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CóRDOBA
KUROPATWA EN 14 SALAS

El fotógrafo que rompió los moldes tradicionales de la fotografía

El Palacio Dionisi inauguró la primera gran muestra del año con una exposición de Alejandro Kuropatwa, un artista irreverente que corrió todos los límites a la hora de fotografiar.

Obras Kuropatwa
OBRAS. La exposición contempla cuatro núcleos de fotografías del artista argentino que se distribuyen en las salas del museo. En este caso, se trata de una foto de la serie Marie Antoinette de 1998. | Cedoc Perfil

‘Cuatro docenas de calas’ es la muestra con la que el Museo Palacio Dionisi inauguró el pasado martes su temporada. La exhibición contempla las 14 salas del museo y busca rescatar la figura del artista argentino que falleció en 2003.

Alejandro Kuropatwa realizaba en promedio una exposición por año, siempre con conjuntos de obras nuevas y su acervo alcanza los 20.000 negativos –que han sido digitalizados para su preservación y se encuentran en poder de su familia– sin contar el trabajo que hizo para publicidades de productos.

Mucha de su obra está en manos de coleccionistas privados (José Luis Lorenzo, por caso) y recientemente ‘Cóctel’, su serie más paradigmática, fue adquirida por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).

“La muestra hace un recorrido por su trayectoria con un recorte basado sobre todo en los trabajos que él presentó en el ámbito artístico. Alejandro tuvo la particularidad de ser un fotógrafo que no solo mostró en los espacios dedicados a la fotografía en sí, sino en el circuito consagratorio de las artes visuales en un momento en que la fotografía estaba integrándose al circuito del arte. Él fue una figura muy relevante en ese sentido”, explica Mercedes Claus, curadora de la muestra.

En ese sentido, su tratamiento de la fotografía fue muy provocador e irreverente con el medio. “Si bien él fue un fotógrafo de una gran calidad técnica, también supo trabajar la fotografía de otras maneras y explorar otros medios, como el video o la performance, incluyendo el error o el azar en las fotos. Y esa actitud tan irreverente con el medio fotográfico me parecía interesante de repensar desde un museo dedicado exclusivamente a la fotografía; y también en relación al lugar que él puede ocupar en la historia del arte y la fotografía”, continúa diciendo Claus. La figura y la personalidad de Kuropatwa están muy presentes en su obra, además. 

Dueño de una personalidad avasallante, supo construir sobre él mismo un mito. En su producción no solo aparece él sino que también puede verse una narrativa de lo que iba aconteciendo en su vida.

Con su serie ‘Cóctel’ –que fue exhibida por primera vez hace 25 años– introdujo la temática del HIV, enfermedad que contrajo cuando el Sida aún era un tabú en la sociedad, sin tratamientos y en muchos de los casos, una sentencia de muerte.

Una muestra ad hoc. Pensada específicamente para el Palacio Dionisi, la exposición se reparte entre todas las salas del museo y está dividida en cuatro núcleos (Ver más abajo). “Este es un espacio cuya arquitectura tiene una presencia muy importante porque justamente es un palacio. Entonces pensamos la exhibición en núcleos que tuvieran que ver con cómo se va conformando el recorrido dentro de la misma arquitectura. Creo que a Alejandro le hubiera encantando mostrar en un lugar así porque él era alguien a quien le gustaba el lujo y tenía una devoción por la belleza. Y creo que algo de ese glamour o de esa magia que tiene el espacio se integra y dialoga con sus propias imágenes”, agrega. 

Kuropatwa se especializó también en retratos y en portadas de discos: fotografió a muchas personalidades de la cultura y del rock y muchas de las tapas de los discos de Charly García, Andrés Calamaro o Fito Páez llevan su sello.

“Alejandro trabajó mucho con el rock pero consideré que esa era una versión de él que estaba más incorporada al público en general y me parecía interesante rescatar este otro recorrido que hizo y que planteó desde su posición artística”, finaliza Claus.
La muestra podrá visitarse en Av. Hipólito Yrigoyen 622 hasta el domingo 24 de julio, de martes a domingos y feriados, de 10 a 19.

Retrato Alejandro Kuropatwa

RETRATO DE UN ARTISTA. El fotógrafo jugó a correr los límites de la fotografía.

Los núcleos de la muestra

1 - Sus primeras fotografías. “Él se va a estudiar a Nueva York y lo que se ve tiene que ver con la experimentación sobre el medio y una búsqueda por torcer los modos tradicionales de fotografiar. Es un estilo más irónico, más experimental. Desde esa primera serie que es ‘Fuera de foco’, donde trabaja con un desenfoque extremo hasta esos desnudos gigantes que muestran un costado muy irreverente”.

2 - Principios de los años ‘90. “Las obras tienen un tono más introspectivo, melancólico y sigue experimentando con el medio, pero a través de rayaduras y del deterioro del material. Siempre buscando tratar la fotografía de modos incorrectos, o que se escaparan de lo que era una buena fotografía para el momento. Esa etapa también es muy autobiográfica”.

3 - Cóctel explosivo, su serie más paradigmática. “Un poco por las condiciones del espacio y de su arquitectura, la decisión fue generar un recorrido a través de las sucesivas salas, entonces las fotos se van viendo de manera un poco más individualizada”.

4 - El final. “En la serie ‘Marie Antoinette’, Alejandro se entrega de lleno en una imagen a color, de gran formato y donde una de sus búsquedas principales tiene que ver con la construcción de lo femenino y el retrato de mujeres”.