La Municipalidad de Córdoba está dispuesta a “recuperar” el Orfeo, por lo que por ahora “retiró de la mesa” la posibilidad de expropiar el domo propiedad de Euclides Bugliotti. Así, organizó una mesa de discusión pero con una salvedad: el actual intendente Martín Llaryora no es el encargado de negociar, sino el vice, Daniel Passerini.
El dato no es menor: la relación entre Llaryora y Bugliotti está rota desde el momento en el que el empresario decidió cerrar el espacio en plena pandemia por considerar que el Orfeo ya no sería rentable para la organización de shows y eventos y luego presentar una nota solicitando autorización para derribarlo parcialmente y construir allí un complejo de viviendas premium, lo que fue rechazado de plano por la Municipalidad. De hecho, el municipio lo declaró “de interés cultural”, por lo que el espacio no fue reabierto ni tampoco se avanzó en planes alternativos.
El martes pasado, en la Bolsa de Comercio, Passerini sostuvo que en breve habría novedades sobre el destino del Orfeo ante la consulta de un empresario. En diálogo con Perfil Córdoba, el viceintendente confirmó que mantiene negociaciones con Bugliotti y que el tema de “la expropiación” no está sobre la mesa de momento.
En ese sentido, Passerini precisó que “el Orfeo es un eje de discusión de esta gestión. Ustedes saben que a partir de la decisión que tomamos nosotros se judicializó. A partir de eso hay una mesa de diálogo en la que estamos negociando. Estamos con una propuesta de generar una ordenanza que pueda resolver la situación pero no es una negociación sencilla. Yo estoy a cargo de coordinar esa discusión y puedo decir que hemos acercado bastante las partes”.
Consultado respecto sobre si había mantenido un cara a cara con Bugliotti, el funcionario respondió que sí, al tiempo que aclaró que también lo hizo con los abogados del titular de Grupo Dinosaurio. “Somos una gestión que quiere recuperar la ciudad. En el momento, cuando se tomó la decisión de demolerlo (por parte de Bugliotti) creíamos que era algo inconveniente para la ciudad. Y allí fue cuando nosotros nos planteamos la posibilidad de generar una alternativa”.
Lo que viene
Tras las derivaciones de la discusión Llaryora-Bugliotti, desde ambos lados decidieron “bajar un cambio”, de allí la mesura y predisposición que muestra Passerini. Del otro lado sucede lo mismo: si bien aseguran que el empresario está dispuesto a avanzar con su plan (construir un complejo de viviendas o un policlínico), reconocen en la figura de Passerini a “alguien con el que se puede mantener un buen diálogo”.
“El espacio es propiedad de un empresario y de una familia de la ciudad y nosotros respetamos eso. Lo que queremos, al incorporarlo como patrimonio de la ciudad, es ver de qué manera puede convivir el Orfeo con la expectativa que tienen sus propietarios y con el proyecto de ciudad que tenemos nosotros”, sostuvo el viceintendente.
-¿Está la expropiación sobre la mesa?
-No. Nosotros hablamos al principio que la expectativa era la no demolición y tampoco la expropiación y en ese camino estamos trabajando propuestas.
-¿Cree que se puede avanzar?
-Por lo menos estamos hablando y estamos en una negociación extrajudicial.
Qué dice Bugliotti
En abril, Bugliotti rompió el silencio sobre el tema Orfeo en una entrevista con FM Sol de Río Tercero. Allí, sostuvo que cerró esa unidad de negocios, entre otros motivos, porque “se me murió una chica de Río Tercero en una fiesta electrónica (NdE: en referencia al caso de Tania Abrile). Yo lo tenía alquilado al Orfeo y así mismo casi me meten en cana. Estuve muy cerca”, explicó Bugliotti.
Además, agregó que estaba “cansado de 700 inspecciones, siempre 10 minutos antes de los shows”. “Ya basta chicos, estoy grande”, sostuvo el empresario.
En la entrevista, ‘Tati’ también se metió en la cuestión política: “Siempre fui de Perón. Después conocí a Evita. Después acompañé a Menem toda la campaña. Y después Kirchner. Ahora estoy cerca de Larreta. ¿Qué quiere que haga? ¿A quién quiere que vote? ¿Al que me cierra el Orfeo, al que me pone el impuesto a los pases indebidamente, a los que se pasan por donde quieren el Estado de Derecho? Vamos muchachos, basta de pomo ya”, en alusión al intendente Llaryora.
“¿Por qué me lo cierran al Orfeo? Si el Orfeo es mío. Le tuve que meter una demolición porque me correspondía. Me cambian la ordenanza, después lo querían expropiar. Como sabían que tenían que poner mucha plata yo dije no lo quiero ni vender ni que me lo expropies, déjame yo voy a hacer un centro médico. Y ahí está la situación”, sostuvo.
Todo esto fue antes de que se armara una mesa de negociaciones y que entrara en acción Passerini. En los próximos días se conocerá el resultado de esas charlas.