Era abril de 2004, Nahuel Molina Lucero acababa de cumplir 6 años y Fitz Simon participaba del primer torneo nacional de fútbol infantil ‘Centro de la República’, que se llevaba a cabo en el Polideportivo de Embalse. Ese niño morochito estaba feliz y no se despegaba de la pelota.
Lo acompañaban en el equipo de la categoría 1998 Mauricio Jaime, Jairo Vegas, Ignacio Lanzetti, Ignacio Elizondo, Jorge Moncada, Tomás Ramírez, Alan Oviedo, Agustín Arias, Agustín Villa, Julián Nicoletti... Amaban esa camiseta del ‘Canario’, como todos los pibes de ese pueblo de Calamuchita que se la ponían. Molina Lucero solo quería jugar a la pelota y no se imaginaba que 17 años después sería campeón de América con la Selección argentina y que esa camisetita que tenía puesta le haría brotar lágrimas de emoción.
El lateral derecho se encuentra por estas horas de vacaciones en su pueblo natal y ha recibido cientos de muestras de cariño. Entre ellas, se destaca aquella casaca talle 8 que uso cuando era tan sólo un niño.
El regalo. Alejandro Rópolo, actual presidente de Fitz Simon y ex jugador y entrenador del club, asumió en la institución en el 2018 y una de sus gestiones fue recuperar todos los bolsos de ropa que daban vuelta en el club. Una vez que los encontró se los dio a su madre para que las guardara y ordenara. Así, Mari lavó todas las camisetas y las ordenó por año y sponsor.
Pasó el tiempo, Nahuel Molina se ganó un lugar en la Selección y Rópolo vio en Facebook una foto de aquel certamen de 2004 y recordó la camiseta. “Mami, fíjate si está esa camiseta”, le escribió por WhatsApp, adjuntando la imagen. Al instante apareció la perlita: camiseta amarilla y verde, marca Dalemas y con Veterinaria Mascota como sponsor. “¡La encontré!”, respondió feliz aquella otrora dirigente fanática del club del pueblo.
El jueves pasado Molina Lucero fue homenajeado en la sede del club embalseño y en medio de la celebración, entrega de placas, bautismo del predio con su nombre, Rópolo le cedió una bolsita color madera y la foto de aquel torneo infantil encuadrado. El futbolista miró y sus ojos se abrieron más grandes. Tomó la bolsita y emocionado agarró esa camisetita que tantos recuerdos le traía e incrédulo dijo: “Qué locura que hayan guardado esto”. Su papá Hugo tampoco lo podía creer. Y su mamá Lelia visiblemente feliz preguntó: “¿Cómo consiguieron eso?”.
Nahuel vistió las casacas de Boca, Defensa y Justicia, Rosario Central y actualmente la de Udinese de Italia. Pero esa del ‘Canario’ le erizó la piel cuando la tuvo en sus manos. El niño y la pelota, se volvieron a juntar.
Compañero. Lo primero que hizo al regresar a Embalse, después de dos años, fue ir a saludar a su mamá, a su papá y reunirse con los amigos de la infancia, la mayoría de ellos aquellos que fueron sus compañeritos en el ‘Canario’.
Por eso, esos compinches hoy celebran este momento como si fuera propio. “Como compañero de Fitz Simón queríamos ser como él, lo mirábamos ya como crack; y como amigo siempre fue igual, nunca cambió en nada desde que se fue a los 11 años. Siempre con esa humildad y nunca olvidándose de los amigos. Lo que está viviendo es algo increíble. Él todavía no cae que logró algo que siempre soñó y lo disfruta como uno más de nosotros”, cierra Mauricio Jaime, que mira a su amigo orgulloso.
"CUMPLIÓ EL SUEÑO DE TODOS"
Fitz Simon desde los 5 hasta los 11 años, cuando se fue a la filial del Barcelona en Buenos Aires. Sus actuaciones y logros son muy celebrados en la institución de Embalse. Por tal motivo, el predio del club lleva desde esta semana el nombre del futbolista de la Selección. “Nahuel cumplió todos mis sueños y los de todos los nenes que patean una pelota. No hay palabras para describir esto que logró. Es un orgullo como exjugador del club y presidente de Fitz Simon, nos da más ganas de trabajar y renueva las ilusiones para luchar para que más Nahuel puedan salir del club”, le dijo Rópolo a PERFIL CÓRDOBA.
RECUERDO. Nahuel Molina junto a la pelota, entre los acuclillados.