El edificio más fino del mundo que se haya construido en los últimos dos siglos no está en Europa ni en América del Norte. Está en Argentina, en Córdoba. Y por más finos que parezcan no son el majestuoso Palacio Ferreyra ni el Palacio Kegeler - Dionisi.
Tampoco la tradicional mansión triangular Palacio-Minetti, todas ubicadas alrededor de ese lugar que tiene algo de la plaza Charles De Gaulle, la del Arco de Triunfo de París, que es la Plaza España. No. El edificio más fino, es decir, el más delgado, es uno al que casi nadie alguna vez mira, que pasa desapercibido siempre, pero que está en avenida Olmos 91 casi esquina Rivadavia, en pleno centro, frente a una tradicional pizzería. Se construyó en la década de 1930, cuando se amplió esa avenida y demolieron algunas viviendas.
El dueño del terreno vecino intentó comprar este lote a una suma irrisoria. Argumentaba que con lo angosto que era, allí no se podría construir nada. El hombre tenía razón. En su parte más estrecha tenía un ancho de 80 centímetros y en la más ancha solo 3,70 metros. No había mucho para hacer. El vecino se equivocaba. Estaba ante un hombre obstinado y que, por eso, se las arregló para construir un edificio monumental, de seis pisos, de estilo neoclásico con un frente imponente conocido como La Mundial, porque allí funcionó esa compañía de seguros entre muchas otras oficinas. Aún hoy sus instalaciones son utilizadas, aunque en el bar de su planta baja pocas veces pudieron ponerse más de tres mesas para sentarse. Y jamás pudo tener un mozo fornido, una moza embarazada o un camarero con algo de sobrepeso. Cabe suponer que la muy elegante y artesanal panadería que allí funciona debe vender pan baguette, a lo sumo pan mignon y en el rubro facturas sobre todo el longilíneo y dulce vigilante, más que, por ejemplo, el robusto y criollo pan casero, acorde a esta situación.
El ingenio cordobés lo bautizó Edificio Yilé o Gillette, por su parecido a la popular hoja de afeitar. Y son muchos los que hablaron de la existencia de túneles en sus sótanos y de algunos otros misterios que la misma necesidad de esta extraña construcción tendría.
El otro edificio más delgado del mundo es el Palacio Scaccabarozzi, más conocido como la Fetta di Polenta, en la Vía Giulia di Barolo, en Turín (Italia), construido entre 1840 y 1881. El edificio La Mundial, el más delgado del mundo de los construidos en los siglos 20 y 21 está en Córdoba. Vale la pena conocerlo, principalmente después de leer esta apretada síntesis de su historia. Y es que es, además de sorprendente, realmente es un lugar para gente fina. Pero fina, fina de verdad.
H. Lanvers es autor de cinco novelas históricas bestsellers llamadas saga África
