaga, alias “Miguelito”, de 28 años, y su hermano Darío “Lolo” Humberto Madariaga, de 25; quizá tampoco para el menor de la familia que defendió la diputada Zaracho.

Quizá sigan el derrotero del mayor de los hermanos, Miguel, quien cumplió una condena entre diciembre de 2022 y junio de 2023 en el Complejo Federal de Marcos Paz, enfrenta otras cinco causas penales por delitos cometidos en la zona y dos días antes del asesinato de Morena tuvo pedido de detención del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional número 30 por otra condena de 2022.

El profesor de Sociología del Delito de la Maestría de Criminología de la Universidad Nacional de Quilmes Esteban Rodríguez Alzueta explica que ingresar a la cárcel para un primerizo, en promedio entre uno y dos años de encierro, eleva su estatus en el mundo del delito. Cuando regresa al barrio, vuelve –en su terminología– hecho un “poronga” por haber atravesado las puertas del infierno.

Los Madariaga, usando la definición que el hermano de Morena dio de ellos y a quienes conoce del barrio, están “rotos”. Aunque en sentido diferente están rotos también los Domínguez, con la madre de Morena separada de sus hijos y sin participar del entierro de su hija.

En Rosario fueron asesinados 43 niños en los últimos 18 meses y en junio pasado el gremio Amsafe Rosario llamó a un paro docente y a una manifestación frente al Ministerio de Educación de Santa Fe. 

Que el caso de Morena tenga una repercusión distinta transforma a la víctima en un significante que la trasciende y está altamente connotado con la discusión electoral. El sociólogo Luis Costa recordaba a Durkheim sentenciar que “la unidad de los efectos demuestra la unidad de la causa” para explicar por qué Morena se convertía en un caso también político. 

En la mayoría del país ya se produjeron las elecciones locales mientras que en la provincia y la Ciudad de Buenos Aires serán este domingo junto con las PASO presidenciales. La suma de los dos distritos concentra la mitad del total de los votantes del país, además de ser caja de resonancia nacional porque aquí se iban a producir los cierres de campaña de todos los presidenciables que, al cancelarse por el asesinato de Morena, dejaron a los canales de noticias sin la programación prevista, reorientando su agenda a lo que suspendió el cierre. Así, el hecho policial dejó ser policial para ser político.

El asesinato de Morena es un significante de la inseguridad, como lo es simbólicamente el celular que dio origen al crimen. Porque contrariamente a lo que se imagina, los homicidios vienen descendiendo en la última década tanto durante las presidencias de Cristina Kirchner como en las de Mauricio Macri y Alberto Fernández.

Argentina tiene 4,2 homicidios por cada 100 mil habitantes. Por el tamaño de su población, la provincia de Buenos Aires concentra la mayoría  de las víctimas pero su participación sobre el total disminuyó en relación con los años anteriores, principalmente por el descenso de los homicidios en el Gran Buenos Aires. 

En la provincia de Buenos Aires, durante 2022, ocurrieron 740 homicidios, y esto representa 4,1 cada 100 mil habitantes. En Santa Fe sucedieron 409, lo que representa 11,4 cada 100 mil habitantes, triplicando los homicidios de Buenos Aires.

En AMBA, Tres de Febrero, La Matanza y Lanús están los distritos que han concentrado más homicidios en el último año. Durante 2022, en Tres de Febrero sucedieron 6,2 homicidios por cada 100 mil habitantes, un 50% más que el promedio de la provincia y de la Argentina. Pero en La Matanza y Lanús se perpetraron 4,7 cada 100 mil habitantes, dentro del promedio nacional.

Las Naciones Unidas ubican la tasa de homicidios de Argentina por debajo del promedio mundial, que oscila en las últimas décadas entre seis y siete homicidios cada 100 mil habitantes, y muy por debajo del promedio del continente americano, que se mantiene desde hace décadas en torno a 15 homicidios intencionales cada 100 mil habitantes.

La columna de Beatriz Sarlo del domingo pasado titulada “¿Icónico o emblemático?” concluía que “icónico completa lo emblemático, ya que subraya su fuerza y su poder para quedar en el recuerdo”. La fuerza de la foto de Morena con su celular deja una huella mnémica en la consciencia colectiva. 

Para saber qué consecuencias electorales produjo, tendremos que esperar hasta mañana. Ojalá que el debate posterior no reduzca la problemática a lo penal y policial sino que aborde la solución también desde la economía, la educación y la salud pública. El hilo de Ariadna de la marginalidad argentina requiere que el Teseo que salga airoso de este laberinto seamos todos: oficialismo y oposición, legisladores y jueces, gobiernos y sociedad civil.

Ojalá la elección de mañana pueda dar comienzo a un ciclo donde la sociedad argentina cierre la decadencia que cumplirá medio siglo en 2024 y su profundización a partir de la crisis de 2002. Y que Morena sea significante de uno de los puntos de inflexión hacia la recuperación.

 

Lea también la columna de este domingo: La hora del voto