El linaje de la familia Scotto en Corralito, ahora se abre camino en la Provincia
Carlos y sus hijos, Juan Carlos y José Ignacio, fueron intendentes en la localidad ubicada en el departamento Tercero Arriba. Ahora, los jóvenes de la dinastía forman parte de la nueva generación de dirigentes del interior provincial que hacen su ruta en el Gobierno de Córdoba.
Los Scotto: padre e hijos fueron intendentes de Corralito. |
CEDOC
Hace 36 años, en diciembre de 1987, cuando Carlos Dante Scotto asumía por primera vez como intendente en Corralito todavía no había nacido José Ignacio, su hijo menor y actual jefe municipal en uso de licencia. El padre de la familia fue reelecto seis veces sucesivas y luego llegó la intendencia de su hijo mayor, Juan Carlos, entre 2011 y 2015. Esta semana, los jóvenes Scotto fueron confirmados como funcionarios del Gobierno provincial.
En realidad, Juan Carlos, de 39 años, viene de ser el último secretario de Ambiente de la provincia durante la gestión de Juan Schiaretti, antes de que el gobernador Martín Llaryora decidiera transformar esa área del gobierno en ministerio. Scotto confirmó el jueves que fue designado como secretario de Desarrollo Sostenible dentro de la cartera que ahora encabeza la ministra Victoria Flores.
Un día antes, el miércoles, su hermano José Ignacio había asumido como presidente de la Agencia Córdoba Joven tras pedir licencia como intendente de Corralito, donde ya había arrancado su segunda gestión consecutiva luego de ganar las elecciones con el 63% de los votos. "No podía decirle que no al mejor gobernador de Argentina", le dijo a Tribuna unos días después de recibir el ofrecimiento.
Un legado familiar
Carlos Scotto tiene 72 años y es exbancario. Cuando transitaba la mitad exacta de su edad actual fue elegido por primera vez intendente del pueblo ubicado sobre la ruta provincial S-253.
Ese camino fue, justamente, el que marcó sus insistentes gestiones ante la Provincia para la ejecución de la obra que permitiera el tránsito y la comunicación entre los cuatro pueblos que atraviesa: Río Tercero, Corralito, Monte Ralo y Despeñaderos. “Estábamos aislados”, contó un corralitense.
La llegada de José Manuel De la Sota a la gobernación fue determinante: asumió en 1999 y un año después comenzaron los trabajos en la ruta mediante el ente intermunicipal que promovieron Scotto y Ricardo Lusso, el intendente de Monte Ralo.
Doce años después, en abril de 2011, antes de la finalización de la última gestión de Scotto padre como jefe municipal, la ruta de 45 kilómetros quedó completamente habilitada luego de varias inauguraciones por tramos.
Scotto siempre fue peronista: con el sello del PJ le ganó las elecciones a los radicales, partido al que pertenecía su padre, Dante Carlos, comisionado municipal del pueblo durante la dictadura militar.
En los 90 se enamoró del menemismo y más tarde, en el inicio de este siglo, se subió al delasotismo en Córdoba. Allí comenzó el traspaso del legado a sus dos hijos, que crecieron en contacto con muchos dirigentes del peronismo local y provincial.
El mayor
Juan Carlos Scotto tiene 39 años y es abogado. Fue elegido por los casi 2 mil vecinos para suceder a su padre en 2011 y se transformó, por entonces, en el intendente más joven en todo el país. Durante su gestión ejecutó la obra de la nueva Terminal Ómnibus, cuya estructura se complementó con la vieja, pero recuperada y remodelada, estación de tren.
En 2015 fue reelegido, pero, al comenzar su segunda etapa como gobernador, Juan Schiaretti lo convocó como secretario de Asuntos Municipales e Institucionales. Pidió licencia y lo reemplazaron Christian Lafuente, en la primera parte del mandato, y Mercedes Guerrero, en el último tramo, ambos presidentes del Concejo Deliberante según el turno.
Cuatro años después fue designado secretario de Ambiente provincial. Como titular del área, entre otras gestiones, le tocó otorgar la licencia ambiental para la nueva traza de la autovía Punilla, una obra fuertemente rechazada por organismos ambientalistas y vecinos que cuestionaron cómo se debatió el proyecto.
El menor
José Ignacio Scotto también es abogado y tiene 32 años. Luego de una experiencia como asesor del bloque oficialista en la Legislatura de Córdoba, el joven fue electo para administrar la Municipalidad de Corralito entre 2019 y 2023, y continuar con la dinastía.
Como su padre, gestionó el asfalto en el camino S-372, de 16 kilómetros, que une a su localidad con la Autovía Ruta 36, cuya realización se completó en octubre de 2022. Durante su administración se asfaltaron e iluminaron todas las calles del pueblo y se amplió la red domiciliaria de gas al 70% de los habitantes.
En junio del año pasado, el menor de los Scotto se impuso nuevamente en las elecciones y, tras asumir su segundo mandato, a finales de diciembre lo llamó Martín Llaryora y le pidió que guiara la Agencia Córdoba Joven.
Pensó el ofrecimiento y decidió pedir licencia a su cargo comunal, tal como hiciera su hermano en 2015. En su lugar asumió el secretario de Gobierno y concejal, Gonzalo Querro. Enseguida llegaron los cuestionamientos desde la oposición y lo acusaron de asumir una “candidatura testimonial”.
“Se van a la Provincia y siguen manejando al pueblo como patrones de estancia mediante sus capataces de turno”, reprochó Fernando Dellachecca, ex candidato a intendente de Juntos por el Cambio y rival electoral de Scotto.
El nuevo titular de Córdoba Joven negó las acusaciones y publicó un largo comunicado en el que explica su decisión: “Pido disculpas si a alguno se molesta o no lo entiende, mi decisión de aceptar no fue para nada fácil, pero la tomé porque creo que desde ahí voy a serle más útil a nuestro pueblo y a cada uno de los vecinos”.
