Especialistas advierten que sin tomar medidas, “nos enfrentamos a un escenario caótico”

Las temperaturas registradas en las últimas semanas encienden una luz de alerta respecto a qué es lo que está sucediendo en el mundo y todas las miradas apuntan al cambio climático, un tema sobre el que se ha escrito mucho pero cuyas consecuencias se hacen cada vez más visibles.

Una nueva investigación de la organización Climate Central, especializada en la materia, asegura que más del 80% de la población mundial sintió temperaturas más elevadas de lo normal en el mes de julio, lo cual equivale a que cuatro de cada cinco personas que habitan el planeta tierra enfrentaron la temperatura promedio de julio aumentada por los efectos del cambio climático.

El ingeniero Santiago Reyna es coordinador de la carrera Ingeniería Ambiental, asesor de distintas entidades gubernamentales y, además, fue representante en Latinoamérica y Caribe en el Fondo de Adaptación para el Cambio Climático Global. El especialista dialogó con PERFIL CÓRDOBA, aclaró algunos conceptos y brindó su mirada respecto al escenario que le espera al planeta en los próximos meses.

“En el mundo existe algo que es la variabilidad natural del clima, lo cual se resume diciendo que en verano hace calor y en invierno hace frío. Pero esto que estamos viviendo está absolutamente fuera de lo que es normal”, inicia el diálogo Reyna. “Hace dos semanas tuvimos las máximas históricas de los registros mundiales en tres días distintos. Tuvimos la máxima de temperatura en el océano, la máxima temperatura en el continente, la máxima temperatura en Medio Oriente, claramente esto no es usual y es causado por el hombre. Este cambio climático tiene que ver principalmente con el exceso de gases de efecto invernadero”, remarcó el especialista.

Este exceso de gases está generado principalmente por la quema de combustibles fósiles y, ante la consulta respecto a qué tipo de acciones deben tomarse de manera individual, colectiva, y por parte de las diversas organizaciones, Reyna comentó que sobre este punto radica uno de los principales problemas y está vinculado a la idea de que “es un problema global, entonces no hago nada individualmente”.

A la hora de pensar soluciones, Reyna subraya el hecho de que hay que reducir el uso de combustibles fósiles y enumera algunas posibles medidas: “Debemos hacer inversiones, que haya calefones solares en viviendas, que cada casa pueda producir su propia energía eléctrica. Es una locura lo que se gasta de gas natural en calefacción debido a que el gas está totalmente subsidiado. Ahora celebramos que vamos a quemar todo el gas de Vaca Muerta a precios totalmente subvencionados. Hacemos un gasoducto para regalarlo, es una locura”, expresó.

“Tenemos que pensar en usar biocombustibles o bioetanol en automóviles, hay muchas cosas que Argentina podría hacer y no se hacen. Se cree que nuestro país no aporta al problema, pero somos uno de los principales responsables con los brutales desmontes en el Gran Chaco que incluye Formosa, Chaco, Norte de Santa Fe”.

Qué se viene. Los efectos del cambio climático están cada vez más presentes y día a día se hacen sentir con más fuerza. Entonces la pregunta que surge es ¿con qué escenario nos encontraremos en el corto plazo, si la humanidad mantiene sus usos y costumbres? Reyna considera que ya hay certezas de que la temperatura está cambiando, entonces cada vez más seguido habrá años con inviernos menos fríos y veranos más cálidos.

“Se pueden esperar climas más extremos que empiezan a ocurrir con mayor frecuencia. Siempre hubo días de alta temperatura o de inundaciones, pero no ocurrían tan seguido. Se pueden esperar tanto precipitaciones extremas, como sequías extremas. Tuvimos tres años seguidos de sequías, eso no es usual. Vemos tendencias. Las altas temperaturas y las sequías son más fáciles de predecir que las grandes precipitaciones. Vamos a entrar en un período Niño, que trae mayores precipitaciones”, indicó.

“El cambio climático es global. Está toda la tierra afectada y las conclusiones de la suba de temperatura son múltiples y afectan a todos, no sólo al ser humano, sino también a los animales, las plantas, la tierra. Cuando el Atlántico levanta temperatura empiezan los huracanes severos que terminan finalmente en el Caribe, se destruyen arrecifes. No se puede tener 37 grados en julio, es una barbaridad porque se muere todo. En Córdoba, las plantas se enferman porque el frío mata virus habituales de esta época. Está todo acomodado a eso, a un clima normal, los ríos se secan, los animales lo sufren, es realmente un escenario caótico”, concluyó el profesional.