Dígame, si las elecciones para presidente fueran este domingo, ¿usted a quién votaría?
La pregunta repetida en las encuestas de opinión hasta lo inverosímil repercutirá en la cabeza de los argentinos hasta el día de las elecciones primarias, las generales y, como parece probable, para el ballottage. Ocupará el tiempo en reuniones de trabajo, festejos familiares y hasta charlas con taxistas. La razón es que se tratará de unas elecciones muy disputadas.
Magia. Exactamente un año atrás, luego del triunfo macrista en las elecciones legislativas, esta pregunta clave parecía perder sentido tras el tsunami electoral amarillo, más aún cuando, días después del 22 de octubre, se conocía que un candidato de peso mediano como Esteban Bullrich le ganaba a la todopoderosa Cristina Fernández de Kirchner por un poco más de 380 mil votos. Es justo decir que, en la boca de urna organizada en aquel día electoral por la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, muchos votantes decían "voté a (María Eugenia) Vidal". Había muchos sentidos involucrados en esa frase veloz, pero en definitiva parecía que las hipótesis de recambio presidencial se suspendían hasta 2023.
Es claro que el clima social de la Argentina de hoy es diferente de 2017, y casi antitético del que llevó a la presidencia a Mauricio Macri en 2015. En aquel momento Jaime Duran Barba supo leer a la sociedad argentina con precisión, identificando a un espacio social con tendencia a la despolitización, conviviendo con un sector ultrapolitizado que se venían expresando en las marchas anti K desde 2012. La magia consistió en establecer una plataforma capaz de unificar a ambos espacios, disfrutando asimismo de la grieta entre Cristina de Kirchner y la candidatura forzada de Daniel Scioli, y el lío provocado en la provincia de Buenos Aires tras la defección de Florencio Randazzo. Pero más allá de todo tacticismo, el logro histórico de Cambiemos fue unificar al antiperonismo, cosa que nadie había logrado hasta entonces por la vía electoral.
‘Transierunt omnia’. Para bien o para mal, en 2019 los argentinos ya conocen la propuesta macrista. Por eso ahora se tratará de evaluar la propia performance del gobierno que hoy pasa por sus horas críticas. Pero no fueron ni Cristina, ni el peronismo mucho menos el sindicalismo los que provocaron el descenso vertiginoso de la imagen del gobierno nacional este año, sino los problemas endógenos a un modelo económico elaborado sobre pies de barro.
De la táctica gradualista desarmada a los golpes tras la corrida cambiaria de abril de este año se pasó a un stop violento de la economía con la decisión de detener la emisión monetaria tal como reclamaban los clérigos monetaristas ultraortodoxos. Causa o efecto, la decisión fue como haber reimpuesto la convertibilidad, pero en 1998 con un cuadro de estanflación que golpea a los sectores medios bajos y bajos que ven que sus pocos recursos se evaporan a una velocidad alarmante.
En 2019 habrá elecciones varias veces al mes durante el año en las diversas provincias
El cuadro febril de la economía hegemoniza la cabeza de los votantes por sobre otros temas que el Gobierno intenta poner sobre la mesa. Las causas de corrupción como bandera política van quedando muy atrás, si bien hay consenso sobre la necesidad de que se termine con esas maniobras desde la visión del ciudadano común queda como algo lejano y que no se correlaciona con sus padecimientos cotidianos. Algo parecido pasa con el G20 que se reúne en Buenos Aires en los próximos días. Probablemente el Gobierno había soñado con la realización de este megaevento en un clima de crecimiento y de paz social, pero hoy se evalúa simplemente como una molestia extremadamente cara. Nadie en el Gobierno comunicó cuál es el beneficio de la presencia de los principales líderes mundiales en este intranquilo país. La evidencia de esto es el protagonismo cedido a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con sus declaraciones tan peculiares como recomendar que los porteños abandonen la ciudad, ella también busca posicionarse de cara a 2019, incluso como integrante de la fórmula presidencial.
Mercado electoral. Más allá de todo, las encuestas están hoy en día colaborando con la conformación de la propia oferta electoral, una función relativamente nueva para esta técnica de investigación. Es claro que los ciudadanos no votan a quien quieren sino a quienes pueden, dentro de un sistema rígido que no permite, por ejemplo, la presencia de candidatos independientes. A pesar de todo, los partidos conservan aún el monopolio electoral. Pero a falta de mecanismos de democracia interna, los sistemas de selección de candidatos son opacos, y en general dispuestos a la arbitrariedad de los caudillos. Se trata de la lucha por la posesión de la lapicera para confeccionar la lista, con la salvedad de quien la encabeza. Quien tenga el privilegio o la carga de encabezar debe contar con el capital de la popularidad, una pizca de prestigio y de ser posible algún discurso político propio. Pero en muchas ocasiones, también la popularidad está en disputa, y allí la encuesta comienza a funcionar como un juez imparcial externo, como decidieron esta semana los radicales de La Pampa en busca de un precandidato a la gobernación.
Para 2019, más que nunca, los gobernadores buscan separar las elecciones provinciales de las nacionales y distanciarse del Boca-River que –muchos creen– enfrentará a Mauricio Macri y Cristina Kirchner. El resultado será que habrá elecciones varias veces al mes durante el año en las diversas provincias. El rumor de que la propia María Eugenia Vidal buscará también diferenciar la fecha de convocatoria hizo transpirar a muchos: lo cierto es que se podrían adelantar las elecciones a intendente buscando quitar ese apoyo vital a Cristina. Es exactamente el camino inverso realizado por la Ciudad de Buenos Aires, donde se habilitó la confluencia de las elecciones locales con las nacionales, pero no del acto; con gran habilidad Horario Rodríguez Larreta logró que el voto local se pueda hacer con las polémicas máquinas de voto electrónico.
De todas las novedades sobre la oferta electoral, la que ocupará la atención mayoritaria de aquí al cierre de listas es la posibilidad de una reunificación del peronismo. La votación en Diputados para capturar la representación mayoritaria en el Consejo de la Magistratura se configuró como uno de los principales indicios sobre la posible unidad de las Coreas. Será un intenso camino de final incierto.
*Sociólogo (@cfdeangelis).