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CóRDOBA
ENTRE MILEI Y MASSA

Bullrich muestra músculo de gobernabilidad y activa campaña en Santa Fe y Córdoba

La líder halcón –incómoda– se abre paso por el medio. Denunció pacto entre Massa y Milei, y volvió a su eje: “El enemigo es el kirchnerismo”. La polarización con el libertario “se dará naturalmente” más adelante. Señales de unidad y gobernabilidad al círculo rojo. La tropa cordobesa espera su llegada para relanzar la campaña. Ante “un gran desafío”, Bullrich y sus aliados locales salen a la conquista de los votos de Schiaretti y de los ausentes.

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LÍDER HALCÓN. Bullrich busca polarizar con el kirchnerismo para ganar más votos. Aún no lo hará con Milei. Su visita a Córdoba será esta semana. | CEDOC PERFIL

No es un escenario fácil el que se configuró tras las PASO de agosto, para el espacio halcón liderado por Patricia Bullrich y sus aliados en Juntos por el Cambio. La avenida del medio genera mucha incomodidad en la principal coalición opositora, que quedó atrapada entre dos frentes y con Sergio Massa fogoneando la polarización con Javier Milei.

Mientras se rediseña la estrategia de campaña y se estudia en focus group el comportamiento del electorado del referente libertario, la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio se abre paso por el medio, rumbo a las generales del 22 de octubre.

La primera reacción entre la tropa fue exhibir unidad tras la dura interna que, tanto bullrichistas, larretistas y sus aliados, reconocen que le restó potencia a la coalición. “Los desperfiló”, advierten algunos encumbrados a la hora del balance y el pase de factura, aunque el grueso de la dirigencia cambiemista ya se puso la camiseta con la consigna: “Patricia Presidenta”. 

En medio del ‘factor Milei’ que sigue creciendo en los sondeos, aunque los patricistas esperan que “baje la espuma” de su efervescencia, en el círculo íntimo de la presidenciable entienden que la foto de unidad del miércoles junto a Horacio Rodríguez Larreta, gobernadores, legisladores nacionales y los principales candidatos de los distritos del país, era necesaria para dar vuelta la página de la interna y entrar en la etapa de confluencia de todo el equipo nacional de Juntos por el Cambio (JxC). 

La comitiva cordobesa estuvo muy nutrida; entre otros, estuvieron Luis Juez, Rodrigo de Loredo, Mario Negri y Soher El Sukaria. Salvo el evolucionista, los otros tres se habían mantenido prescindentes en las PASO. También participaron los diputados Laura Rodríguez Machado, Marcos Carasso y Oscar Agost Carreño (los últimos dos, titulares de la UCR y del PRO local) y los integrantes de lista halcón encabezada por el radical deloredista Luis Picat y el amarillo larretista Pedro Dellarossa. 

Entre las diferentes lecturas, los bullrichistas destacaron la señal de unidad y de gobernabilidad. Fue una foto dirigida más al círculo rojo, se interpretó. En tanto, otros amarillos, incluidos algunos cordobeses, señalaron por lo bajo que “la foto atrasa” al argumentar que “no le suma nada al votante de a pie”. 

Volver al origen. A pesar de la incomodidad de jugar por el medio, Bullrich denunció un pacto entre Massa y Milei, y recobró centralidad con su discurso de “ordenar el país” en medio de los saqueos que se produjeron.

“Es una de las narrativas que mejor le sientan a ella”, señaló un operador desde su entorno. La tropa cordobesa espera conocer los lineamientos de la nueva campaña de cara a octubre. En el comando halcón dan señales claras de que el eje central será la idea de “orden” y se priorizará “a una Patricia en la calle, junto a la gente”. “No se mostrarán fotos con dirigentes” como principal valor, comentó un patricista.

En su agenda, la postulante a presidenta de JxC ya confirmó las visitas para esta semana a Santa Fe y a Córdoba, dos puntos clave de su estrategia, con el propósito de recuperar terreno ante el electorado. 

Bullrich iniciará su recorrido en Rosario para apoyar al candidato a gobernador del espacio, Maximiliano Pullaro, quien se muestra con chances de ganar la elección provincial del 10 de septiembre. Luego, visitará la capital cordobesa. Será el jueves, aunque todavía no hay una agenda concreta. Sus referentes adelantaron que vendrá muy seguido a Córdoba, “una vez por semana”, dijeron. 

El “voto Córdoba” es un capítulo central en el comando nacional halcón. “Es un gran desafío”, reconocen los dirigentes locales, aunque los más optimistas, dicen que se puede recuperar terreno. Por su parte, los cambiemistas desencantados afirman que “el partido está liquidado”, por la foto que arrojó las PASO con Milei picando en punta y desmarcándose. 

