Desde presuntos déficits en las cuentas del directorio, pasando por una administración poco clara de casi 120 millones de pesos mensuales del barrio, Las Delicias enfrenta una crisis administrativa que culmina en una intervención judicial. Pero no todo termina ahí, se suma una denuncia por espionaje de vecinos por parte de la misma guardia. El barrio top de Córdoba es un hervidero.
Desde su desarrollo, en 1991 allí se instalaron apellidos renombrados y los empresarios más poderosos. Cada nuevo vecino para poder ingresar debe tener el aval de otros dos del barrio. Ya son 385 familias. Hoy gozan de los mejores servicios y espacios comunes. Hasta se generaron actividades extras como canchas de tenis, club hípico y una de las mejores canchas de golf de la provincia con 18 hoyos.
El consorcio del barrio siempre fue integrado por un grupo de élite que, temporalmente, se iba renovando. Las diferentes conducciones hasta decidieron ir abriendo las puertas del exclusivo barrio para que otras personas de la comunidad pudieran aprovechar clases de tenis, guardar sus caballos o disfrutar de un día de prácticas de golf. Muchos vecinos de la ciudad y la provincia aprovecharon el ofrecimiento para ser parte de ese selecto grupo.
Desde hace un tiempo, algunos estiman que por lo menos desde el 2007, las cuentas del barrio empezaron a ser cuestionadas. Las discusiones y pedidos de informes por sobreprecios o gastos para financiar los emprendimientos de hípico y tenis generaban cruces en las reuniones de vecinos. Hasta una auditoría interna
Hasta que todo terminó en la Justicia.
El origen de todos los males
Desde hace un tiempo, los opositores a la conducción del barrio empezaron a notar movimientos extraños en la guardia del barrio. “Sentían que me seguían a todos lados, siempre había alguien en donde yo estaba, no es algo normal”, relata una de las víctimas. Al comentarlo, otros comenzaron a tener sensaciones similares. Hasta que la trama se complica cuando cuatro de los seguidos terminan confirmando que las sospechas son reales con fuentes de Tribunales.
“Todo empezó hace mucho, pero se desencadena cuando el fiscal Gavier confirma las sospechas”, remarca una vecina que prefiere resguardar su nombre. Ortiz Pellegrini amplía que en el escrito presentado en la Justicia se cuestiona el accionar de la Comisión de Seguridad integrada por Oscar Bonangelino, Daniel Ramos López y otro vecino. Las actividades de espionaje llevadas a cabo incluirían vigilancia de los movimientos y hábitos de los residentes, así como observación de ingresos y salidas, tanto de los propietarios como de sus visitas.
Estos señalamientos de espionaje forman parte de las tensiones y conflictos entre los vecinos y la administración del country Las Delicias, contribuyendo a la complejidad de la situación en el barrio cerrado.
Eran los vecinos que siempre se encargaban de preguntar cuánto costaba cada cosa, como se había pagado y, principalmente, cómo era la relación de los profesores de hipismo y las demás actividades con el directorio. “Los profesores y responsables de los servicios se quedaban con todo el dinero que cobraban por sus actividades pero usando las instalaciones que mantenemos los vecinos. Es como que vaya a tu oficina, use la computadora, la impresora y ni siquiera pague algo por todo eso”, describe al teléfono un integrante del barrio.
A consecuencia, los vecinos Alejandra del Valle Cáceres y los abogados Facundo Garade Panetta y Miguel Ortiz Pellegrini decidieron no esperar más las constantes irregularidades y la falta de transparencia. Juntos decidieron ir a Tribunales por todo. Denunciaron al directorio del consorcio Las Delicias S.A. integrado por la presidenta Verónica del Valle Scarlatta y la vice Ivonne Mariel Hernandorena. En el escrito judicial se plantean presuntos malos manejos financieros y administrativos en el barrio cerrado, así como el pedido de una intervención judicial.
