El paquete de reformas que el Gobierno de Mauricio Macri pretende introducir para el debate en el Congreso nacional antes de fin de año, hicieron reaccionar a distintos sectores que vienen manifestando desde hace meses su rechazo a las políticas de Cambiemos. Sin embargo, a lo largo de estos dos años, ninguna de las medidas de la gestión macrista provocó el nacimiento de una oposición homogénea. Tanto en la dirigencia política como en el sindicalismo, nacional y provincial, se dieron posturas que mostraron uniformidad de manera temporal, pero que no sobrevivieron más allá de la foto.
Con los gremios cordobeses, a lo largo de este año, sucedió algo similar. Marcharon, se movilizaron y mostraron consignas en común en algunos momentos pero la unidad que varios esperaban, entre la CGT Regional Córdoba y la CGT Rodríguez Peña, conducidas por José Pihen y Mauricio Saillén, respectivamente, al final no se produjo. Tanto el líder del SEP como el del Surrbac compartieron actos y fotos en el último tiempo pero los gestos no fueron más allá de esto.
El último encuentro entre ambos, y del que también formó parte el lucifuercista Gabriel Suárez –hombre cercano a Hugo Moyano-, fue el aniversario por el 60º aniversario del Programa de La Falda, uno de los hechos históricos del sindicalismo argentino y en un contexto que el peronismo paladar negro, ve similar al actual. Allí, tanto Pihen como Franco Saillén criticaron no solo la reforma laboral sino también la previsional que ya tiene media sanción del Senado.
El legislador e hijo del líder del Surrbac es uno de los que viene sosteniendo que hace falta unificar las centrales sindicales y se expresó en este sentido, advirtiendo que “el desafío del movimiento obrero es volver a tener una CGT unificada, combativa y que no olvide sus raíces”. El mensaje tuvo un destinatario directo: Hugo Moyano, con quien la familia que encabeza el gremio de los recolectores en Córdoba tiene diferencias desde hace años.
En las últimas semanas se vio a Pablo Carro, el flamante diputado electo por Córdoba Ciudadana junto a Pablo Moyano en un encuentro sindical en la provincia de Buenos Aires y algunos especularon con un acercamiento de Saillén con el líder de Camioneros. Esto fue desestimado de plano por los que conocen la interna gremial en Córdoba: “se dio en el marco de un encuentro con otros pares sindicales. El apoyo que Saillén le brindó a Carro va por un lado, y el reclamo de las centrales gremiales como CTA que integra el propio Carro junto a referentes nacionales de la CGT, como puede ser Moyano, va por otro”, sintetizaron. Desestimando así cualquier chance de acercamiento con “la lucha contra Macri” como mensaje en común.
Volviendo al encuentro intersindical con motivo del aniversario de La Falda, Pihen también fue duro. El legislador provincial del oficialismo cordobés dijo que “ante un gobierno que tiene algo de legitimidad por los votos, nosotros seguimos pensando igual que los compañeros del ‘57”. El rol que juegue el titular del SEP el próximo miércoles cuando se vote el Presupuesto 2018 en la Unicameral, también será observado por el oficialismo y la oposición. Al igual que el voto de su compañera de bancada, Ilda Bustos, líder de los Gráficos en Córdoba.
Nace otra CGT. En Córdoba, las diferencias entre el peronismo provincial y la Nación en épocas de kirchnerismo en Casa Rosada habilitó el surgimiento de otra CGT, la Rodríguez Peña en manos de Saillén. Ahora, la historia tiene chances de repetirse y con un jugador en común, que participó tanto de aquella época como de estos nuevos tiempos: Ricardo Moreno. El abogado, ex hombre del kirchnerismo en Córdoba, desde hace meses coquetea con el macrismo a través del ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca, y pelea por “las 62 organizaciones”, la central que con la muerte de Gerónimo “Momo” Venegas quedó cuasi acéfala en distintos distritos.
Moreno, a través de Gustavo Pedrocca, Secretario General del sindicato de vigiladores en Córdoba, comenzó a preparar el terreno para el surgimiento de una nueva CGT en Córdoba, que verá la luz en 2018 bajo el nombre de “CGT del Cordobazo”. Movimiento sindical que otros gremios ven como el advenimiento de la pata gremial de Macri en la provincia. Por lo pronto, Moreno, criticado por su "oficialismo permanente", prepara la inauguración de la casa en calle Santa Rosa para la que espera la presencia de Triaca.
De esta manera, a la CGT Regional Córdoba y la CGT Rodríguez Peña, se le sumará el año próximo la oficialista CGT del Cordobazo; a lo que se agregan los movimientos que el líder de los mercantiles, Pablo Chacón, ya realiza para volver a levantar el perfil. El titular de Agec, impulsado por el exgobernador José Manuel de la Sota se suma así a los que preparan la tropa para el 2018. De esta manera, al gremialismo, Macri decidió aplicar la misma receta que al peronismo: dividir.