El libertario cosechó 694.295 votos cordobeses, seguido por Juan Schiaretti con 568.685 sufragios. Tercera quedó Bullrich, con 518.690 votos, según los datos del escrutinio definitivo de la Justicia Federal de Córdoba.

Entre la tropa local esperan que baje la espuma del “fenómeno Milei” y van por el “voto útil y racional”. La definición es ir a la caza de los votos de Schiaretti, naturalmente “anti K”, y salir a buscar a los más de 900 mil cordobeses que no fueron a votar. La participación fue baja, sufragó el 68,32% del padrón.

En su discurso del jueves pasado entre la dirigencia nacional de la coalición opositora, Bullrich volvió sobre su eje: “El enemigo es el kirchnerismo”. Al menos, en este tramo de la campaña, la líder halcón polarizará con el poder K y no entrará en el “cuerpo a cuerpo” con Milei. 

Así lo interpretaron los ‘popes’ cordobeses que participaron del cónclave. No obstante, un experimentado dirigente patricista con varias campañas sobre el lomo, aseguró que la polarización con Milei se dará de “forma natural”, convencido que llegarán los dos al balotaje. 

En Córdoba, Bullrich explotará el discurso “anti K” y expondrá como valor diferenciador la figura de “un shock de orden” y la idea de “equipo” y de “gobernabilidad”. Esto forma parte de la esencia del voto útil para gobernar a partir del 10 de diciembre. 

“Quien votó con bronca por Milei está pensando en el 22 de octubre, ‘en el que se vayan todos’, y no mira más allá, en qué pasará a partir del 10 de diciembre”, analizó un operador cambiemista. “Ese componente (de racionalidad) hay que despertar en el electorado”, agregó.

Estrategia local. Mientras los aliados cordobeses esperan la bajada de línea del comando nacional halcón para relanzar la campaña, en el radicalismo se muestran activos. Hasta causó sorpresa entre los propios socios del espacio. 

Los intendentes radicales primerearon la escena detrás de la figura de su par de Jesús María, Luis Picat. Quien encabeza la lista de diputados de JxC logró el respaldo de los jefes boina blanca que se mostraron movilizados para encarar la campaña en territorio. 

“Se renovó el compromiso de alineamiento en Juntos por el Cambio, de trabajar todos juntos”, dijo el titular del Foro de Intendentes Radicales, Oscar Saliba, al reconocer que la interna fue “complicada” y llevó a JxC a perder votos. 

Ante un escenario que los ubica al medio, el radical advirtió de los efectos contraproducentes de “pegar hacia abajo o hacia arriba”. Es por ello que planteó: “Hay que salir a convencer a la sociedad que somos capaces de gobernar y que tenemos nuestro propio proyecto”, y acentuó: “Para nosotros, hay situaciones en las cuales está en juego el país”. 

Con la meta de ‘revertir’ la situación para llegar al balotaje, la tropa del sur provincial se reunió este sábado en Vicuña Maqueda. “Hay que empezar a hacer la movilización”, destacó Saliba.

Por su parte, Picat ya trabaja en el armado de su mesa chica con intendentes para la fase política territorial. Pero, además, se viene “la conformación de un equipo de comunicación” que diseñará los “mensajes más efectivos” para llegar a los electores cordobeses, se dijo desde su entorno.

Ante el ‘fenómeno Milei’, el candidato a diputado insistió en apelar al “voto útil” y se mostró convencido de que los votos de Larreta en Córdoba irán a Bullrich en las generales. En ese sentido, apostó por la “fortaleza” de la propuesta de gobierno de JxC, con equipo y gobernabilidad. Serán alrededor de 10 gobernadores, un nutrido núcleo de intendentes y un bloque de peso en el Congreso.

Una encuesta nacional post-PASO, que miran los amarillos, muestra que la migración de votos de Larreta a Bullrich sería del 60%. En tanto, un 20% iría a Milei, un 8% a Massa, un 5% en blanco y un 3,5% a Schiaretti. ¿Qué pasa con los votos del líder del PJ cordobés? Retendría un 60%, pero se le fugaría un 36%, que pasaría dividido en tercios a quienes se ubicaron en el podio de las primarias.  

En El Panal esperan los sondeos que den cuenta de cómo se proyecta el escenario post-PASO en Córdoba. No obstante, advierten que “puede haber movilidad” de votos entre los candidatos. En el comando schiarettista van a la caza del “voto racional” que captó Larreta en las primarias.