Con el objetivo puesto en conformar un espacio donde confluyan sectores empresarios y productivos, el exdiputado nacional Héctor del Campillo busca hacerse un lugar en las próximas elecciones Legislativas.
Aunque la pelea con tres sellos de peso (Juntos por el Cambio, Hacemos por Córdoba y el Frente de Todos) puede resultar un obstáculo, De Campillo, lo plantea a la inversa: “Es más de lo mismo. Las mismas caras de siempre, pero en distinto orden. Lo nuestro pasa por una propuesta superadora. Hay un hartazgo general que le pega a toda la clase política, por lo que pretendemos que nos vean como algo distinto. En ese esquema, pelear por la novena banca no es tan utópico”.
En ese sentido, los ejes de trabajo serán dos: producción y trabajo, justamente el nombre del partido del empresario sanjuanino Roberto Basualdo, a quien Del Campillo conoce por su actividad profesional -entre ellas el asesoramiento a los principales players del supermercadismo nacional- y con quien elaboran una estrategia en conjunto.
“La idea es pelear por un diputado en Córdoba, Mendoza y Santa Fe, tres de las provincias más pujantes del país, con quienes se pueden establecer alianzas productivas. Desarrollos productivos federales podría ser la síntesis de lo que estamos planteando, invitando a participar a todo el empresariado”, señala.
Todos adentro. Una de las claves en “la Argentina productiva” que se viene, pasa, desde la óptica de Del Campillo, por tratar de aglutinar no solo a la industria, sino también a otros sectores de relevancia como el campo, las pymes, y la salud.
“Fui diputado en el 2007 y, cuando la crisis del campo era incipiente, me convocaron para conocer mi opinión respecto a cómo buscarle una solución al tema. Lo hicieron, según me dijeron, porque era ‘el menos político’, y eso mismo es lo que quiero hacer ahora: reunir al empresariado y convertirme en una herramienta para solucionar todos los problemas que están atravesando”, señala.
Sin sello partidario aun, las primeras acciones se centraron en séxtuples en la vía pública –a cargo del publicista Orestes Lucero-, donde se puede leer: “Hagamos todo lo que hay que hacer… menos lo mismo”. El remate del mensaje, “vení que vamos”, según la visión de Del Campillo “pegó mucho, porque hay que empezar a traccionar, a hacer cosas. Hay que salirse un poco de la diaria. Los empresarios tienen que poder pensar un poco más allá de mañana. No estoy minimizando nada, pero hay que planificar a más largo plazo, de lo contrario esto va a ser inviable”.