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Carambolas

Terminator

CFK acelera la confrontación. Un mensaje a los tibios del oficialismo.

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Ferrea Cristina Fernández. | PABLO TEMES

Cristina acelera el ritmo de la confrontación. Primero fue el famoso discurso en el Chaco, luego el aniversario de YPF y ahora el acto del 20 de junio. Entre el primer capítulo de esta nueva temporada y el del lunes pasado, transcurrieron solo 47 días. ¿Por qué acelera? Existen varias razones:

Ella cree que septiembre será un parteaguas donde todo puede estallar en la economía por la confluencia negativa de diversos factores, que además, podrían hacer renunciar a Guzmán. Pero, si Ella pega, ¿se acelera el desgaste y la incertidumbre en los mercados? Y si eso ocurre, ¿toda la culpa será de Alberto?

¿Será que la estrategia de despegarse de Alberto no estaría dando los resultados esperados? Pues entonces habrá que recordarlo más seguido, sobre todo a su público fiel, quienes además ven al Presidente como bienintencionado, pero tibio.

Alberto se está quedando muy solo (esto ya lo mencionamos en la columna “Olor a gas” del miércoles 8 de junio). Por lo tanto, si el capital político del Presidente está en vías de extinción –reflexionará Ella– no tiene más que seguir pateándolo para que no le queden dudas a los (¿ex?) albertistas que hacen bien en haberse sentado a negociar con el Instituto Patria. Como dicen que dijo Ella por ahí: “ni siquiera tiene las… agallas para meterme presa como hizo Lenin Moreno con Correa”.

Mensaje para los que aún dudan o quedan del otro lado: o se pasan, o la guerra es a muerte. Massa ya lo entendió hace mucho. El Movimiento Evita lo está sufriendo en carne propia. ¿Y la CGT? Cri cri. Idem los gobernadores.

¿Cómo se llama la obra? “I’m back”, diría Schwarzenegger en Terminator 3. Salvo la afrenta de Sergio Massa de 2013 a 2019, y con menor volumen Randazzo, la rebeldía parece haberse extinguido en la confederación peronista (al menos por ahora). La fuerza creada por Perón, con dos líderes netos salidos del interior profundo desde 1983, hoy se ha ambarizado tanto como los demás (Macri, Larreta, Bullrich, Vidal, Lousteau, Manes, Carrió, Milei, son todos del AMBA; lo mismo Massa, Scioli, Kicillof, Máximo, Cristina, Alberto, Wado). El interior pierde fuerza y el GBA es de Cristina. ¿Y Uñac, Manzur y Capitanich? Veremos, veremos y después lo sabremos; por ahora están lejos de la discusión central.

Con estas condiciones estructurales, quizá el Frente de Todos no se rompa, ya no porque haya deseo de unidad, sino simplemente porque no habrá actor relevante que pueda o quiera hacer una ruptura. “Sin lugar para los débiles”, si queremos seguir asociando la política a la cinematografía (en este caso de los hermanos Coen).

Pero si Ella obliga a los otros socios a negociar –sobre todo en provincia de Buenos Aires– y el oficialismo pierde ¿Ella no pagará los costos de una derrota? Debería, pero la pregunta es ¿pagar los costos frente a quién? Frente a la sociedad. Respuesta: mmm, en parte, los votos que se le fueron en 2021 ya no volverán; lo que le importa es su núcleo duro.

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Pero si todo el mundo cree que se pierde en 2023, Ella incluida, ¿por qué los diversos socios del Frente insisten en negociar con CFK y no la jubilan? Volvamos a 2019 y tomemos como ejemplo a Gabriel Katopodis: estuvo con Massa y con Randazzo, se dio cuenta que por afuera y sin Cristina no se puede, por eso acepta confluir en el FdT. Muchos como él creen genuinamente que lo peor es Macri y/o Juntos por el Cambio. Por lo tanto, no quieren hacerle el juego a la derecha y no saben / no quieren / no pueden hacer una jugada quijotesca. Conclusión: mejor ser cola de león que cabeza de ratón.

Para seguir con su proyecto, Cristina necesita ser jefa más o menos indiscutible; una vez consolidada la jefatura verá qué puede hacer. Esto no debería llamar la atención ya que es un clásico de la política. En 1999 había un chiste que decía que tanto Menem como Alfonsín querían que el candidato de su partido perdiese ¿Por? Para ser el jefe de la oposición…

Como casi todas las provincias irán en elecciones separadas de la nacional, la suerte se la juega cada uno por sí mismo. La preocupación de Ella es el territorio bonaerense, ya que si gana ahí tendrá el argumento de que el problema era Alberto. Entonces, ¿le interesa quién será el candidato del FdT? Quizá no. Si se va a perder, ya no importa quién sea. Si aparece algún voluntario, tipo Scioli, ¡genial! Total, lo relevante serán los diputados y senadores nacionales, como se precia una jefa de la oposición.

¿Y sus prospectos como Capitanich o Wado? Por ahora son caballos que pueden correr libremente a ver cómo les va. Ella, astuta, no bendijo a nadie, ni lo hará, salvo que el consenso de las encuestas le diga que alguno suyo pueda ganar. Si no, siempre habrá un temerario que quiera quedarse con el mandado.

En realidad, ningún gobernador quiere contradecir a Cristina: una lista por afuera del PJ con fans K podría poner en aprietos a más de uno, vistos los resultados de 2021. Soldado que huye sirve para otra guerra. Rebelde sin causa no tiene sentido (y seguimos con la cinematografía).

Para finalizar, otra pregunta: ¿Y Schiaretti + Urtubey + Randazzo + lavagnistas + Javkin con socialistas + albertistas que no quieren ir a negociar al Patria? Todo puede ser en este mar de incertidumbres. Pero, demás está decir que eso necesita una masa crítica aún mayor. Ya lo hemos analizado aquí también: lo que denominamos el espíritu “asado en la casa de Urtubey” (ser el anfitrión tiene sus privilegios). ¿Cuál sería su oportunidad? En que Milei siga siendo visto como una amenaza por JxC, Macri intente radicalizar a la oposición o romperla, o las dos cosas, y entonces los radicales libres del “yugo del PRO macrista”, se decidan a volver a comer un asado en la casa del ex gobernador de Salta. Para que Milei sobreviva se necesitan cuatro cosas: 1) que la economía siga en declive, 2) que JxC se siga peleando en público, 3) que el kirchnerismo alimente al libertario, y 4) que el anarco-capitalista no cometa errores y se vaya al pasto. (Mmm… demasiados factores). Eso significaría que lo que creen Cristina y Macri que les conviene, si lo logran, en el fondo sería lo que le conviene a los comensales de Urtubey. Evidentemente, la vida está llena de carambolas.

PD: Si tenés Netflix, vale la pena ver la cuarta temporada de Borgen (y muy recomendable ver las tres originales).

*Consultor político. Ex presidente de Asacop.