En diálogo con PERFIL Córdoba, Austin se manifiesta optimista en cuanto a las posibilidades de convencer a quienes se pronunciaron en contra del proyecto: “Con los argumentos sobre la mesa y una mirada puesta desde la salud pública, tengo confianza en que pueden revisar su posición. Hay que romper con la falsa dicotomía que pone de un lado a los que defienden el aborto y del otro los que defienden la vida. Los que trabajamos por la legalización del aborto en la Argentina, lo hacemos con la convicción de que es la mejor herramienta para proteger la vida, para que el Estado se haga presente, trabaje a través de políticas activas de educación sexual integral, provea anticonceptivos y, fundamentalmente, garantice que las mujeres no mueran en abortos clandestinos. Esa sigue siendo la principal causa de muerte de mujeres gestantes, es claro que es un problema de salud pública y que la penalización fracasó. Lo que va a aportar el debate es un entendimiento de que lo que se antepone al aborto legal no es el derecho a la vida sino a la ilegalidad, el aborto clandestino”.
—¿Hay lugar para un referéndum?
—Creo que no, es una forma de eludir la responsabilidad de quienes integramos el Congreso de tomar una decisión sobre este tema. Y nuestra Constitución es muy sabia cuando, claramente, en el caso de las iniciativas populares, parte de la doctrina excluye la materia penal. Son temas tan difíciles y complejos que no pueden quedar sujetos a sensaciones circunstanciales. Requieren un trabajo articulado, concienzudo, argumentado del Congreso para pensar la legislación. En ese sentido, un referéndum no es el camino. Sí, por supuesto, que el Congreso abra sus puertas y se convierta en un espacio para escuchar a todas las voces, donde las audiencias públicas no sean solamente en Capital Federal, sino a lo largo y ancho del país. Eso va a permitir, también, generar conciencia en muchas provincias donde hay un enorme retroceso, no solo sobre este debate, sino en aquellas donde no se pudo avanzar con la implementación de un protocolo que se adecúe a lo que la ley permite para abortar. Ese trabajo de información y formación va a ser en sí mismo una conquista, un paso adelante. Y ojalá nos permita avanzar en la Ley.
—Tomando como ejemplo Chile y lo que decías respecto a los matices, ¿podrán llegar a una ley similar que amplíe las causales en lugar del proyecto tal cual lo propone la Campaña por la legalización?
—No hay que cerrarse dogmáticamente. Es posible que surjan iniciativas donde el objetivo sea llegar al recinto con una herramienta que nos permita, como mínimo, incorporar más causales. Eso será parte de las estrategias que discutiremos en las cuatro comisiones que van a analizar los proyectos presentados, y fundamentalmente el proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que lleva la mayor cantidad de firma de legisladores y que intenta discutirse hace más de 12 años.
—En Córdoba, el Tribunal Superior de Justicia debe pronunciarse en lo inmediato sobre el bloqueo del Protocolo de Aborto no Punible. ¿Crees que la discusión que se está dando influenciará en la decisión del Tribunal?
—No lo sé, pero en el escenario actual todo juega. Así como en el Congreso influyen las movilizaciones masivas de mujeres, me parece que la Justicia no puede mirar para el otro lado. De todas maneras, desconozco qué decisión tomará. Lo que sí, el TSJ debería, como mínimo, tomar en consideración el fallo de la Corte Suprema, porque así lo manda nuestro sistema constitucional. Lo importante es que entiendan la urgencia y la premura en expedirse, cada día que se demoran hay mujeres que no es que no deciden abortar, sino que acuden a los espacios clandestinos poniendo en riesgo su vida.
8M: Marchas masivas y anuncios del “feminista menos pensado”
Así presentó Fabiana Tuñez, titular del Instituto Nacional de las Mujeres, el pasado jueves al Presidente de la Nación cuando, durante un acto, subió la apuesta de la agenda social y de género que había anticipado en el discurso de apertura del Congreso, al disputar o hacerse eco de algunos de los reclamos que se daban en las calles. Porque, en simultáneo, se realizaron en todo el país multitudinarias marchas por el Día Internacional de la Mujer en las que el reclamo por aborto legal fue central.
En Córdoba, por su parte, mientras la organización acusa 80 mil personas en las calles, otros cálculos dieron alrededor de 30 mil. Lo cierto es que la movilización fue masiva y mientras las demandas al Estado se daban en los escenarios de las marchas en los principales centros urbanos de la Argentina, Macri lanzó el proyecto de equidad salarial, entre otras propuestas, que también dará de qué hablar en los próximos meses. Por último, en relación al tratamiento de la ley de aborto en el Congreso, anticipó que no la vetará.