La tertulia política tuvo lugar hacia el final del primer programa de Modo Fontevecchia (en Radio Perfil, 101.9). Allí, los consultores políticos Carlos Fara y Carlos de Angelis, junto al politólogo Gustavo Marangoni, hablaron con Jorge Fontevecchia sobre el tema crucial del Consejo de la Magistratura y la posibilidad de un conflicto entre el Poder Judicial, la Corte Suprema y el Poder Legislativo.
Jorge Fontevecchia (JF): Propongo que cada uno exponga su visión.
Carlos Fara (CF): Este es uno de los tantos conflictos de los cuáles hay subyacencia entre la relación de Alberto y Cristina. Cristina le reclama a Alberto poca proactividad y Alberto le dice haber entendido que no tenía que hacer una tarea tan profunda. Desde ese punto de vista vamos a un choque de trenes que va a marcar toda la semana política.
Gustavo Marangoni (GM): Asistimos a una definición en la cual la política se autopercibe y declara impotente.La semana pasada vimos a la vicepresidenta decir que el poder no lo tiene la política o los políticos, sino el Poder Judicial, el poder económico y los poderes hegemónicos. A la vez habíamos escuchado cómo Mauricio Macri decía que cuando él gobernó, estaba en la fiesta, pero la fiesta se la manejaba el peronismo. Y uno escucha a los libertarios decir que el poder lo tiene el estado. Si nadie tiene el poder, entonces, nadie puede. En lugar de tener controles e intra e inter poderes, tenemos un conjunto de rencillas que describen mucho una situación pero que no logran tener una actitud resolutiva, en el cual quien sale más perjudicado es el Gobierno, porque la oposición tiene algún tipo de herramienta para poder tratar de justificar eso. La Justicia, en todo caso, hablará de intromisión del Poder Ejecutivo, pero éste es el pato de la boda porque en última instancia transmite el mensaje que no tiene la posibilidad de resolver los problemas que le plantea la comunidad.
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Carlos de Angelis (CA): Hoy en día, que se vuelve a la ley que funcionaba antes de 2006, la estrategia de procrastinación de Alberto se ve funcional. Hay una Corte funcionando con cuatro personas. El Frente de Todos tenía mayorías en ambas Cámaras y podía llevar a un acuerdo para nombrar o destituir. Recordarás que una de las primeras cosas que hizo Néstor Kirchner fue que iba a llamar a juicio político a la Corte Suprema que se llamaba la menemista. Alberto no lo hizo, lo dejó pasar. De alguna forma, y esto es algo que enfurece a Cristina, es seguro que ella no va a escalar en la oposición dentro del Frente de Todos. Creo que esta situación le sirve a Alberto Fernández.
JF: Mencionábamos aquí la posibilidad de que se conformase una fórmula Patricia Bullrich-Cornejo y luego una fórmula combinada entre Pro y Radicalismo en el caso de Horacio Rodríguez Larreta. Y en el caso de la primera fórmula, con cierto grado de aceptación a Milei, y de que él pueda encontrar alguna forma de acercamiento a Juntos por el Cambio. ¿Será Milei el que en realidad haga perder la provincia de Buenos Aires a Juntos por el Cambio, en donde no hay balotaje y que, consumiendo parte del caudal que normalmente iría a los votantes de Juntos por el Cambio, pueda facilitar la elección de quien sea el candidato del Frente de Todos y cristalizar la idea de que el kirchnerismo se abroquelen en la provincia de Buenos Aires asumiendo un triunfo?
Carlos Fara (CF): Ganar la provincia de Buenos Aires es como ganar una elección nacional, por el tamaño y los intereses que se juegan. Yo soy cauteloso, más allá de la instalación nacional obvia que tiene la candidatura de Milei. Si él fuese candidato presidencial tendría que tener un candidato muy competitivo en provincia de Buenos Aires. Y mucho más aún si la elección va separada, porque tendría el apoyo de la marca pero no el apoyo del arrastre de boleta. Ahí tracciona mucho desde arriba si va con la presidencial, y desde abajo, si va con los intendentes, es un cálculo complejo si realmente a Milei le va a estar rindiendo los detalles de la ingeniería institucional.
