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CóRDOBA
NUEVO BLOQUE

La “alianza” en Diputados, en contra del freno K pero con ruido en Córdoba

En el nuevo espacio, que encabeza Pichetto y es secundado por el schiarettista Gutiérrez, convergen peronistas federales, amarillos alineados con los gobernadores de JxC, socialistas y carrioistas paladar negro. Una rara mezcla que, bajo la lupa cordobesa, muestra una realidad paralela entre aliados y opositores al mismo tiempo.

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Monzó, Massot y Pichetto, en la Cámara de Diputados. | CEDOC PERFIL

El armado parlamentario donde convergen peronistas que responden a Juan Schiaretti y Martín Llaryora, el dirigente del PRO Oscar Agost Carreño y espadas carrioistas como Juan José López y Marcela Campagnoli, liderados por Miguel Ángel Pichetto, refleja a simple vista una rara conjunción si se mira ese entramado con ojos cordobeses.

En la flamante bancada Hacemos Coalición Federal (HCF), conformada por 23 diputados nacionales, conviven actores de peso que responden a estructuras partidarias distintas. Lo curioso del caso es que algunos de ellos representan a espacios de la oposición en la Unicameral, como ser el PRO y la Coalición Cívica, pero son parte del mismo bloque en la Cámara Baja del Congreso.

¿Cómo se explica ese entramado aliancista con realidades paralelas?  Hay una lectura más política del contexto en el que nace esta coalición legislativa al calor del verano en extraordinarias del Congreso y, otra interpretación, meramente pragmática, propia de algunas variables circunstanciales del amateurismo libertario en el micro mundo de Diputados. No obstante, todo está teñido por el factor Milei y la puja con el kirchnerismo.

Algunas voces entienden que esta movida se da en medio de la implosión del sistema político que significó la llegada de Javier Milei al poder y la ruptura de Juntos por el Cambio. “Esa conjunción no hubiera sido posible sin estas variables, que le dan un marco muy especial”, analizó un operador opositor al mismo tiempo que afirmó: “No veo una alianza estratégica”.

Según esta línea de análisis, se trata de un espacio de articulación entre el liderazgo de Juan Schiaretti, Miguel Ángel Pichetto, Emilio Monzó y Elisa Carrió. Toda gente con mucha experiencia en la política y en el mundo parlamentario que difiere del “amateurismo del mileismo”, aportó una fuente a la hora de busca un denominador común de la jugada aliancista. Esa misma voz que mira desde afuera, pero que no es ajeno al efecto que causa en Córdoba, advirtió que también entra en juego en esta rara confluencia “la crisis del PRO y un radicalismo cerrado sobre sí mismo”.

En el caso de la CC-ARI, la alianza natural hubiera sido con la UCR, pero “no se pudo”, dijo un operador. Hay un conflicto histórico de la nueva conducción del radicalismo -el sector de Evolución- con el carrioismo. Los memoriosos recuerdan el enfrentamiento de Carrió con “Coti” Nosiglia en la génesis de la Coalición Cívica.

Pragmatismo puro
Otras voces que se escuchan en la Cámara Baja advierten que el punto de partida de esta rara confluencia tiene que ver con enmendar “un error” del amateurismo libertario de aprobar en la primera sesión –a favor del kirchnerismo– el reparto de las comisiones estratégicas y no estratégicas con el sistema de D’Hondt puro.

Esto debió subsanarse con el aporte de los “experimentados” que le dieron forma a esta alquimia aliancista de HCF. La solución que se acordó con los libertarios fue unir todos los bloques más chicos en una sola bancada para darle volumen en la representación de las comisiones claves y así restarle peso específico al kirchnerismo como primera minoría.

De este modo, se busca garantizar el funcionamiento de la dinámica legislativa en torno al “combo de Milei” (mega DNU y Ley Ómnibus) en este verano de extraordinarias del Congreso, “sin un kirchnerismo que trabe todo”, dijo un conocedor de los intríngulis parlamentarios.