“Las actividades del barrio, que son espectaculares, no pueden seguir siendo soportadas con las expensas, la carga es muy alta”, sostiene Ortíz Pellegrini. El vecino describe que cada uno de los 385 vecinos del barrio pagan cerca de 280 mil pesos mensuales alcanzando un fondo mensual de cerca de 100 millones de pesos. El abogado habitante del barrio se pregunta: “¿a dónde va ese dinero? pedimos que la Justicia nos puede decir que pasa y si hay un manejo irregular o fraudulento de los fondos de todos nosotros”.
Además de la seguridad provista por la empresa El Legado, en las expensas se detallan los pagos a todo lo relacionado a los demás amenities, entre ellos los salarios de los profesores de tenis, de las personas a cargo de los caballos y hasta todo lo vinculado con la cancha de golf. La incógnita que se preguntan es porque tanta gente fuera del barrio los aprovecha y “terminan siendo, inexplicablemente, deficitarios”, destaca otro morador.
Las idas y vueltas en Tribunales, con presiones de vecinos con “llegada” hacen que el expediente deambule por varios escritorios hasta que termina en la oficina del fiscal Horacio Vázquez y la jueza María Celeste Ferreyra ordena la intervención del consorcio de administración del country Las Delicias a pedido de vecinos que denuncian irregularidades.
Deportes que pierden dinero o es parte de una mala gestión
Con los dineros de las expensas se debe pagar los gastos de la guardia de seguridad y el mantenimiento de los espacios como el golf, el hípico y las canchas de tenis. “Lo que se paga por mantenimiento de espacios verdes es solo cortar el pasto, no plantan nada”, alerta desde lo lejos una persona que escucha la conversación.
Los socios y los no socios que desean usar los 18 hoyos de Las Delicias deben pagar el “green field”, el derecho a poder jugar. Pero el caso del hipismo “parece una caja con muchos manejos pocos claros”, comenta una de las vecinas que suele frecuentar el sector.
“Somos una sociedad sin fines de lucro pero tampoco con fines de pérdida”, sentencia una vecina. Ortiz Pellegrini sostiene que “el tema no es el monto de las expensas ni siquiera pagar más o menos, es que los fondos financien actividades y mejoras para los vecinos, no para todos los que ingresan y usan los servicios”.
Desde el directorio, en reiteradas asambleas, se expuso que las actividades deportivas en el barrio dan pérdidas. Para explicarlo, y en medio de las disputas judiciales, los responsables de la administración del barrio llamaron a una asamblea extraordinaria con la intención de “sanear” los balances de los últimos 8 años.
Ortiz Pellegrini se opuso a que el tema números y cuentas sea expuesto en una asamblea cuando se encuentra en medio de una disputa judicial. La Jueza Ferreyra terminó dando lugar a ese pedido.
En su escrito, la magistrada, aclaró que esto “no implica la suspensión del acto asambleario (de este miércoles) sino el mero diferimiento del tratamiento de aquello que podría tener la virtualidad de afectar, en mayor o menor grado, la investigación que se encuentra en curso, y que, a su vez podría frustrar los fines por los cuales se ordenó la intervención del directorio”.
“Sanear las cuentas”
Desde Tribunales confirman que hasta el momento “no hay imputación a ninguna persona, ya que la investigación es incipiente y secreta”. Sí aclaran que, por el momento, “se ha ordenado, una especie de intervención para decirlo de manera informal un veedor, para que el delito denunciado no produzca consecuencias ulteriores”. Todos los vecinos, por estatuto, son responsables de las deudas generadas por el directorio.
El representante de Las Delicias, Sebastián Orchansky, señaló en La Voz del Interior que no objetarán ninguna actuación dispuesta por la Justicia aunque decidió recurrirla. Indicó que está “sorprendido”, porque en sede civil las medidas que pueden derivar en una intervención suelen llevar años de tramitación, por lo que la decisión en el fuero penal le pareció “una cuestión bastante novedosa”.
La pericia contable fue ampliada el 15 de agosto pasado por el fiscal Vázquez para que también se audite a la anterior comisión directiva, encabezada por Jorge Osvaldo Lerda (presidente) y Pablo Dolci (vice), además de investigar al contador José Luis Arnoletto, quien habría estado a cargo de los balances.