El cierre del 2019 tiene en el seno de los aliados a nivel nacional en Juntos por el Cambio, el mismo clima de tensión que los atravesó a lo largo de este año. Separados en los brindis para concluir diciembre, radicales -y dentro de la UCR cada una de las vertientes- y macristas -también con sus divisiones- cierran el año distanciados.
El martes, después de entregar el mando del municipio capitalino a Martín Llaryora, Ramón Mestre se dirigió hasta la Casa Radical tratando de emular lo que hizo su padre, Ramón Bautista en 1999 cuando entregó el mando provincial a José Manuel de la Sota.
En la Casa Radical, reunió a un centenar de militantes, pero se notaron ausencias. Incluso de algunos ediles que hasta hace algunas semanas estaban dentro del bloque oficialista y se definían como mestristas. Por caso, faltaron a la cita los ahora exconcejales Lucas Balián, Juan Balastegui y Gustavo Fonseca, que mañana se mostrarán con el exlegislador provincial Javier Bee Sellares en el lanzamiento del espacio denominado Consenso.
Mestre volvió el viernes a la Casa Radical y ahí en el brindis la reunión fue más reducida y estuvieron Alberto Zapiola, Hugo Romero, Pablo Farías y Alberto Giménez. Una porción de la dirigencia joven se distanció criticando falta de apertura del presidente del partido.
Dentro de este lote, de los sub-40, se viene gestando un espacio con reuniones en el interior provincial y el primer encuentro fue hace dos sábados en Tulumba. Ahí, sin fotos pero con una camada de dirigentes que empezó a tomar distancia de Mestre, de Rodrigo de Loredo e incluso de Mario Negri, arrancaron las recorridas por el interior y se repetirán los encuentros departamentales. Buscando, por ahora, evitar la Capital.
El objetivo de este espacio es también abrir generacionalmente hacia arriba. Consideran que hay dirigentes que se distanciaron del exintendente y terminaron en su casa cuando aún pueden aportar a la reconstrucción del partido.
El radicalismo tiene elecciones internas en agosto y Mestre tratará de conservar ese poder. Los mandatos vencen el 22 de agosto y la orgánica del partido marca que se debe convocar 90 días antes, aunque puede ser también en menos tiempo.
Varias fuentes del partido coinciden que el exintendente quiere la interna y apuesta a dar pelea desde ahí para empezar a mirar el 2021. De hecho, ayer tras los anuncios del Gobierno de Alberto Fernández se expresó en su cuenta de Twitter. Allí dijo que las medidas “son un golpe para un sector pujante” de nuestra economía. Esto puede marcar además, cómo se puede mover el puñado de diputados nacionales que le responde.
El PRO en Capital. El viernes por la noche el macrismo de la capital cordobesa también tuvo su acto de cierre de año. Se difundió un video con un saludo del expresidente Mauricio Macri, donde el líder nacional del PRO volvió a hablar de Córdoba como “mi provincia”.
El acto fue encabezado por la diputada nacional Soher El Sukaría y fue acompañada por la senadora nacional Laura Rodríguez Machado. No hubo presencias de peso del monzoísmo y contó con varios pasajes de catarsis, sintetizaron acerca del encuentro.