Hay otro factor propio de la interna del PRO que salta a la luz por la “actitud purista” de aquellos que torpedean la conformación de este nuevo bloque donde convergen peronistas cordobeses y bonaerenses, amarillos alineados con los gobernadores de JxC, socialistas y carrioistas paladar negro.

El contragolpe de los coalicionistas federales apunta a exponer las internas de los otros bloques. El PRO tiene tres sub bloques (el patricismo, palomas -cercanos a Larreta- y los macristas) y la UCR dividida en dos: los de Evolución y los tradicionales. “Las diferencias en esos núcleos brotarán conforme avance el ‘combo de Milei’”, resaltó un opositor.

En los diferentes espacios que integran Hacemos Coalición Federal, incluso el de Llaryora, coinciden en la idea de no darle “un cheque en blanco” a los libertarios, pero sí acompañarlos en el proceso de reformas que impulsan. “Se busca encaminar el proceso de debate interno en la Cámara -sin la traba del kirchnerismo- y después se verá en el recinto”, sostuvo una fuente avezada.

Voces
“Así como en la provincia se dan alianzas en la construcción del llamado cordobesismo, a nivel nacional se dan de otra manera. Son ámbitos totalmente distintos. Una no arrastra a la otra, ni en un sentido ni en otro, ni ascendente ni descendente”, expresó Carlos Gutiérrez, vicejefe del flamante bloque que comanda Pichetto.

A la hora de explicar esta nueva sociedad de tipo parlamentaria basada en al “practicidad”, el schiarettista afirmó que “a nadie le puede llamar la atención que nosotros, en el plano local, podamos tener alianzas que a lo mejor no se verifican en el plano nacional y viceversa”.

A su vez, hizo foco en el número de integrantes del bloque –suman 23– como un factor de peso en la composición de Diputados al momento de la defensa de los intereses propios a cada distrito. Para el peronista, esta alianza no contradice las bases “del modelo cordobés que sigue vigente y ha sido ratificado por los cordobeses en la persona de Llaryora”.

“Nosotros no vamos a entregar en ningún momento las banderas de la defensa de Córdoba y de nuestro gobierno”, aseveró.

En tanto, Oscar Agost Carreño aportó su enfoque sobre la razón de ser de esta construcción parlamentaria. “La prioridad es ponerle un límite al kirchnerismo y, por eso hemos hecho un acuerdo transitorio para que no se lleve la mayoría de las comisiones que tienen que tratar la Ley Ómnibus que mandó Milei”.

“Si nosotros no hacíamos esto no iba a poder tener tratamiento la ley, por el freno K desde el vamos a todo el cambio que plantea Milei. (El conjunto de reformas del libertario) ni siquiera se iba a tratar”, completó el diputado y titular del PRO Córdoba.

Con una mirada más local, el legislador carrioista Gregorio Hernández Maqueda reconoció que los tomó “por sorpresa” la decisión de la CC-ARI de fusionar su bloque con los diputados que responden al peronismo de Córdoba.

Sin embargo, el acérrimo opositor en la Unicameral aseguró: “Esto no nos corre en nuestro deber de control en Córdoba y en nuestra postura de oposición al gobierno de Córdoba”. “No nos condiciona, no nos limita en absolutamente nada”, acentuó.

El parlamentario sostuvo además que “cuando se plasmó la ruptura de Juntos por el Cambio a nivel nacional, nosotros mantuvimos Juntos en Córdoba”. Ante esta nueva unión que, según calificó como “meramente táctica y parlamentaria en Diputados”, el carrioista cordobés enfatizó que “no nos condiciona en nuestro rol de control local”.

Se estima que, en los próximos días, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, avance en la conformación -al menos- de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Asuntos Constitucionales y Legislación General, para abrir el debate de la Ley Ómnibus. Por su parte, en el Senado, Victoria Villarruel firmó los decretos confirmando que La Libertad Avanza y los demás bloques no kirchneristas tendrán la mayoría en cada una de las seis comisiones claves.