Gustavo Marangoni (GM): Si la economía de 2023 es una economía del 50% de inflación, por poner un número aproximado, y una economía de no crecimiento, no hay posibilidades para el oficialismo en la provincia de Buenos Aires, independientemente de las alquimias o de los calendarios que se quieran armar. La Provincia y el conurbano en particular es muy reactivación-dependiente y consumo-dependiente. Si el oficialismo no puede garantizar un umbral mínimo, y llega con los indicadores en la fotografía que estamos viendo hoy, cualquier estrategia se va a encontrar con un muro que no podrá traspasar
CA: Yo cambiaría el axioma inicial de tu tesis que, mirando toda la semana que pasó, hoy me estoy jugando por una fórmula Macri-Bullrich porque eso se acercaría a tener a Milei adentro. ¿Cómo tendrían a Milei adentro? Quizás, en la provincia de Buenos Aires jugarle a Espert. Una ingeniería que podría estar cambiando y, coincido con Gustavo, en que hoy, en esta ruptura del Frente de Todos, están declinantes sus partes y su totalidad.
No veo quien pueda hoy ser un buen candidato. Quizás el peronismo presente a alguien pero no tenemos nombres. Hay un peronismo de los gobernadores que puede jugar otra ruta y hay muchos elementos dando vuelta. Pero sí, coincido con Carlos Fara, y es que, Milei está produciendo un cambio en el ecosistema político, los discursos están cambiando, los posicionamientos económicos, y Milei dice lo que muchos piensan, es la voz de una conciencia que habla de cosas como cerrar el Pami, cosas que muchos quisieran pero que pocos se atreven a decir.
Durán Barba dijo que cree perfectamente posible que Milei llegue al balotaje y que se pueda gobernar aún con alguien que no tenga un partido político, como es el caso de Milei. Ni siquiera representación en más de cuatro provincias para cumplir con las formalidades de la ley, simplemente gobernando plebiscitariamente.
CF: Veo dificultoso que alguien llegue al balotaje sin un desarrollo territorial importante. No es la tradición argentina. Juegan los intereses coincidentes de las grandes coaliciones. Más allá de que hay que tener un crecimiento y que se ha instalado en la conversación, cuando llega la elección presidencial, la gente se pone más conservadora. La cultura política del electorado argentino es más cautelosa.
GM: Vos le hiciste una entrevista a Durán Barba y, él hacía referencia al texto de Araujo, El poder de la conversación. Es cierto que Milei está en muchas conversaciones en las que antes no estaba. Pero la gran conversación es la inflación y la economía. El que pueda meterse en esa discusión con alguna posibilidad de transmitir certeza es el que tiene más posibilidades. El 2023 es más tarea de astrólogos que de politólogos. Estamos muy lejos con variables que son exógenas a nosotros y que están por desarrollarse. No sabemos qué va a pasar a nivel global con la guerra, con las tasas de intereses de los Estados Unidos, ni con un montón de otras variables. Tampoco cómo se va a desenvolver ésta suerte de pimpinelismo de Estado entre el Presidente y la vice que impiden el curso normal del Gobierno.
CA: Me vino a la cabeza Álvaro Alsogaray, quien logró su objetivo cuando alguien tomara su programa y lo llevara a la victoria que fue Carlos Menem. Ahí estuvo la gente de su sector que era la Unión del Centro Democrático (UCD). Me parece que el objetivo de un entablishment que está jugando por un cambio disruptivo, de las reglas del juego, el objetivo no es tanto que Milei sea presidente, sino que escriba la partitura del próximo gobierno de Juntos por el Cambio. Eso es totalmente posible. La otra cuestión de si puede ser presidente, sería una opción en mil. Quizás si hay una inflación, una implosión institucional, ahí podemos ser candidatos todos. Hay muchos que se acercan a Milei. Él no es un francotirador solamente y está teniendo éxito, el objetivo es que su programa duro, monetarista y ortodoxo, sea llevado adelante por una fuerza política con capacidad de tener mayorías, de gobernar provincias, tener intendencias, entre otras cosas.
CM PAR CP